Archivos de la categoría ‘Crítica libros / cine’

Publicado por Chiqui el 14 de noviembre de 2011

Mi actor favorito es Torrente, mi película favorita Torrente, y la actriz, la de, como se llama la de pescadera, tío, la que se pone a chillar, tío… ¡Torrente, Torrente!, una que se pone ahí a pegar gritos pero no me sé el nombre.
Daniel Güiza, jugador de fútbol, ex-marido de Nuria Bermúdez y cinéfilo apasionado.

Vía |Bar Deportes

Publicado por Tormento el 20 de febrero de 2011

Siguiendo el formato estandar ISO 83900 My Mother’s Sayings Management, parte 2, yo también he sido joven y bailarina, no tan mona como la Portman pero con un elegante empeine. Tan frágil era yo que me he pasado todo Cisne Negro recordando las torceduras, las lesiones de ligamentos cruzados, las uñas perdidas y halladas en la punta de la zapatilla y las batallas por ver quien llevaba las medias mas raídas y a quien le quedaba mejor el cache-coeur.

Todavía me veo en el espejo escrutándome el cuerpo en busca de una grasa inexistente, rodeada de prodigios físicos que eran capaces de hacer equilibrios imposibles sobre tobillos feísimos pero como salidos de Megaestructuras; y de ese profesorado sin piedad dotado de un bastón para llevar el ritmo, que en realidad valía para arrearte en cualquier cosa que sobresaliese.

Y es que no se baila montada encima de unas puntas minúsculas, sin caerse y sonriendo, siendo blandengue y pasando el ratejo. El ballet profesional es de tal dureza que hay que desconfiar de alguien que haya sobrevivido a semejante entrenamiento sobrehumano, puede ser letal.

Así que desde este pobre conocimiento, puedo afirmar que una bailarina como la Portman de Cisne Negro, de las que hay a porrones, por mucho que alucine por el hambre y le dé al sexo lésbico (ya veo a alguno animándose), dificilmente se convierte en un par de relevés en una bailarina con alma. Por eso, porque la pretendida coreografía rompedora para la que la protagonista se ha de convertir en un putón me parece ramplona y poco interesante y porque, a pesar de discrepar de lo más granado del critequerío de este país, no hay un verdadero crescendo narrativo sino una sucesión de alucinaciones deslabazadas, Cisne Negro me aburrió lo que se dice bastante.

Si a pesar de todo sucumbís, os propongo que os entretengais intentando encontrar a Winona Rider. Esta pobre sí que ha sucumbido.

SPOILER: Unos minutos musicales de efectos visuales de la peli.

Publicado por Tormento el 19 de septiembre de 2010

Hay personas que se han pasado toda su existencia intentando superar el trauma que les causó Le Samuraï, con un Alain Delon tan crujiente como inexpresivo. Personas que aún no se han recuperado de las tardes de Carrusel Deportivo, las cámaras lentas de Peckinpah y los pantalones de campana. Seres humanos que han preferido el cine sueco antes que volver a soportar esas soporíferas cintas francesas en donde el vacío hace hueco a la pedantería. A todas esas almas torturadas El americano ha venido a despertarle los fantasmas del pasado y, de paso, a descoyuntarles el cuello en cabezada libre.

Comenzamos con tiros en la nieve y continuamos con un momento Italia profunda de encanto similar a los documentales rancios de la 2. En la sala, un matrimonio huye y la dicharrachera señora-loro de tortitas con nata de mi derecha ronca a todo trapo. La miro y parece un cadáver con sonido estéreo. Un gafapasta comienza a chistarle como si dirigiera un rebaño por la Cañada Real. Mientras, Clooney, la alegría de la huerta, nos enseña sus nuevos músculos de pre-anciano y pienso ¡qué pena, hay que ver cómo se ponen los cuerpos! intentando que este pensamiento tan sólido me mantenga despierta con la esperanza de que suceda algo con cierto interés. Y mientras continúa la siesta de mi vecina la película sigue previsible y tostón.

Lo juro sobre la biografía no autorizada de Belén Esteban: la próxima vez me levanto y me voy ¡Aunque sea profanando un cadáver roncador!

