Archivos de la categoría ‘Vida cotidiana’

Publicado por Chiqui el 25 de junio de 2007

Internet profundaAparte de la internet cotidiana, la que utilizamos todos los días, la de las páginas web, los servicios 2.0 y el correo electrónico, hay otra profunda e invisible por lo menos para mí. Y no, no me estoy refiriendo a esa oscura e inaccesible llena de bases de datos con infinidad de registros confidenciales, código malicioso o asuntos poco claros.

Hablo de la internet de esas personas que ya no son niños pero que tampoco son todavía adultos. La de algunos webchats, canales concretos del IRC o el mismo Messenger (que confieso que nunca he usado). La de los preadolescentes de 12 a 16 años que descubren este nuevo mundo virtual de luz y de color y que no tienen miedo a nada ni a nadie.

¿Y a qué viene esto?, pues viene a que dos entradas de esta bitácora, «Chatear sin instalar» y «Dora la exploradora«, han tenido un éxito arrollador si hacemos caso a los comentarios. Entre las dos suman casi 500 «aportaciones» de los lectores. La inmensa mayoría pertenecen a chicos y chicas de esta internet profunda que no saben ni como han llegado hasta aquí, ni quien les va a leer y ni siquiera se han leído la anotación que comentan. Tampoco el lenguaje y los modos que utilizan les favorece.

Eso sí, no dudan en dejar su dirección de correo electrónico, su número de teléfono móvil o la dirección de su casa si se tercia con tal de comunicarse con sus semejantes.

Un 99% de ellos ya los he eliminado. Menos unos pocos, los que no incluyen datos personales y además se refieren al asunto, los demás serán borrados a medida que lleguen. El problema es que en cientos de sitios no se borran con lo que todos esos datos están pululando por la red a disposición pública, con lo que eso conlleva…

Por ello, al igual que es normal decirle a los más jóvenes que no hablen con desconocidos, también sería muy beneficioso que aquellos que proporcionan las herramientas para conectarse realizasen una pequeña tarea de formación con los que empiezan a salir por la red. No estoy hablando de imponer regulaciones, censuras o zarandajas de este tipo. Tan sólo me refiero a las pequeñas normas básicas. Puro sentido común.

Como en la vida real, la virtual también tiene problemas y se trata de no ponérselo fácil a los «videntes» catastrofistas de siempre.

Publicado por Chiqui el 21 de junio de 2007

Una de las portadas de Marca¿Qué pasaría si mañana en la portada de El País o El Mundo apareciera a cinco columnas la exclusiva de que Rubalcaba va a abandonar el PSOE para afiliarse al Partido Popular?, ¿o que Angel Acebes piensa reconvertirse al islamismo y en breve pasará a llamarse Mohamed Abdul Acebeera?

De ser cierto, sería el scoop del año. Pero si sólo se tratase de un bulo, el escándalo sería mayúsculo, las demandas volarían, rodarían cabezas y la rectificación sería inmediata.

Pues bien, eso (bulos y más bulos) se publican todos los días en la prensa deportiva -a menor escala, por supuesto- y no pasa nada de nada.

Los cuatro diarios deportivos más importantes de España (Marca, As, Sport y El Mundo Deportivo) y, por ende, casi todos los demás, abren casi diariamente (y más cuando no hay competición de por medio) con fichajes imposibles, acuerdos prácticamente cerrados y rumores «confidenciales».

Que se confirman (una ínfima parte de ellos), estupendo. Al dia siguiente, la coletilla de rigor: «Como ya anunció …………… (póngase en la línea de puntos el nombre del periódico)». Que no se produce, oye, pues nada, se inventan otro más grande aún si cabe que tapa al anterior y a otra cosa. De tantos como sueltan, alguno aciertan.

El rigor brilla por su ausencia, el rumor se convierte en noticia automáticamente y todo vale con tener una portada más impactante que el contrario. Las opiniones están siempre condicionadas por el color de la camiseta de sus lectores.

Lo curioso es que la mayoría de sus lectores no penalizan este tipo de comportamiento. Los siguen comprando como si fueran el Oráculo de Delfos creyendo a pies juntillas lo que les dicen. Y claro, los editores encantados.

Tema aparte merece el fomento de la violencia, el forofismo y la rivalidad malsana que estas publicaciones hacen diariamente. Ejemplos de todos los colores se pueden ver a patadas en la imprescindible Libreta de Van Gaal, azote de este tipo de periodismo tan dañino para aquellos que sólo ven la realidad a través de sus páginas.

