A la espera de los nuevos textos de Tormento en Italia, aquí os traigo un avance (y nunca mejor dicho) del cinéma vérité que es el ver pasar gente «around the world».
Tormento, en su «World Tour» anual, está pasando unos días en Roma, y me ha enviado este bonito vídeo. Está grabado con su iPhone en la Via di Propaganda, calle que conduce directamente a la Piazza del Popolo, punto neurálgico de la capital italiana. Aunque parezca mentira, está grabado a las cinco de la tarde.
Cuando leí en mi Bloglines que Bloglines desaparecía, sentí tristeza y una doble decepción. Por una lado, llevaba mogollón de años usándolo y supongo me dará pena llegar por la mañana y no poder volver a abrirlo. Por otra parte, un montón de enlaces, ideas, cosas que me hicieron sonreír, disfrutar o simplemente entretenerme y que guardaba allí se irán con el lector de feeds a mejor vida.
Por eso, y a modo de homenaje, voy a intentar abrir el cajón de mis «keep new» y hacer un refrito de algunas cosas que se han quedado durmiendo el sueño de los justos. Muchos de ellos, desgraciadamente, ya los he ido perdiendo por el camino. A partir del uno de noviembre no estarán en ningún sitio.
El ignoto mundo de las audiencias televisivas, por primera vez al descubierto. En este corto, Alejandro Pérez Blanco ha descubierto una persona que tiene… ¡un audímetro en su casa! Además, el muy osado, cuenta como funciona.
Mantener un negocio durante cuarenta años y lograr ser una de las marcas de ropa más populares de los Estados Unidos no tiene precio. Tampoco lo tiene conseguir levantar más de 1400 tiendas alrededor del mundo. Y la pera ya es conseguir que tu marca sea reconocida, aceptada y valorada.
Pero que te rediseñen el logo y te hagan esto, sí tiene precio: la cárcel.
ACTUALIZACIÓN 13/12/2010. Afortunadamente, se lo han pensado mejor y ahora dicen que prefieren el antiguo. Menos mal.
Telecinco puede haber conseguido la cuadratura del círculo. A saber: consigue llenarse los bolsillos de euros con productos de muy baja calidad pero con una rentabilidad sobresaliente. Los únicos costes con los que ha de enfrentarse es a los salarios no excesivamente altos (relación calidad/precio) de algunos colaboradores y profesionales de la caspa. Los modernos «polemistas».
Haz la prueba. Pon Telecinco cualquier día de la semana a cualquier hora. Tendrás un 80/85% de posibilidades de encontrarte un programa eufemísticamente llamado «del corazón». Toda la programación de «la cadena amiga» gira en torno a divorcios, malos tratos, cuernos y cuitas similares.
Teniendo en cuenta que entre «El programa de Ana Rosa» y «Sálvame diario» capitalizan ocho horas diarias de la parrilla, si quitamos los pseudoinformativos (solo son noticiables los sucesos) y los infocomerciales, la programación exenta de sangre, higadillos e infidelidades se reduce a un par o tres horas diarias (en el mejor de los casos).
Además, entre esos mismos programas se retroalimentan. Crean polémicas falsas, discursiones preparadas y fabrican personajes ficticios para su posterior linchamiento. Así, lo que pasa en uno se analiza hasta la saciedad en los demás, consiguiendo así más horas de telecarnaza, y lo que es más interesante, a coste cero. Ha sido objeto de sesuso estudio hasta un desmayo del ínclito Dinio durante una brutal y desgarradora huelga de hambre de ¡cuatro días!
Lo malo es que las de las demás cadenas (privadas) están aprendiendo rápidamente y pronto todas serán así.
Dios nos pille confesados y con el YouTube a mano…
Ya han pasado 9 años desde que cambió el mundo tal como lo conocíamos.
Era el 11 de septiembre de 2001. Pasaban unos minutos de las tres de la tarde y yo estaba comiendo en un Gino’s con @gbelinchon comentando que podía hacer una semana más tarde que aterrizaba en JFK.