Publicado por Tormento el 18 de julio de 2010

La cosa no iba del todo mal cuando, de pronto, aparecen unos gigantes y cabezudos seguidos de cerca de unos señores cantando el «uno de enero, dos de febrero…» ¡en medio de las calles de Sevilla! El descojone en el cine fue general.

Con Google, la Wikipeda y, sobre todo, con la inestimable ayuda del borracho de Hemingway, resulta imposible ignorar, por mucho que el guionista haya nacido en la Wichita profunda, que los Sanfermines se celebran en Pamplona y que esta ciudad, Google Maps mediante, se encuentra tirando a lejos de Sevilla. Ya es la segunda vez que nos lo hace Tom y parece que su paso por Pe (ahora, Señora de Bardem) y por el bochorno de Mision Imposible/Improbable no le han hecho cambiar de hábitos. La escena es tan ridícula, los toros tan digitalmente descomunales y Jordi Mollá está tan lamentable como malo, que lo que era un entretenimiento veraniego sin pretensiones se convierte en un chiste insuperable. Después de la risión, a una le costó rehacerse.

Lo bueno es que las dichosas escenas no estan al principio, así que esta peli ligerita como una ensalada de anoréxica es una excusa para comer palomitas y estar una ratito a la fresca sin excesivo sufrimiento. Ya sé que he bajado el listón, pero mirad la cartelera antes de tirar la primera piedra talibán.

Publicado por Tormento el 20 de junio de 2010

Cuando me encuentro ante un maestro del borderío que con tanta intensidad practico, no me queda más remedio que descubrirme y postrarme en humilde sumisión. Decir que esta película es mala, cursi hasta el dolor de muelas y que ni la factoría Disney se hubiera atrevido a hacer un bodrio tan dulzón, es quedarse cortito, cortito. Así que reproduzco, por su precisión, la crítica de Jordi Ocaña en El País:

«Sin embargo, Un sueño posible se estrena hoy tras ser una de las 10 candidatas al Oscar de mejor película del año y ganar Bullock el de interpretación, así que la condescendencia se va a tomar viento: que semejante pastel, mentiroso, melifluo y fariseo formara parte de la noche de los Oscar demuestra que Hollywood se dirige hacia su suicidio artístico, industrial y ético, mientras los familiares de Bette Davis, Katharine Hepburn e Ingrid Bergman deberían devolver sus estatuillas a la Academia a portes debidos»

Ratifico: Sandra Bullock es una mezcla de la ex-alcaldesa de Marbella y las dos hermanas madrileñas petardas, horteras y bajunas que salen en ese inconmesurable programa que es Mujeres Ricas. Aprovecho para decir que me tiene completamente babicalada este grupo desigual de argentina lenguaraz, provinciana de El Ejido que monta cenas benéficas en los Salones De Torres locales y se cree que está organizando el baile de la rosa y dueña de discoteca hortera marbellí venida a menos.

¿Y que esta puñetera crisis no valga para hacer limpieza étnica? Que mal estamos.

Publicado por Tormento el 16 de mayo de 2010

No tengo excusa. Lo sé. Podría deciros que mi vida es como la del conejo de Alicia en el País de las Maravillas (¡ojito con las salidas de tono facilonas!), que ora corre descontrolado al grito de ¡No tengo tiempo, no tengo tiempo!, ora huye despavorido de la reina de corazones (como una chota ella…) y sus gritos de ¡que le corten la cabeza! Como se dice en los juicios, si utilizara estas dos excusas no faltaría a la verdad. Pero todos sabemos que un realillo de tiempo siempre queda para darle a la crítica destroyer y al lado lúdico de la vida, ese por el que no me paseo desde el año pasado.

También es cierto que el jefe se ha relajado y no me persigue por los pasillos requiriéndome la urgente entrega de este refrito con su guindilla y su poco de ajo que es la crítica de cine en Chiquiworld.

Estoy segura de que vosotros no me habéis echado ni pizca de menos (todavía no me habéis mandado un mariachi a la puerta de casa como el CQC al ex-juez Garzón) pero yo a vosotros sí. Así que, aunque sea sólo con fines terapéuticos, me voy a obligar a esto de la escritura como me obligaba (nótese el tiempo pretérito) al pilates.

