Archivos de la categoría ‘Crítica libros / cine’

Publicado por Tormento el 2 de junio de 2009

nunca-es-tarde-para-enamorarseIba a empezar el post de hoy hablando de las bondades del vuelo de Air France en el que vine desde Pekín y en donde, aparte de tratarme como Madame Sarkozy, tuve a mi disposición un entretenimiento a bordo de lujo asiático. Mientras que KLM tiene unos aviones del pleistoceno, un servicio de a bordo tirando a triste y una comida penosa, Air France tiene aviones nuevos, espacio para las piernas y champagne, de garrafón pero champagne al fin y al cabo.

Iba a hacerlo pero se me ha helado la sangre al ver la noticia del vuelo de esta compañía que venía de Río de Janeiro y que ha desaparecido de pronto de los radares sin dejar rastro. Para los «viajeros frecuentes» que tantos brincos hemos dado en el aire, ver que no funciona la regla de que los aviones, una vez despegados, no se caen sino que hay que tirarlos, nos deja tiritando. ¡Cuánto se queja uno en un viaje largo y cuántas veces te olvidas de que lo importante es llegar! No me quiero ni imaginar esos últimos segundos ¡Espantoso!

Así que desde esta perspectiva terrible, este tostoncillo de historia de amor para Paquis solteronas no pasa de ser  un par horas aburridas. Dustin Hoffman sigue siendo Tootsie aunque sin el pelucón y la blusa de lazada (¿se le ha quedado un tic de pájaro carpintero o me lo parece a mi?); y a la siempre sólida Emma Thompson le ha caído un personaje de mierda, en la línea de machismo light que tanto reponemos. Parece bastante triste que una mujer con el físico de Thompson vea al enano Hoffman como su «last chance». Personalmente, no le veo el romanticismo por ninguna parte.

Consejo: Nunca es tarde para salir huyendo de esta peli.

Publicado por Tormento el 1 de junio de 2009

critica_de_argentinaTras años de contar subjetividades y chorreces en este bloguezuelo, me alegra que la estupenda defensora del lector de El País, al fin y sin quererlo haya encontrado mi sitio en el mundo.

Parece que, como Boyero, estoy en el sector de la «crítica de sensibilidad». O lo que es lo mismo: que decimos lo que nos sale de lo alto de la peineta mismamente.

Boyero y una servidora, al parecer también, creamos un personaje, aunque a él le manden con los gastos pagados a torcer el morro a Cannes y a mi me vistan de japonesa y me toque hacer el café los lunes, miércoles y viernes. Y, lo que es definitiva demostración de la distancia que nos separa -a pesar de compartir la sensibilidad crítica-: que a él le casca Almodóvar por darle caña con el tostonazo de Los Abrazos Rotos. Esto, como comprenderéis,  ya es definitivo.

Así que, como el jefe está en plan sabático, esta semana os vais a tragar las críticas de las pelis que  he sufrido en silencio y que, aunque revenidas, aún están en cartelera. ¡A sufrir como los grandes!

Publicado por Tormento el 24 de mayo de 2009

Resignaos ¡he vuelto! Tras un par de semanitas de disfrutar con gente seria en este blogosférico rinconcillo, se os ha acabado el chollo. Como os decía, he vuelto: de la China, de donde vienen las naranjas, las copias y los viruses; de mis líos personales (que no os pienso contar ¡so cotillas!); y a las salas de cine, a pesar de que no lo subvencionan como comprarse un coche.

Podría haber ido a ver algo más sesudo como Noche en el Museo 2, pero como la púrpura me tira, y aunque no era estreno, acabe en «engels an dimons«, que yo ahora lo pronuncio todo en inglé.

Como dato introductorio os diré que, en esta línea intelectual que me caracteriza, volví a la lectura en la lengua de Dickens con el Código Da Vinci y la continúe con la mencionada Ángeles y demonios. Lo hice por dos motivos: la traducción era más cara y, estándo las dos tan mal escritas, da  menos vergüenza en inglés que en español.

Pues bien, si uno ya está curao de espanto porque ha leído el libro (lo de la antimateria en helicóptero tiene su miga), esta plana película hasta le entretiene… sobre todo si la comparas con la del Código Da Vinci, uno de los grandes tostones de los tiempos modernos …. si bien no llega al caballo de dos patas (o algo así) que estrenaban este viernes y que es lo más en lo que a nausea aburrística se refiere.

