Todos o casi todos los que escibimos o leemos blogs frecuentemente podemos hacer nuestro particular ranking de los blogueros más leídos. Si cogiésemos todas esas listas y las juntáramos muchos de los nombres coincidirían: Enrique Dans, Ignacio Escolar, Microsiervos, Rosa J.C., Mangas Verdes…
Pues hete aquí que no… influyentes lo podrán ser, pero leídos no.
¿Os suena un tal Francisco Hernández Ruiz (alias Kiko para los amigos)? Pues este señor tiene un blog en la red llamado El confesionario de Kiko que hace que cualquier estrella blogosférica a su lado parezca enana. Además todo ello sin saber casi ni como tiene que abrir el navegador o como se hace para poner un enlace.
Veamos un ejemplo… cualquier post de uno de los A-List tradicionales, convenientemente meneado, enlazado, facebookeado, tuiteado, retuiteado y todos los -ados posibles puede llegar a los 250/500 comentarios. Mientras, el peor post de este famosete «analógico», sin ningún tipo de promoción, ni on-line ni off-line, alcanza los 1.000 comentarios sin despeinarse, llegando en algunos casos a los 3.000 ó 5.000. Además, tratando temas tan importantes como El error de Falete o Sonia Monroy al desnudo.
Una de los conclusiones que se desprenden de estos datos es que la pequeña pantalla, por mucho que queramos jubilarla, todavía tiene un tirón enorme. No todo el mundo tiene internet en casa y muchos de lo que lo tienen sólo lo utilizan para hablar por el Messenger, subir sus fotos a Facebook… y comentar en ese «pseudoblog», mientras ve la tele de reojo.
Y como éste, un montón de ejemplos más. Unos desconocidos y otras no tanto…
Eso sí, como no seas conocido o no salgas armando polémica en algún programa basura, aunque tengas un blog alojado en la web de Telecinco, no tecomesniuncolín, bonito, que lo sepas.
Vamos, que la verdadera estrella de la blogosfera es… la tele.
Fiel a su cita anual, ya está aquí el Blog Day. Ese día donde uno se convierte en Celestina y presenta a sus lectores sus más escondidas perlas o sus rendidas lecturas de cabecera.
Este año la verdad es que no he tenido mucho tiempo (motivos personales lo llaman) y no he podido hacer ningún descubrimiento. Lo que sí he hecho ha sido fortalecer las lazos que me unían dentro y fuera de la red con unos cuantos amigos a los que quiero mucho y a los que quiero agradecerles de corazón sus desvelos hacía mí esta temporada.
Creo que me van a salir más de cinco, pero me da igual. Agradecer no tiene límites y prefiero pecar por exceso que por defecto. Seguro que además falta alguien, muchos, pero sé que me sabrán perdonar. Allá vá…
Nihonica. Mi Ángel de la Guarda. La mujer de mi vida y la que me hace ser mejor cada día. Además, tenemos una cita en Las Vegas.
Twitter, el servicio de microblogging creado a principios de 2006 y bautizado como «Tweety» por alguien que yo me sé, me parece una herramienta útil, divertida y con un potencial informativo muy interesante. Quería dejar claro ese punto para que luego el «troll de guardia» no diga lo que no es.
Porque, todos sabemos (¡hasta el troll de guardia!), que los 140 caracteres disponibles en cada «tuit», aparte de utilizarse para lo que fueron concebidos, han provocado una serie de efectos colaterales, muchos de ellos presentes en otros entornos «virtuales». Uno de ellos es el famoso «ombliguismo».
Algunos tienden a pensar que todos sus followers están esperando un tuit trascendental cada vez que se escribe, o un logro filo-tecnológico digno del mismísimo McGyver. En este tipo, el tecnológico, podemos encontrar tuits tan apasionantes como «Enchufando el cable de la play al teléfono vía irDA por el puerto centrífugo para hablar con la tostadora» u otros de indudable utilidad tipo «Uniendo cables en gotelé al puerto del mechero del coche para conseguir emular una conexión 3G y poder transmitir». ¡Hay que ver la falta que nos hace esta información!
¿Qué decir de la otra tipología, los trascendentes o también conocidos como los «ISF» (Intensos Sin Fronteras)? Aquí la variedad decrece, porque todos son del tipo «Molido pero satisfecho tras una semana muy movida e intensa llena de reuniones críticas y decisorias» o del estilo «Valorando si la sinergia provocada por mi presencia influye en la concentración de entornos colaborativos». Algo así como «qué ocupado estoy, que interesante es mi vida y que poco lo digo». Si a uno lo han educado en el decoro de la modestia, ese tipo de cosas se dejan para esos momentos «taxi driver» ante el espejo del baño y no para pregonarlo a golpe de ordenador y para cientos de personas.
Y ya lo que es la caraba es el efecto «experto observador internacional»: lo que pasa en Honduras, Irán o Moldavia nos interesa como si nos fuera la vida en ello cuando antes (de la aparición de este servicio) nos importaba lo que viene siendo un pepino. ¿Imagináis lo que hubiera sido la Revolución del 68, la caída del Muro de Berlín o las revueltas en la plaza de Tiananmen con un invento como éste?
Y no sigo que me enciendo… Por cierto, en Twitter soy Chiqui.
La organización de la 28ª edición de la Copa del Rey de Vela, el Real Club Naútico de Palma, ha tenido a bien invitarme a presenciar el viernes en directo una de las regatas de esta real competición. He re reconocer que aunque me apetece un montón, de veleros estoy más bien pez, pero espero aprenderme algún «palabro tésnico» de aquí al viernes para no hacer el ridículo y poder estar en la pomada.