Repasemos por orden alfabético:

– Alicia en el País de las Maravillas. Es una triste versión de la peli de la Disney. Ni es un Burton ni un Carrol y Johnnie se hace muy cansino. Como los culturetas, de siempre he preferido el libro. Muy recomendable también «Niñas» publicado por Lumen, en donde se repasa la sospechosa tendencia del Sr. Carroll a fotografiar menores ligeras de ropa, lo que explicaría la cara de pena de la Alicia real y que le sacara el señor padre de esta de su casa de una patada en las posaderas.

– El escritor: gusta más mientras la ves que cuando sales. Ambientes muy conseguidos pero un tanto morosa en el ritmo. No te la quedas entre tus diez favoritas ni entre las diez favoritas de Polanski… vaya, parece que la cosa sigue yendo de menoreros.

– En el límite del amor: plumbea britanada de visión insoportable.

– Exposados: por mucho que te guste Gerard Butler, está fondón y hay que aguantar a la petarda de Jennifer Aniston. Demasiado sufrimiento para cualquiera, y doble si eres funcionario y te han recortado los emolumentos.

– Iron Man 2: a pesar de que me volvió a tocar (en sentido literal) el sobador de la sala 2 de los cines Acteón, esta vez le casqué con el bolso en todos los menudillos mientras me cambiaba de sitio para seguir pasándolo bomba con esta dignísima secuela de Iron Man. Todo por cortesía de Robert Downey Jr. que hace de sinvergüenza y borracho mejor que nadie.

– Más allá del tiempo, que también se podría llamar más allá de la teoría de la relatividad y del ridículo. Sólo vale la pena si verle el torax y parte de la rabadilla a Eric Bana es uno de los objetivos de tu existencia.

¡Echadme un poco de menos, por favoooorrrrrr!

Publicado por Tormento el 21 de febrero de 2010

bad_lieutenantViendo Invictus, me dormí antes de que a Mandela le diera tiempo de vestirse de verde y oro ¡qué taurino! y me desperté allá por el final, cuando ganan una copa de no-se-qué.

En Sherlock Holmes, aparte de llegar tarde -algo que se me está pegando y me molesta más por molestar que por perderme el principio- me dormí en medio de una pelea en un astillero, luché por mantenerme despierta, alcanzando sólo a ver retazos de algo que parecía pasar en unas ¿alcantarillas? de Londres, y me desperecé a la altura de la lucha en el puente de igual nombre.

De la versión de Teniente corrupto protagonizada por el actor de las muñecas de Famosa (yo es que soy de la Bad Lieutenant de Ferrara con Harvey Keitel en bolas), creo que sólo llegué a ver las marcas de los implantes de Nick.

Así que, con semejante historial, entenderéis que incluso una carota como yo no tenga la poca vergüenza de ponerse a pontificar sobre si eran buenas o malas películas. Cabría decir que muy buenas no serían si casi me desnuco dando cabezadas en un par de ellas, pero es justo admitir que mi ausencia de «Ultramarinos Chiquiworld» se debe a que cuando no estoy subida a un andamio, estoy subida a un avión, así que duermo en el cine como los chinos en el autobús.

Aunque no siempre. Si hay una película de esas que, bajo una sencilla ejecución, te dejan la sensación de haber visto algo que no verás en tiempo es la excelente En tierra hostil, de Kathryn Bigelow. Llamadme feminista, si queréis, pero me apetece bastante que la mejor película de guerra que he visto en muchos decenios, sin prácticamente una tía en escena, la haya hecho una mujer. Nada que ver con esos tostones reivindicativos de directores veganos de San Francisco. Acción, tensión, mensaje y muy buen cine sin tener que dejar claro al espectador lo intelectual que es uno. La elección del prota, un yonqui de la guerra, impecable. Hay una escena de pelea, física y sexy, sólo para mujeres montaraces. Ummmm!

Shutter Island, mi última adquisición, me ha dejado turulata. He leído malas críticas pero como soy la Tormi de España desde aquí os digo: si os gustan las de Hitchcock, con su tensión, con su esto no es lo que parece, con su rollo onírico (que en la de Scorsese está espléndidamente conseguido) no os la perdáis. No os digo a que peli se parece, para que no vayáis prevenidos. Pero hay que verla dos veces.

Oyes, que curioso, en estas últimas no me dormí. Tendré que incorporar al índice popcorn el índice «Zzzz».