En mi descargo he de decir que llevaba yo un par de semanas tan malitas que cualquier mierda que me hubieran puesto delante me habría emocionado tanto como a un concursante de Supervivientes que le invitaran a comer en un Wendy’s. Hay un momento en la vida que aprecias lo que tienes aunque sea a Tom Hanks con la línea de los implantes capilares en «presenten armas». En su descargo diré que en esta película está lejos de estar tan ridículo y tan mal peinado como en el Código.

PD. Al de Muchachada Nui que subió conmigo en el ascensor del ACTEÓN, una cosa te tengo que decir: chato, si alguien entra en el ascensor cargada con las palomitas, la entrada, el bolso y apagando el móvil con los piños, no es que haya caído rendida a tus pies y te vaya a pedir una camiseta autografiada. No te gires, pues, en plan Pantoja huyendo de tu público ¡so botijo! tal vez necesite que le marques el botón del piso al que va. ¡Si es que ya no queda educación …!

Publicado por Tormento el 19 de abril de 2009

La sombra del poderAnda el jefe con el corazón partío, como el Julián de la Verbena de la Paloma, ése que, además de tener madre (¡Julián, tiés madre!) era un honrado cajista. Pues él, que está hecho de papel y tinta, anda enganchao en esto de la blogoplaxta y nos tiene a toda la redacción (lo que viene siendo una esquina del cuarto de estar, gire a la derecha de la mesa camilla y deje atrás el perro de porcelana de tamaño natural) estresaos con que se va a China y no tiene con que rellenar.

Esa tensión es el corazón de La sombra del poder, peli con redacción al fondo, de las que me molan tanto como las que tienen sala de juicio incorporada. Russell Crowe, hecho una «gocha», como dicen en el pueblo del padre de esta servidora, representa el periodista analógico, que conoce a sus fuentes y las cuida, que cree que las noticias están en el mundo real, que internet no es autocomprensiva. Sin embargo, conocer al objeto de tu noticia ¿no hace que corras el riesgo de la parcialidad, que tengas la tendencia a decidir que lo que le perjudica no es relevante?

La chica (cuyo nombre no me he molestado en memorizar) es la blogger del Capitolio del períodico, una hiperactiva que no pisa la calle y que no dedica mucho tiempo a la profundidad. Todo va deprisa, el escándalo vende más que la noticia de largo recorrido y si no pones tú el rumor ya lo hará otro. ¿Para qué ir a perseguir la noticia si todo lo que necesito esté en la pantalla de mi Mac? Pero si uno tiene sangre de periodista tanto da donde publique, aunque, el papel, con su erótica de lo escaso, da lo que la abundancia de lo electrónico aún no proporciona.

Mientras, Crowe se queja a Helen Mirren, directora del periódico de pega, de que su ordenador tiene 15 años y que la blogger podría lanzar un misil con la tecnología que el periódico pone a su disposición. Ésta le contesta: no te quejes, es barata, no se queja y escribe un artículo detras del otro, no como tú.  No sé porque me da que esto se dice mucho últimamente en las redacciones más selectas.

Y de fondo Halliburton (no se llama así, pero es Halliburton) privatizando la guerra y tomando EE. UU. desde dentro.

Escala popcorn: 7’5

Consejo de la tía Tormi: quedaos a los títulos de créditos finales si nunca habéis pisado una rotativa. Es igualica a la de El País.

Queja de la tía Tormi: No vuelvo a un cine de centro comercial por mucho que se estiren las piernas hasta la altura del sobaco. La gente entra pertrechada del Carreful con todo lo que cruje, huele y pringa, y claro, se cree que el cine es su salón comedor  y comenta a todo volumen. Así no se puede, oiga.

Publicado por Tormento el 16 de abril de 2009

WolverineSi, esto es un suponer, hubiera caído en mis manos como quien no quiere la cosa Wolverine, diría, ya digo si la hubiera visto, que tendría su guasa ver aviones informes grises sobre masas metálicas, islas a medio hacer, dummies digitales que brincan atropellados por trailers cargados de troncos de árboles, pistolas inexistentes, luchas al borde del croma, actores haciendo equilibrios en cajas que simulan los bordes de una chimenea digital que parece una obra del pozero o cables y arneses que aparecen, desaparecen y se desenganchan para permitir a los actores hacer cabriolas hong-kongnesas.

