… Viene de Las miniguías de Albert. Brasil [I]
Desde Río de Janeiro hay que tomar un avión con destino a Belo Horizonte capital del Estado. Para visitar con mayor rapidez las diferentes poblaciones es muy conveniente, si no imprescindible, alquilar un coche.
Para los que en algún momento hemos sido coleccionistas de minerales, el nombre de Minas Gerais es lo máximo. El principal atractivo son las ciudades coloniales y, en especial, Ouro Preto, Mariana, Lavras Novas, Sabará, Tiradentes, Sao Joao del Rei, o la más alejada Diamantina.
Situada a una altitud de 1179 metros, esta bella población es de obligada visita. Sus 23 iglesias desperdigadas por la ladera de la montaña, sus empinadas callejuelas y sus edificios coloniales son algunos de sus encantos. Cualquier rincón es digno de ser fotografiado.
Y así, hay que visitar la Igreja de Sao Francisco de Assis una de las obras maestras de Aleijadinho, El Museu da Inconfidencia en la Plaza Tiradentes (centro neurálgico de la ciudad), la Igreja de NS do Carmo, la Igreja do Rosário o la Matriz NS da Conceiçao de Antonio Dias que son los lugares más destacados de la zona. Otros sitios interesantes son La Casa dos Contos, el Museo de Ciencia y Técnica de la Escuela de Minas o la Mina de Chico Rei. También, desde la Igreja de Sao Francisco de Paula hay una magnífica panorámica de la ciudad.
En época de Semana Santa, las procesiones son espectaculares y una de las celebraciones más relevantes de Ouro Preto.
Hay numerosas pousadas para alojarse. La Casa do Ouvidor es un buen restaurante para degustar la tipica cocina mineira. Para lo más golosos, otro lugar recomendable es Chocolates Ouro Preto. También, y por todos lados hay joyerías con una infinidad de piedras preciosas, el topacio imperial es la piedra de Ouro Preto.
Ya en la carretera que va a Mariana podremos visitar la antigua mina de oro de Passagem, pero si prefiere el tren pueden tomar el Trem da Vale que hace el recorido de Ouro Preto a Mariana y viceversa.