Publicado por Tormento el 27 de diciembre de 2009

AvatarSé que con esta crítica voy a perder mi aura de crítica de cine  gafapasta-malfollá, pero me debo a mi público pantojil con el que el que he hecho un voto de sinceridad.

Fuí a ver Avatar por obligación y con la peor de las expectativas: la promo es horrenda, como antiestéticos resultan los colorines fosforitos de los avatares de los carteles. De hecho los propios bichos no animan a quererles sino a asolarles.  Sólo  de verlos dan grima y ganas de correr en dirección  contraria. Si últimamente hemos visto promos infinitamente  mejores que las películas, en el caso de Avatar la suya está lejos de  hacerle justicia.

La historia está sobada y carece de originalidad, con su parte de alegato sobre la devastación colonizadora, con su parte Matrix. Incluso tiene sus trampillas, sus puertas de atrás, que le permite a Cameron convertir al prota de la silla de ruedas en un lider indígena forever and ever.

A pesar de ello, y gracias en parte a Sigourney en un papel que mezcla su «Gorilas en la Niebla» con la Ripley de «Alien» en formato rompedor ¡fuma!, no puedo negar un hecho cierto: la peli me entretuvo desde el primer minuto hasta el último, y todo lo que era fosforito se convirtió en una interesante experiencia visual que ha conseguido lo que ninguna película de este tipo antes: que vaya a verla otra vez en 3D. Ya sólo viéndola en 2D te das perfecta cuenta de que es, y en eso coincido con la promo, la cinta que establecerá los cánones futuros del 3D. No es la primera, pero nunca las primeras peliculas con un cambio técnico han sido ni las mejores de su género ni las de mejor calidad técnica ¿es que El cantor de Jazz es un gran musical?

Avatar es un excelente entretenimiento que aplica la técnica para mantenerte dos horas y media sin moverte en el asiento. Un ejemplo del género de acción-ciencia ficción que, sin ser Blade Runner, es un digno sucesor de Terminator.

Hala, para que luego digáis que sólo me gustan dos películas. .

Publicado por Tormento el 25 de diciembre de 2009

paranormal-activity1Resacón, tengoooooo… eso sí, de cavas seleccionados por manos expertas. Y es que la Nochebuena se desarrolló mejor de lo esperado, así que, de la alegría, me puse a darle a la frasca y así me encuentro, fané y con una contractura que me coge de la rabadilla al cuello mismamente.

Como asumo que la media de vosotros estaréis como yo -siempre que no hayais acabado la noche en rellerta, riña tumultuaria o con  el clásico psicodrama familiar-folclórico-pañó-, seré breve.

Paranormal activity es un bluf con un actor principal pa matarlo. Imagino que es leyenda de agencia de comunicación eso de que Spielberg la vió de noche en su casa y le dió tanto miedito que pidió que se llevarán la cinta al día siguiente, para no contaminar su casa de presencias malignas. Si el director de Poltergeist hizo/dijo esa gilipuertez es que está senil.

No vayáis a verla. Feliz resaca.

Publicado por Tormento el 24 de diciembre de 2009

Planet 51Como hoy nace el Niño Jesús, anteayer me pusieron en la tele Ratatouille (¡pero que película más buena!) y me he comprado un  bolso amarillo, el quincuagésimo, que-me-hacía-mucha-falta, estoy suave como un guante de cabritilla tirada al monte. No puedo ser mala.

Planet 51 es una monada, una pocholada, una cucada, una película en la que ser española es un detalle sin importancia. Que cumpla con todo el ritual de película de niño-adolescente que encuentra alien (aunque el alien sea el astronauta) no la desmerece, como no lo hace que el guión sea previsible: se han currado el diseño de las casas-ovni años cincuenta, está llena de pequeños guiños al género intergaláctico y, en general, te produce una ternurilla de andar por casa que «casi» sales dispuesta del cine a comprarte todo merchandising de la peli.

Muy pero que muy mono el robot, mezcla de Wall-e y R2D2, y, lo más, los perros locales: el monstruo de alien con correa y pis corrosivo. Nunca pensé que me reiría tanto viendo uno de los cabezones de Giger. Quiero uno ¡ya! que algunos ya se van mereciendo una buena meada clorhidrica.

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