Sí, sí, ya sé, qué morro, diréis. ¿ no? Pues sí, tengo un morro que me lo piso, pero será estupendo poder pasar un día de vacaciones disfrutando de los amigos, el sol, el agua, los veleros y las bondades de Palma, que después de esta dura temporada ya me lo iba mereciendo. Y además, si Camps lo hace y encima es legal… ¿Porqué no lo voy a hacer yo?
Dicen mis queridas amigas Rosa y Mábel que desde que me ha dado el «vahido» me he desinhibido y ahora no me corto ni un pelo en soltar por esta boquita todo lo que se me viene a la cabeza.
Viene esto a cuento porque últimamente, he estado bastante, por no decir totalmente desconectado de todo lo que acontece alrededor del mundo «internaútico». No he abierto casi el blog, mi Bloglines está que explota, GMail me mira mal y «Twitter» me suena a marca de cerveza con limón.
Y con cierta alivio he descubierto que fuera de la blogosfera y el universo 2.0… ¡Hay vida! Un rico universo paralelo en el que la gente todavía suele visitar físicamente una agencia de viajes, compra la informática en la tienda de su barrio, no habla de Spotify mientras sube en el ascensor y tampoco necesita saber lo que está haciendo su amigo a todas horas para ser personas (algunas) modernas y de su tiempo.
También he aprendido que, aunque nos parezca increíble a los que estamos metidos en todo esto, mucha gente, millones, ni ha leído el último post de Enrique Dans & Cía -y perdonáme por la grosería, Enrique- y además le importa un pepino lo que dice.
La mayoría de la gente utililza Internet para chatear con el Messenger y compartir fotos en Tuenti. El dospuntocerismo se la trae floja y aún así disfrutan de la experiencia.
Así, viendo esto con un poco de lejanía me parece que nos damos más, muchísima más importancia de la que realmente tenemos. Parecemos el ombligo del mundo y no somos nadie.
Eso sí, los pocos que somos le ponemos mucho empeño, trabajamos a destajo y todos nos queremos mucho… En breve, el mundo entero se dará cuenta de lo que valemos, seremos «presciptores» de pro y no tendremos tiempo ni para tuitear.
Yo no creo estar tan desinhibido, pero si ellas lo dicen…
Publicado por Rosa Jiménez Cano el 31 de mayo de 2009
Este trabajo es un tobogán. Cuando subas no te alegres demasiado porque bajarás y cuando eso suceda no te deprimas porque volverás a subir. Lo más importante es que cuando asciendas la escalera saludes a todo el mundo, pues te los encontrarás al descender.
Publicado por Rosa Jiménez Cano el 16 de mayo de 2009
Muchos no saben qué es un blog, pero leen Microsiervos. Un buen número de lectores lo confunden con un medio, pero no lo son. Sin embargo, superan en visitas a muchos que sí dicen ser medios. Google los ama. Ellos alimentan de manera distraída, al monstruoso buscador con sabrosos post sobre el mundo de la ciencia.
Nacieron cuando la gente ni sabía qué era ese botón naranja que abre la puerta al maravilloso mundo del RSS; se conformaban con los favoritos del Explorer… ¡Qué tiempos!
Wicho contó en Granada la verdadera historia de Microsiervos y cómo salieron de aquella guerra entre búhos y conejos.
J. J., Javier y su troupe nos han desplegado toda la magía de la nueva comunicación. Un cable aquí, un micrófono allá y en quince minutos de una sala vacía ha surgido un programa de radio divertido, dinámico y altamente profesional.
Además de disfrutar de más de dos interesantísimas horas de charla sobre el mundo del periodismo, su presente y su futuro, nos hemos reído, emocionado y sobre todo aprendido. Seguro que en breve está disponible el podcast para disfrute de todos.
Pero por si ésto fuera poco, los chicos de J. J., utilizando malas artes, premeditación y alevosía me han engañado y durante el evento me han concedido el «Torico de Oro». Un galardón que tengo el honor de compartir con cuatro ilustres «monstruos» de la blogosfera: Sonia Blanco, Juan Pablo Seijo, José Antonio Gelado y César Calderón.
Pese a la galopante crisis que nos invade, seguimos cabalgando. Y es que, aunque sigamos siendo un comercio pequeño, la tienda del barrio, estamos consiguiendo sobrevivir a las moles en forma de centro comercial de cemento y ofertas que nos invaden. Hoy se cumplen tres años (…y parece que fueayer) que llevamos abriendo diariamente tratando de ofrecer productos de la mejor calidad.
Ya tenemos más de 1.200 referencias en el almacén (que intentamos aumentar cada día) y nuestros productos artesanos se sirven a casi todo el mundo. Nuestros clientes, vosotros, nos habéis dejado ya más de 5.000 sugerencias, comentarios e incluso críticas que sin duda nos han hecho mejorar.
Este año, la coyuntura obliga a ser más conservadores y consolidar lo que tenemos dejando para mejor ocasión la expansión de nuestra asociación de pequeños comerciantes (Chiquiworld, Nihonica, ChiquiAds, albertferre…), aunque no dejemos escapar oportunidades como formar parte del Rat Blogs Pack o ir a promocionarnos alládondenosdejan.
Más nada, agradeceros que sigáis comprando aquí y que para los tenderos de este ultramarinos es un placer recibiros las 24 horas del día, 365 días al año.
Y ahora, al mostrador, que hay gente…
Por cierto, la foto que ilustra esta entrada es de Urban Idade, que las que hice yo para la ocasión no sé donde puñetas las he puesto.