El deporte no se merece eso…

ACTUALIZACIÓN 24/06/07: Gracias a Cavalleto, se puede ver un ejemplo de lo antes expuesto de forma mucho más gráfíca.

Publicado por Chiqui el 19 de junio de 2007

UbuntuHe de reconocer que mi relación con Linux ha sido, como las armas de destrucción masiva en Irak, inexistente. En el trabajo, el entorno de las ventanas campa a sus anchas y si quieres conectarte desde casa para trabajar desde allí, tampoco tienes otra opción.

Así que nunca he tenido ni el tiempo suficiente ni, para que voy a negarlo, las ganas necesarias para lanzarme a descubrir el bonito mundo del pingüino.

Resulta que hace ya tiempo en la web de puntogeek, descubrí Wubi, una aplicación que permite instalar Ubuntu en un ordenador con Windows y que además no es nada invasivo. No hay que particionar el disco y se instala y se quita fácilmente. Vamos, un ejecutable que se encarga de todo. Así que decidí descargar el instalador y dejarlo en el escritorio para futuras investigaciones.

Por fin ayer hice doble clic sobre él. El proceso de instalación fue más largo que un día sin pan (tiene que descargarse unos 700 megas), pero al final lo consiguió. Además, resultó tan fácil como anuncian. Al poco rato, ya estaba trasteando por una interfaz intuitiva, muy agradable y bastante fácil de configurar, por lo menos lo poco que intenté en un par de horas. La desinstalación ya no fue tan satisfactoria, pero eso es otra historia (supongo que fue culpa mia, errores de novato).

Para ser sincero, era bastante reticente a sumergirme en profundidad. Que si es muy difícil de configurar… que si su interfaz es muy espartana… y además, el talibanismo (perdón por el palabro) de un pequeño sector de este mundillo me rechinaba. Pero realmente, me ha convencido y en cuanto tenga tiempo de verdad, no ratitos sueltos, me pongo a ello. Josemaria, prepárate…

Seguiremos informando.

Publicado por Chiqui el 18 de junio de 2007

Cartas¿Cuánto tiempo hace que no recibes una carta en el buzón de tu casa?

Sí, claro, pero ésas no valen. Las compañías de seguros, los bancos, promociones varias y «menús» del chino del barrio no te envían una carta a ti. Se la envían a un cliente y eso no cuenta.

Me refiero a esa postal que te manda un amigo desde el extranjero o a la carta de algún familiar que tienes a cientos de kilómetros. Ésas que están escritas a mano, tienen un sello de verdad pegado arriba a la derecha y te hacen ilusión abrir.

Ahora ya todo es electrónico. El e-mail está arrinconando al que no tiene «e» al principio, y Flickr y YouTube a las tradicionales postales que llegaban a la semana de regresar de vacaciones.

Claro está, éso tiene una explicación. Nosotros hemos sido los primeros en cambiar el bolígrafo y el papel por el teclado y el monitor, porque… ¿hace cuánto tiempo que no escribes tú una carta de las de antes?

Además, con tanto corrector ortográfico, SMS y más gaitas que supuestamente te hacen la vida más facil, más de uno lo pasaría mal teniendo que escribir dos párrafos seguidos de su puño y letra.

La única época del año donde el correo electrónico tiene un poco de competencia es en Navidad. La cercanía y calidez que proporciona mandar o recibir un christma no lo tiene la tinta electrónica.

Y entonces… ¿qué pasa con Correos? Pues mal que bien se han ido adaptando a los nuevos tiempos. Ahora, además de seguir atendiendo el cada vez más escaso negocio tradicional, se encarga de todo aquello a lo que no puede llegar lo digital o no está todavía no muy extendido: el burofax, todo tipo de paquetería, giros…

Pues eso, más BIC y menos «Bloq Mayús» que todo es compatible en esta vida.

Publicado por Chiqui el 24 de mayo de 2007

San Fermín 2007Hay que reconocer que los toros nunca han sido mi fuerte, aunque Rosa está logrando que por lo menos sienta curiosidad por todo lo que los rodea.

Y de paseo por la blogosfera, he visto en la bitácora de mi amigo Araque que ya se ha fallado el concurso del cartel para los Sanfermines 2007. El elegido es el de la imagen, llamado «Toro lija», obra de Javier Morón.

