¿Quién de mi época no bailó una canción suya?, o ¿quién de mi época no se enamoró o desenamoró con una canción suya? Junto a mi inseparable Whitney Houston y algún otro más, fue el protagonista principal de la banda sonora de nuestras primeras aventuras con la vida.
Para los altos, para los bajos, para los humildes, para los egocéntricos, para los reunidos, para los que no, para los delgados, para los gorditos, para ti, para mí, para nosotros, para vosotros, para ellos, para la neutralidad, para los que tuitean, para los que no, para las «guapis», para los feos, para los drones, para los jedis, para los acompañados, para los solitarios, para los wookies, para los pokemonistas, para los que descargan, para los que no, para los «influencers», para los consumidores, para los youtubers, para los conectados, para los analógicos, para los emprendedores y para TODOS
La inmensa mayoría de la gente que sigue las diferentes ligas de fútbol lo hacen a través de la televisión. Pocos son los afortunados que pueden seguir los partidos en directo. Por eso, tiene enorme importancia que los millones de personas que siguen un partido por la tele puedan hacerse una idea a golpe de vista de todos los detalles del juego. La parte gráfica cobra mucha importancia en la retransmisión.
Hasta hace poco, era fácil ver retransmisiones dónde no se veia ni el tiempo transcurrido ni el resultado del encuentro y había que esperar a los cuartos(15′, 30′, 45′, 60′, 75′ y 90′) para enterarte de «como iban».
La pionera en este tipo de iniciativas, la Premier League (algo así como la primera división española o LaLiga Santander) una vez desvinculada de su patrocinador (el banco Barclay’s), ha estrenado este año un nuevo grafismo, creado por DixonBaxi, llamado «Campo de Juego» (ver vídeo) con un éxito rotundo de crítica y público.
El diseño del concepto «Campo de Juego”, es un sistema gráfico que aporta consistencia a la multitud de datos que se generan en directo en un partido de fútbol y que han de ser expuestos a lo largo del encuentro rápidamente. Una paleta de colores coherentes, la tipografía adecuada (legible pero no invasiva) y unas plantillas para cientos de elementos necesarios para explicar el juego hace que el sistema dote de una imagen reconocible en el mundo entero a la Premier League. El pre y el postpartido tambien se benefician de este sistema que también utiliza realidad aumentada, pantallas táctiles…
En España, Movistar+ también ha cambiado radicalmente el grafismo en sus retransmisiones dándole un toque de modernidad. Desde los tiempos primigenios de Canal+ no se habían realizado cambios de calado. Tan sólo habían realizado pequeños cambio estéticos.
¿Alguien en la sala para recordar que hasta hace nada en España había sólo dos canales, dos rombos, la tele empezaba casi a la hora de comer y se acababa antes de las doce de la noche con el himno nacional y una carta de ajuste con un pitidito agudo inaguantable?
Me acuerdo de esto porque ojeando periódicos antiguos, muy antiguos, aparte de darme cuenta de lo viejuno que soy, me reencontré con una de mis series favoritas de todos los tiempos: Tensión (su título original era Thriller). Ni Lost, ni Juego de Tronos ni paparruchas de esas. Esta produción de la británica ATV, que tuvo seis temporadas y 42 episodios, mantuvo en vilo a media generación (la otra media estaba enganchada a los cómics).
Seguro que si la volviera a ver ya no sería como cuando la noche de los miércoles a las diez de la noche me ponía detrás de la puerta del salón a verla sin que mis padres me vieran y no me obligaran a irme a la cama. Por eso, no volveré a verla y me quedaré con el recuerdo, no se me vaya a caer otro mito…
Para todos aquellos valientes que quieran revisitarla, en Youtube hay muchos capítulos de la serie (fueron los emitidos en México y por eso se llaman «Misterio en su casa»)
Ya sólo la presentación asustaba: oír esa música perturbadora viendo imágenes a través de un ojo de pez no intuía nada bueno. Desgraciadamente, ya no recuerdo ninguna trama, pero siempre se me quedará en la memoria esa sensación de miedo y desazón que tenía al irme a la cama.
Recuerdo que lo que me gustaba de esta serie es que nunca recurría al miedo fácil de monstruos, extraterrestes, fantasmas o vampiros. El miedo era real. Te podía pasar a ti en cualquier momento.
Estaba deseando que no pasara el tiempo entre que terminaba la serie y mis padres apagaban la tele, se iban a la cama y apagaban la luz. Esa «miaja» de tiempo era el que yo utilizaba para dormirme. Si no lo conseguía, sabía que iba a ser una noche toledana.
Pues eso, que lo he visto y me ha venido a mi memoria un trozo de mi infancia.