Tan distraída habría estado viendo tanto cable suelto que casi ni me habría fijado en esa que es la obsesión que me mantiene noches enteras desvelada, esos pectorales de mi Hugh, esos que la criatura no pierde oportunidad de enseñar, esos que, doy fe, no son digitales.

¿Qué opinaría de la película si la hubiera visto? Pues lo mismo que de un blazer hilvanao, con las mangas sin pegar, viéndosele la entretelilla: que habría que verlo acabado. Aunque cuando la tela es mala y el corte pobretoncete, el tergalillo no mejora mucho aunque esté terminado.

Todo esto, señores de la MPAA, si la hubiera visto, claro.

Publicado por Tormento el 12 de abril de 2009

Señales del futuroY luego querrán que vayamos al cine, ¡si es que las salas ya no pagan ni la luz! Se cortó la proyección a la mitad de Los abrazos rotos, de La Lista y ahora de  Señales del futuro.  ¿Será una señal de que nos vamos a quedar sin energía y todas las bibliotecas que hemos tirado por culpa de Google las vamos a tener que recuperar de los contenedores de papel por falta de electricidad para encender el «Pasokon»- uséase, personal computer en japo?

Menos mal que, según esta película que empieza prometedora y acaba de risa, la humanidad se extingue por culpa de lo que viene siendo un erupto solar.

Alguien debería de decirle a Nic, aparte de reiterarle el tema de su calva de Nancy, que si ve un guión en el que al final, sin venir a cuento, aparecen los extraterrestres, huya en dirección contraria. Entre las apariciones bizarras de la Virgen y estos giros argumentales cuando los guionistas no saben como salir del jardín en el que se han metido sin la ayuda de nadie, vamos a acabar todos cazando gamusinos.

O de Maria Antonia Iglesias en La Noria, con su aire de exorcista de Poltergeist.

Publicado por Tormento el 5 de abril de 2009

La lista– Ave María Purísima.
– Sin pecado concebida, Maria Santísima.
– En pleno inicio de Semana Santa, confieso Padre que he pecado contra el sexto mandamiento.
– ¿Sola o acompañada?
– La verdad es que muy acompañada, Padre.
– Pero ¡qué es esta desvergüenza! ¿¡Cuantas veces y con cuanta gente!?
– Así a ojo con bastantes: habría en la sala unos 45 cardados, 88 dentaduras postizas y unas decenas de bragueros…
– ¿?
– Sí, Padre, antes de que me mande tres padresnuestros y cinco avemarías y me excomulgue por gerontofilia en grado de orgía, le diré, Padre, que en el pecado he llevado la penitencia. No se lo niego.

Iba yo, concupiscente perdida, arrastrada por la lujuria y llena de deseo carnal con la única intención de verle los abdominales a Hugh Hackman.

Y ahí, en pleno pecado, recibí toda la ira del Altísimo: por 10 segundos de abdominales (¡qué tableta, Válgame el Cielo Bendito!) recibí dos horas de sopor, cabreo y vergüenza ajena. Que saliera esta, nuestra capital fotografiada como por Pedro Lazaga con final insuperablemente malo entiendo, Padre, que fue la vuelta de tuerca del cilicio de muslo que me faltaba para la tarde.

A este paso de autoflagelación y de estrenos de Hugh es que no voy a ganar para medias. No sea duro conmigo, Padre, que entre las palomitas, la bebida y la entrada además me soplaron 15 euros.

– Bueno, bueno, visto así, tus actos han sido impuros pero la verdad es que Dios ya te ha castigado en suficiencia. Ego te absolvo a peccatis tuis in nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti. Que sepas que esta vez te vas sin penitencia, pero no me peques más. Haz como yo y bájate las películas del Interné.

Publicado por Tormento el 22 de marzo de 2009

Los abrazos rotosPedro, yo te entiendo. Los que somos creadores del arrabal, con tendencia a la repetición, acabamos abrumados por nuestra inabarcable cultura y nos vemos obligados a colocarla en abundancia en todas nuestras obras para disimular que ya no se nos ocurre nada que contar.

Véase esta seccioncilla, falta de ideas y llena de astenia primaveral y ganas de irse de crucero fino a Papetee. Como tú, tengo una musa para justificarme: la tuya es Pe, llena de pecas y mohines; la mía soy yo misma -que aquí andamos muy escasos de presupuestos-, una mezcla de la Terremoto de Alcorcón y Cuca García de Vinuesa (DIGRESIÓN/ a la que, por cierto, sigo con fervor episcopaliano en la isla «buchingué» con la no disimulada esperanza de que ponga a los demás concursantes a cantar el «¡alabaréee, alaberé, alaberéee, alabaré, alabaré a mi señorrrrr! FIN DE LA DIGRESIÓN).

