Con la llegada del fútbol televisado casi a diario y a casi a todas las cadenas (sólo falta que la Copa Municipal de Navahondilla la televise la cadena de Federico Jiménez Losantos), la proliferación de comentaristas con ínfulas, entrenadores en paro y ex-jugadores que quieren ser entrenadores se multiplica exponencialmente.
Lo de los comentaristas ya lo tengo descontado. Aunque Robinson y Martínez pequen (ojo, a mi juicio) de ser un poco culés, son los mejores con diferencia. Los demás, cada uno con su estilo tienen un común denominador todo ellos. Son demasiados histriónicos y solo sirven para alimentar la guerra entre la COPE y la SER y obligarnos a tener que elegir que emisora sintonizamos para no aguantarlos.
Y luego están los que no son profesionales del micrófono. Sus comentarios, en vez de ser instructivos y compartir un poco de la sabiduría que se les supone, están lleno de lugares comunes y frases hechas. Fundamentalmente, se dividen en dos: los ex-entrenadores, lógicamente en paro, que nunca hablan claro y son puñeteramente ambigüos («se están dejando la piel pero tienen mala suerte»), usan el condicional («si el arbitro hubiera pitado penalti…»), e intentan no herir a nadie, que nunca se sabe cuando pueden destituir a un compañero de profesión para ponerle a él.
Por último, los ex-jugadores. Salvo contadas y notables excepciones, Dios les concedió unas piernas estupendas para dar patadas a un balón pero todo lo que le dio de más en las extremidades inferiores, se lo quitó a la hora de hablar en público, micrófono mediante.
Creo que hubo un tiempo en el que Canal+ ofrecía la posibilidad de ver el partido escuchando tan solo el sonido ambiente del estadio. Sería una buena medida para ambas partes. Por un lado, la cadena se ahorraría un montón de costes (desplazamiento de los comentaristas, dietas, salarios…) y el espectador podría disfrutar de su espectáculo deportivo favorito sin tener que soportar a unos comentaristas haciendo constante autopromoción de la cadena y a unos invitados que además de tratar a los telespectadores como tontos también se creen que son ciegos.
La prensa deportiva (tanto madrileña, como catalana, como incluso la valenciana) está alcanzando cotas subrealistas. En esta ocasión, le corresponde a El Mundo Deportivo desafíar la inteligencia media de sus lectores, sean o no seguidores del Barcelona, con titulares como el de la imagen. El artículo lógicamente no se atreve a firmarlo nadie.
Seguro que si además de expulsar injustamente a Albiol, echa también a Casillas por atrapar el balón dentro de su propia área y deja al equipo con nueve, este diario hace campaña para que Florentino le conceda la insignia de oro y diamantes del club. Ver para creer…
A los interesado en este tipo de desmanes «deportivo-periodísticos» les recomiendo la lectura en profundidad de La libreta de Van Gaal, una estupenda bitácora sobre el asunto.
Logotipo de la candidatura conjunta de Portugal y España para organizar el mundial de fútbol de 2018. Curiosamente, de las 10 candidaturas que compiten por esta nominación sólo tres de ellas no cuentan con página web. Una de ellas es esta candidatura.
La imagen de la izquierda corresponde a la portada (en papel) del diario deportivo As del 3 de octubre de 2009. A la derecha, la portada digital del mismo diario de la misma fecha a eso de la siete de la tarde.
Toda persona humana que entra a trabajar en una redacción sabe que cuando las noticias no están confirmadas no se publican y menos en portada. Si esto ocurre alguien vendrá y te sacará los colores. Aunque seas tú mismo.
Pues nada, donde dije digo, digo Diego… así todos tan contentos y a otra cosa, mariposa.
Como una experiencia religiosa se han tomado en Brasil la enésima recuperación de una bestia del balón como es Ronaldo.
Por ello, y con el uso de algún que otro ordenador, se han juntado parte de lo más granado del fútbol actual y pasado para cantar y homenajear este milagro futbolístico.
Participan Romario, Weah, Zidane, Figo, Beckham, C. Ronaldo, Roberto Carlos, Henry, Maradona, Cannavaro, Ronaldinho, Messi, Rivaldo, Kaká, Baggio, Pelé y algunos más. También han querido estar Berlusconi, Lula o el mismísimo Papa.
Hasta ahora, los 45 minutos que duraba cada período de un partido de fútbol eran terreno vedado para la publicidad. Lo más a lo que se habían atrevido era a sobreimpresionar esas molestas franjas horizontales con mensajes visuales. Eso hasta ahora…
El partido de la Premier inglesa que retransmitió el sábado pasado La2 (por cierta, pública) y que enfrentaba al Fulham y el Manchester United fue el primero en que se dejó de ver el partido para insertar un bonito mensaje publicitario (de Burguer King concretamente).
Éste ha sido el primero. Pero tras él, poco a poco y cadena tras cadena, irán apareciendo más y más cortes publicitarios en los diversos lances del partido en los que el juego esté parado. Llegará un momento en que tras una dura entrada de un defensa, se cortará la imagen y aparecerá eso de «Esta falta ha sido patrocinada por Sanitas».