Mi madre siempre ha odiado vestir de negro, el membrillo y el pan integral porque le recuerdan a la guerra, a los lutos eternos y a las señoras de pueblo de media tupía al estilo groña-que-groña. Servidora que tiene más tontería que un mueble bar, ve el negro desde la perspectiva parisina modelo lelo-chic… La verdad, amigas, es que me visto mucho de negro porque a) combina con todo b) adelgaza una barbaridad.
Ayer en ARCO, donde el jefe me mandó con una tarjeta VIP revenida (le habían mutilao un pico a cambio del catálogo), una señora de cardao semanal comentaba a su amiga, viuda como ella, mientras me señalaba: ¡es que esta gente del arte viste toda de negro!. Casi me da un tronche y las invito a una cervecita por la chispilla.
Pero no hizo falta porque ya te invita a vino la Generalitat Valenciana, o a helados Häagen Dazs, o a tumbarte en el suelo a ver la capilla sixtina a «rotu» el Gobierno de Cantabria o a bolsas con pastillas para la tos los de Ibercaja . ¡Este ya no es mi ARCO, que me lo han cambiao!. Mucha bolsera, mucha choni, mucho juventío de extrarradio de casting de «Fama a pintar» y mucho lienzo, que no están los tiempos para video arte y chorradas similares.
En mi vida filogay, siempre fui muy de ARCO pero al estilo snob antiguo que siempre se requirió para ir a esta feria. Nunca pagué, siempre fui a la inauguración por la patilla y siempre me pasé una risión a escondites a costa de alguna mierda embotellada conceptual. Aún recuerdo un mono de trabajo hecho con compresas (con alas por supuesto) que hubiera quedado ideal al lado de mi samurai de plástico.
ONG PSI. «Los condones pueden causar arrugas | Mes de concienciación sobre el sida. Vive para celebrarlo año tras año». Agencia Ogilvy & Mather, India.
Tan solo son dos minutos y cuarenta y cuatro segundos, pero que par de minutos… Están repletos de acción trepidante, tensión dramática asfixiante y unos efectos especiales que para si los quisiera la original.
Impresionante remake de la película de George Lucas en donde no se ha reparado ni en gastos (zapatillas Victoria para ella y kit de telefonillo en el pecho para él), ni en medios (hasta espadas láser semiautomáticas con encendido retardado y sectores fundidos). Especial atención merece la coregrafía ideada para la angustiosa pelea a muerte.
Para que luego dicen que en España no se hacen hacen buenas series…
Aunque lo parezca, el local de la foto no es el tradicional restaurante italiano montado por honrados hosteleros con morriña de su ciudad natal.
Resulta que ¡Ostia! es el típico bar de tapas español de toda la vida… pero en medio de Manhattan. Y que más castizo que bautizarlo con, y según su definición, «una palabra que simboliza el espíritu de los españoles» (sic). Eso sí, como estamos en América y la hache es muda, pues se la quitamos y santas pascuas.
Para justificar tan hispánico y arraigado término en su web ponen ejemplos tan esclarecedores como este: «Si estás enamorado de alguien especial , dirías Tu eres la ostia», o éste otro «Si estás enfadado con alguien dirías «Te voy a dar un pal de ostias!» (I will give you a few lumps to the head).
Pues eso, si vais a la capital del mundo y queréis que por una copita de Fundador os peguen una bonita hostia de 10 dólares, éste es vuestro destino.
Ha llegado el día. Hoy, Barack Obama se convertirá en el cuadragésimo cuarto presidente de ese lejano y desconocido país llamado Estados Unidos.
Y lo hará, en parte, por haber sabido manejar mejor que nadie los nuevos métodos de comunicación masiva y utilizarlos para movilizar a la gente hacia su causa.
Casi no hay red social donde no haya estado presente (Facebook, LinkedIn, Flickr…) e internet está repleto de videos, fotos o webs de este demócrata, éso por no hablar de la famosa canción Yes, we can, que ya es un casi un clásico.
Eso sí, a partir de ahora tendrá que demostrar que esa excelente y orquestada campaña online que le ha llevado a la Casa Blanca tiene continuidad y no se queda sólo para tiempos de elecciones y que tan bien conocemos por estos lares. Si avanza en la sociedad conectada, algo nos llegará a nosotros.
Por cierto, si quieres «obamamizarte» (como yo en la foto) con el famoso cartel de Shepard Fairey, no tienes más que pasarte por Obamicom.Me. Subes una foto y listo. Serás todo un icono «pop».
Para los que piensan, para los que componen, para los que filman, para los que escriben (…en cualquier formato), para los que dibujan, para los que programan, para los que innovan, para los que cocinan, para los que emprenden, para los que fotografian, para los que diseñan, para los que inventan, para los que sueñan, para todos… Feliz, feliz en tu año.