Así que, Pedro, no te lleves berrinche si te digo que tu última película es una gasufulencia vacía que da mucha vergüencita ajena. Yo tengo la excusa de que una vez a la semana me tengo que hacer la original, pero tu , Pedrooooooo, chato, tú que has echao un par de años en este «proyecto» ¿cómo te has escrito unos diálogos tan ridículos? Si es que hasta Douglas Sirk y Sandra Dee parecen de una sobriedad castellana al lado del almibar y la absurdez de los de esta película. Y esas chapas monologantes de los personajes que no vienen a cuento: la del hijo down de Arthur Miller, la de los vampiros de diario (¡hay que ver más True Blood!), la de la Portillo en el Chicote… Y ese «Luke soy tu padre»…. Y ese dramón ridículo de culebrón barato… Ay que penita de guión, Pedro, de verdad te lo digo.

Sólo se salvan los momentos en que vuelves a ser tú: esa lectora de labios con tono notarial o esa revisión de «Mujeres..» tan llena de referencias para los que te seguimos desde siempre.

Pedro aceptémoslo: ambos dos somos de registro cómico-delirante, pero lo serio no se nos da ¡qué le vamos a hacer!

Y que sepas que no te perdono que me obligues a estar de acuerdo con Carlos Boyero. Esto no se me hace, Pedro, esto no-se-me-ha-ce.

Publicado por Chiqui el 17 de marzo de 2009

Aunque muchas veces lo olvidemos, los malos de las películas también tienen familia. Eclipsados por la fama de su allegado, las vidas de muchos de ellos son igual de interesantes o incluso más.

Es el caso de Chad Vader, hermano menor de Darth Vader y por ende, tío de Luke Skywalker y la princesa Leia, que se gana la vida trabajando de encargado en el Empire Market, un supermercado de barrio de la América profunda.

Aunque no es tan conocido como su hermano (se emitieron sus andanzas en la tele pero la serie fue cancelada en el segundo episodio), ha encontrado su sitio en internet, donde ya se pueden ver los primeros capítulos de la segunda temporada. En YouTube se pueden encontrarla primera temporada subtitulada al castellano (ojo, algunas de las traducciones  y transcripciones son malas, muy malas).

Realmente  divertido.

Chad Vader Temp. 1 | 12345678
Chad Vader Temp. 2 | 12

Vía | La Brújula Verde

Publicado por Tormento el 15 de marzo de 2009

A ciegasLlevada por esa obligación moderna de leer lo que se debe, adquirí una «carretá» de libros en formato bolsillo de la insigne escritora «Sara-Mago» y me puse las gafas de pasta para leérmelos de una tacada y poder opinar con conocimiento de causa.

Tras 20 páginas del primero de ellos no pude continuar. Es la primera y única vez en mi vida que devuelvo cuatro libros sin abrirlos (menos el de las 20 páginas). Normalmente me aguanto con la compra y los endoso. Pero en este caso, me pareció una crueldad innecesaria.

Esta incapacidad de leer a Sara dice tanto a favor de «ella» como en mi contra, porque por algo le habrán dado a «ella» el nobel y a mí los hoygan me canean al grito «no tienes ni puta idea de cine». En fin, como diría  un concursante de Gran Hermano en posición desafiante de jotero mayor ¡ésto es  lo que hay!

Así que, imaginaréis, no estoy en condiciones de decir si A ciegas – adaptación de una de sus obras-,  es mejor, peor o diferente al libro. Lo que sí os diré es que es una pelicula que te mantiene sentada al asiento churretoso del cine de la calle Montera por aquello de «no me vaya a levantar y pase algo». Y así te tiras toda la película esperando, y venga a «de esperar», y pasan cosas que esperas que pasen con algún motivo y al final te preguntas a que ha venido todo eso. Será que ando con el detector de mensajes profundos un tanto atrofiado, y como no he leído a Sara-Mago me faltan las claves.

Sólo los ronquidos de mi pirado de plantilla -ése que le grita a la pantalla y nos da la tarde- consiguieron mantenerme distraida.

Si es que en el cine se hacen amigos para toda la vida.

 

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