Me gusta y me gusta mucho porque yo, que como he dicho antes soy un completo analfabeto en temas de cuernos, asociaba este tipo de cartelería con señores toreros con sus trajes de luces dando un contenido pase de pecho o una académica Verónica, mientras en la parte inferior aparecía la lista de festejos con sus protagonistas. Y este cartel y los cinco finalistas restantes rompen con esa imagen un tanto rancia y encasillada de la composición tradicional.

A raiz de esto, he encontrado Sanferminonline. Una web donde, a demás de muchas otras cosas relacionadas con estas fiestas, se recogen todos los carteles que se han realizado desde 1.881 hasta la fecha. Interesante retrospectiva donde se puede ir viendo la evolución de este tipo de afiches.

Vïa | Un poco de cada

Publicado por Chiqui el 13 de mayo de 2007

Burkina /China

Grande Reportagem Magazine. «Conoce el mundo»

1. Burkina Faso
Rojo. Niños que mueren antes de cumplir el primer año.
Verde. Niños que mueren antes de su tercer cumpleaños.
Amarillo. Niños que alcanzan la madurez.

2. China
Rojo. Trabajando a los 14 años.
Amarillo. Estudiando a los 14 años.

3. Estados Unidos
Rojo. A favor de la guerra en Irak.
Blanco. En contra de la guerra en Irak.
Azul. No sabe dónde está Irak.

4. Somalia
Azul. Mujeres que han sufrido mutilación genital.
Blanco. Mujeres que no han sufrido mutilación genital.

Agencia FCB, Lisboa.

Somalia / USA

Vía | elvictor2001

Publicado por Chiqui el 7 de mayo de 2007

Paul WolfowitzA los jefes de estado, mandatarios y altas personalidades se les presume una cierta compostura de serie y, a los muy paletos, se les pone un asesor de imagen para que les corte el pelo, les elija las corbatas y los pañuelitos de seda. Ninguno de ellos/as es el paradigma del glamour pero si suelen serlo de la corrección en gris, del doble puño y de las joyas discretas pero de calidad. Sin embargo, siempre queda un ingobernable, el macho que no hace caso a esas tontadas de la imagen y del sobaco limpio, como el ex-halcón Paul Wolfowitz.

Este «espeso» ostenta desde marzo de 2.005 la presidencia del Banco Mundial, no por sus conocimientos económicos sino por aplicación de la regla no escrita de que el FMI es dirigido por un europeo y el Banco Mundial por un estadounidense. Aclaro esto para que se entienda que no nos encontramos ante un fino caballero especializado en los secretos de la macroeconomía, sino en presencia de un amigo del ínclito George W. al que había que colocar en alguna parte después de haber sido  embajador de EE. UU. en Indonesia o Subsecretario del Ministerio de Defensa en la administración Bush.

Y que mejor que aplicar la macroeconomía en casa y poner en práctica el eslogan de los republicanos de capitalismo compasivo subiendo el sueldo a la novia propia de origen árabe, en aplicación de la política de incompatibilidades del Banco Mundial.

No diré que esta señora no se lo merezca;  hace falta cuajo para tener algo que ver con un hombre como éste, de aseo más que cuestionable. Ya ha sido pillado públicamente dos veces en un acto de caspa grasufulenta de las que tiran para atrás. La primera de la que se tiene constancia se produce en el documental de Michael Moore, «Fahrenheit 9/11«. Antes de ser entrevistado por una televisión, este «gentleman» agarra un peine de los de goma de Turbo, se lo mete en la boca, lo unta bien en saliva y se peina para controlar unos pelos rebeldes. Ante la negativa capilar a someterse a la saliva super-glue, es un colaborador el que utiliza la suya propia para alicatar el torrao del jefe. Ni como así los doblegan, es el propio Paul el que utiliza sus glandulas salivares para vencer definitivamente al cabello subversivo. Ésta es la secuencia de los hechos.

La segunda y más sonada se produjo durante su visita a la mezquita Selimiye en Turquía. No debía saber que al entrar en la aljama tendría que descalzarse… Resultado: un bonito «tomate» en cada calcetín. Imagen ésta que por supuesto dio la vuelta al mundo. A lo mejor lo que quería es que le regalaran unos cuantos pares.

