El viernes pasado, justo cinco años antes de su inauguración, se ha dado a conocer el que será nuevo logo de los Juegos Olímpicos que se celebrarán en Tokio en el verano de 2020.
Diseñado por el artista local Kenjiro Sano, es casi tan feo, tan feo (en mi humilde opinión), como el que se usó en Londres 2012. Vamos, mucho peor que el que se sacó de la manga el Sr. Galardón con su manita implorando la concesión de los JJ. OO. de 2016
Dice la rimbombante nota de prensa del comité organizador: «Cuando el mundo se una en Tokio 2020, experimentaremos la alegría de uniros como un solo equipo. Mediante la aceptación de todos en el mundo como iguales, vamos a aprender el significado completo de venir juntos como uno. Los emblemas de Tokio 2020 fue creado para simbolizar el poder de esta unidad.»
Continúa explicando lo inexplicable: «El color negro de la columna central representa la diversidad, la combinación de todos los colores. La forma del círculo representa un mundo inclusivo en el que todo el mundo se acepta. El rojo del círculo evoca el corazón que palpita en cada ser humano.» (sic) . Por fin, termina diciendo que, además de hacer referencia a Tokio, la letra ‘T’ también representa las palabras en inglés ‘tomorrow’ (mañana) y ‘team’ (equipo).
Vamos, igualito igualito que el que diseñó el también japonés Yusaku Kamekura para los Juegos Olímpicos (que no Olímpiadas) de Tokyo en 1964. Sencillo a la par que elegante.
Juzguen Ustedes mismos.
ACTUALIZACIÓN 01/09/2015. El comité de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 ha decidido retirar el logo y convocar el concurso de nuevo. Alega que existen demasiadas dudas de plagio sobre el emblema para que pueda ser utilizado. El diseñador belga Olivier Debie se había quejado de que su diseño fue copiado. Juzgen ustedes mismos.