Taxi neoyorkino. Cuesta 50 dólares y ha sido diseñado en madera por el sueco Ulf Hanses para Playsam.
Me encanta lo minimalista.
Taxi neoyorkino. Cuesta 50 dólares y ha sido diseñado en madera por el sueco Ulf Hanses para Playsam.
Me encanta lo minimalista.
Carísimo y precioso tren infantil. Hecho en madera por Buchi. Mide 67×130×88 mm y cuesta 163 euros. Por lo que se puede adivinar en su web, todavía no se puede comprar online.
A mí, personalmente, me encanta.
Se llama Swissarmius y ha sido diseñado, como no, por los casi siempre geniales chicos de Lebedev Studio. Y es una lástima que solo sea un prototipo. Esperemos que no se quede como un concepto y salga pronto a la venta. En mí tienen un cliente.
Merece la pena también echar un vistazo a los bocetos de su proceso de creación.
Estantería Aakkoset (alfabeto en finlandés). Diseñada por el ugandés Lincoln Kayiwa. Pesa 600 kilos y mide 168 x 185 x40. Todavía no ha montado una red de distribución. Para comprarlo, hay que contactar directamente con él.
No quiero ni imaginar el precio que tendrá.
«Esta pintura no está disponible en tu país». (acrílico sobre lienzo, 30,5 cm x 25,5 cm).
Paul Mutant/2010.
Parte analógica, parte digital. La idea original es de Igor “Rogix” Udushlivy, autor de icoeye. Puedes descargarlo para imprimirlo en pdf, eps o en su formato nativo Adobe Illustrator.
Cojín Galleta. El diseño es del manitas francés Maxime Pécourt. Que yo sepa y desgraciadamente, nadie la ha comercializado.
Si alguien sabe algo más…
El creador de esta silla, la PK Lounge, es el diseñador industrial americano Cristian Wicha. Bonita, es muy bonita, pero del precio que pudiera tener si se comercializara ni hablamos.
Por cierto, este señor también diseña tablas de surf.
Si ya es un placer para los sentidos escuchar la música de Bach, que pueda entrar por los ojos ayuda a comprenderla. En Music Animation Machine nos enseñan alguna pequeña muestra de la obra del genio alemán y de otros compositores clásicos. Las notaciones musicales de toda la vida sustituidas por líneas, colores, alturas…
Una estupenda manera de acercarse a la complejidad de una composición y descubrir que la música, además de por los oídos, puede disfrutarse también con los ojos.
Además, este sistema es ideal para la formación musical de los más jóvenes (incluso de menos de dos años) ya que los niños, por lo general, son más receptivos a los estímulos visuales que a los auditivos y este método permite reconocer y relacionar los sonidos y su representación visual.
Y si todo esto nos os interesa nada, basta con darle al play del YouTube y seguir navegando por otras pestañas, pero sin cerrar ésta…
Más composiciones | Musanim en Vimeo
Vía | Microsiervos
Librería Annotation. Un concepto, todavía, diseñado por Lau Design.