Se ve que Paul no tiene ni asesor de imagen ni abuela, de esas que al salir de casa te decían compasivas: «Hijo, ponte ropa interior limpia por si tienes un accidente, que nunca se sabe lo que puede pasar…»

ACTUALIZACIÓN 18/05/07: Paul Wolfowitz ha presentado su dimisión como presidente del Banco Mundial tras las fuertes presiones que ha recibido desde que se hizo público el ascenso y alto salario de su novia. El Consejo del Banco Mundial ha aceptado y ésta se hará efectiva el próximo 30 de junio.

Publicado por Tormento el 2 de mayo de 2007

Lecturas pendientesAndo con la concentración baja y los nervios a punto de nieve así que no puedo leer. Antes me pongo a arreglar armarios y planchar sábanas bajeras que a rematar los cinco libros que tengo encima de la mesilla de noche medio empezados, y que meto en el bolso aleatoriamente a ver si en  el metro les doy matarile.

Ante la diarrea editorial y la alta mortandad de los libros, tan pronto veo uno que me pueda interesar lo compro con la promesa de no abrirlo hasta que las otras obras salvadas de la mesa de novedades hayan pasado de la estantería de «pendientes» a la de «leídos». Esto,  la compra de estanterías para acomodar tanto tomo pendiente y los mensajes de Amazon para que me apunte a la lista de pre-compra aumenta mi ansiedad y, con ella, disminuye mi capacidad lectora.

Así que me permitiréis que comparta con vosotros mi angustia existencial, canalizándola para que no se me atoren los chakras. Para eso, hago una confesión pública a ver si alguien me da una subvención para sacar adelante la tarea de dejar a cero mi lista de libros pendientes. Podemos empezar con los de la mesilla y en concreto con el de Kawabata, «Primera nieve en el monte Fuji» que me traje de Bogotá ya hace unos meses y que comencé con la esperanza de que me desbloqueara. Kawabata es muy tristón pero de lectura rápida y confiaba en que me echara una manita, pero me he quedado encallada en un relato, «El crisantemo en la roca» en el que me dan una lección de stupas de no te menees de la que aún no me he recuperado.

También me espera desde hace un tiempo un asesinatico japónico, primero de una serie del que ya se ha publicado el cuarto (que Amazon me ha remitido puntualmente) titulado «Across the nightingale floor» de Lian Hearn. Ambientado en el Japón de los shogunes, nos cuenta la historia de los Otori que ya da para cuatro libros cuando yo ando por la mitad del primero. En mi fiebre previsora, me he ido haciendo con los cuatro en los sitios más dispares del planeta: uno en el aeropuerto de Kuala Lumpur, otro en la Fnac de Barcelona, otro en un barato de libros en inglés en la Casa del Libro de Madrid y el cuarto, en tapa dura y recientito desde el universo Amazon.  Tanto esfuerzo para tener a medias el primero.  

Y como tercer libro de esta entrega de mis angustias tengo megasobado «Suite française» de Némirovsky, de la editorial Folio, que me compré en francés porque la traducción al castellano cuesta un congo, y yo tengo mucho gasto de apadrinamiento de libros y de adquisición de estanterías como ya os he dicho. Es una obra excelente, llena de humor en tiempos muy duros, que preferiría leer en un momento de mayor concentración y mejor goce.

Tengo por delante un viaje a Rusia en el que confío para retomar algo de las lecturas pendientes, si no me toca socializarme mucho. Y es que yo no soy como la de la campaña de la Comunidad de Madrid que, a golpe de cadera y legging, nos cuenta como sale con los amigos, se pone, se tiñe de rubio y lee a Mallarmé.

Yo si leo no conduzco.

Publicado por Tormento el 30 de abril de 2007

SMS realBenditos vosotros que estáis de puente, porque vuestra será la ignorancia de todos los detalles del nacimiento real.

Vegetando estaba la buena tarde del domingo, cuando entre ida y vuelta al frigo, me asalta La Primera con un documental al estilo «Leonor, esa infanta». Gran revuelo y alharaca, que han ingresado a Letizia con zeta, como la conocían sus compis del Plus, en la clínica Ruber Internacional.

Media vuelta al bol de patatas fritas para rebañar las migas y, ¡paf! Dolce Vita-Salsa Rosa ha montado tremenda mesa de comentaristas expertos en el tema de los nasciturus reales, Peñafiel mediante. Ya nos ha nacido la infantona, vaya lata que no haya complicaciones en las que nos podamos regodear un ratito. Menos mal que se ha creado una gran polémica que nos permitirá rellenar unos minutejos de programa: la Casa Real no ha acreditado a la rueda de prensa a la revista Sorpresa ni a la agencia Korpa. ¡Cómo se atreven! Esto, bien estiradito, nos ha dado para un par de conexiones en directo, unas cuantas llamadas a los expertos de fuentes bien informadas y una comparecencia de una de las agencias no acreditadas en pleno ataque de Mccarthismo revenido.

En fin, un momento, compañeros, que sale el príncesito a decir lo de siempre: peso, talla, estado, bolsas de sangres reales para bancos de regios cordones umbilicales, somos muy felices, se llamará Sofía como mamá que viene del sepelio de Rostropovich, en cuanto al niño es pronto para saberlo, es igualita a la zampabollos de su hermana coja por culpa del Photoshop y el rey vendrá cuando le de la gana que para eso es muy campechano.

Con toda esta información ya tenemos para una semana entera de comentaristas reales: que si suda Felipe, que si está relajado el neonatólogo, que si las cuñadas se llevan de pena, que qué ilusión le ha hecho al público en el plató que se llame como la reina, tan cercana ella, que hay que ver que le pilla últimamente todo fuera como a Willy Fogg.

Que nadie se llame a engaño: a mi la monarquía – del juancarlismo no hablo- me parece una ranciez incompatible con la vida. Cualquier elemento innovador tipo princesa-periodista me parece insuficiente para dar colorcillo a una institución que muere por su propia esencia. Si esta institución se justifica por requerir toda una vida de estricta educación y sangre regia para el cargo, a ver como casa con que ahora se puede aprender con más de 30 años. Propongo que se sigan casando los rancios entre sí para ver si de una vez se nos cae la venda a los europeos y nos damos cuenta de lo insostenible que resulta tener jefes de estado sacados de la familia Von Trapp. Aunque los presidentes de República no sean menos rancios, el saber que les puedes botar cada cierto tiempo te da tranquilidad.

Ya lo aventuraba una amiga a cuento de la Letizia’s conection: «lo que me molesta no es que haya elegido a una plebeya, sino que no nos hubieran informado de que el cargo era por oposición. Si lo llego a saber me presento yo que soy más mona, hablo más idiomas y soy solterita, que tener ex-marido poeta, aparte de complicar el protocolo, es una horterada» -pido perdón el gremio de los poetas ex-maridos en su nombre-.

Yo que soy más bruta y con menos pretensiones (así me va) grité henchido el corazón Vive la Republique!

Publicado por Chiqui el 27 de abril de 2007

El día de la marmotaUna nueva moda se ha instalado en todas las parrillas de las cadenas de televisión: las repeticiones. El caso más flagrante es el de Los Simpson: en 13 años se han emitido solamente 371 capítulos, pero se han programado en 6.300 ocasiones. Lo que hace que de media se haya emitido cada capítulo…  ¡17 veces!

Casos extremos aparte, ya no se respeta ni el «prime time«. En Telecinco, por ejemplo, desde que Crónicas Marcianas desapareció de la parrilla, y tras varios programas frustrados, las repeticiones nocturnas de Los Serrano, Hospital Central, CSI, Aida, 7 vidas (que en paz descanse) o El comisario se prolongan casi hasta las dos de la mañana, emitiendo tres capítulos diferentes contando con el de estreno.

Cuatro o Antena 3La 1 tampoco son ajenas a esta moda. Series como House, Aquí no hay quien viva, Cuéntame o Anatomía de Grey repiten episodios mezclando temporadas anteriores. Una especie de «Día de la marmota» pero de andar por casa.

La Sexta, recién llegada, todavía no ha tenido tiempo de subirse al carro, aunque con Prison Break apunta maneras…

Caso aparte es el de los telediarios. A no ser de que por la tarde se produzca una noticia de calado, todos los telediarios nocturnos son una copia en un 80 ó 90% de los del mediodía. Supongo que piensan que quien no ve el informativo de la hora de la comida, ve el de la cena y viceversa y por eso no se preocupan ni siquiera en actualizar las noticias o darlas otro enfoque. Fusilan sin piedad hasta las entradillas de los presentadores.

Tal es el interés por esto de ahorrar costes que aprovechan hasta que la Fórmula 1 se celebra a horarios intempestivos para «reponerla» dos horas más tarde a una hora más comercial.

Ya sólo queda esperar a que aparezcan Chanquete y compañía…

 

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