Brasil es un inmenso y variado país que no se puede visitar en un único viaje típico de vacaciones. En esta mini guía os propongo una oferta variada para un viaje de entre 18 a 21 días.
Antes de partir y para los amantes a la novela histórica recomiendo leerse la obra “El Imperio eres tú” de Javier Moro, que ayudará a conocer la historia de este país.
Desde España hay una amplia oferta para llegar a Brasil, Río de Janeiro y Sao Paulo son las dos puertas principales de entrada. Iberia, TAM, Singapore Airlines o Air Europa (llega a Salvador de Bahia) son algunas de las compañías aéreas que operan en vuelo directo desde España.
Desgraciadamente, Brasil no es un país económico, pero hay mucha variedad de oferta tanto en los alojamientos como en restaurantes. La facilidad con la comprensión del idioma (portugués) ayuda a disfrutar más del viaje. Para los amantes de la fotografía de naturaleza y de los animales salvajes en libertad es un verdadero paraíso.
No hay que preocuparse por la gastronomía ya que es excelente y muy variada. Ejemplo de ello son:
- Feijoada, estofado de alubias y carne servido con arroz y farofa (harina de mandioca salteada con mantequilla).
- Churrasco o Grelhada, carne asada de ternera, pollo o cerdo con ensalada de verduras. También es recomendable la Grelhada de pescado o camarón
- Moqueca, plato típico de Bahia, estofado de pescado o carne con aceite de coco, pimienta y aceite de palma (dende). El de camarones (gambas) es excelente.
- Acarajé, buñuelos hechos de masa de frijoles y camarones fritos con aceite de palma. Una delicia a cualquier hora y sobre todo en un quiosco callejero en Rio Vermelho (Bahia). Los de Dinha y Cira son los más famosos.
- Camarones con leche de coco, una bomba exquisita que se sirve con arroz dentro de un coco.
- Los Sucos, zumos de fruta sin alcohol. El agua de coco, y el caldo de cana (zumo de caña de azúcar) se puede encontrar en todos los rincones.
- Queixo de minas, queso de la zona de Minas Gerais.
- Bobó de camarón, pasta de mandioca con camarones secos y leche de coco. También es muy recomendable el de pescado fresco.
- Canja, sopa de arroz con caldo de pollo.
- Frango ao molho pardo, pollo con verduras guisado con la sangre del ave. Muy típico en Minas Gerais.
- Bolinhos de bacalhau, buñuelos de bacalao.
- Pao de queijo, pastelitos de queso.
Estos son algunos de los manjares brasileños. Hay que dejarse aconsejar y probar nuevos sabores.
En una anterior miniguía (Bolivia) ya explicamos con detalle el viaje a las Cataratas de Iguazú y Sao Paulo. Si destinamos tres días para conocer esta maravilla de la naturaleza y la capital económica, para el trayecto que a continuación detallamos se pueden dedicar unos 18 días. En cuanto a los desplazamientos entre ubicaciones, el avión es imprescindible. TAM. Goal, Trip o Azul son algunas opciones que se pueden utilizar para los vuelos nacionales. Abróchense los cinturones porque empezamos…
Iniciamos este viaje en Río de Janeiro, en donde ya se empiezan a notar las zonas (Puerto Maravilla) que se están acondicionando para acoger los Juegos Olímpicos del 2016.
Los vuelos internacionales llegan al aeropuerto Galeao (Antonio Carlos Jobim) que se encuentra a unos 15 kilómetros al norte de la ciudad. Muchos de los vuelos nacionales utilizan el aeropuerto Santos Dumont (muy cerca del centro de la ciudad).
Todos los aeropuertos y centrales de autobús (las llamadas rodoviária) de Brasil disponen, para evitar sustos innecesarios, de un servicio para contratar taxis “seguros”. A la salida de los aeropuertos hay muchas personas ofreciéndonos servicios de taxi. Hay que tener mucho cuidado con este tipo de ofrecimientos. Además, el uso del transporte «oficial» nos permitirá conocer el precio del servicio antes de iniciar el trayecto.
En cuanto al alojamiento, es recomendable ir a un hotel de la zona costera de Copacabana, Ipanema, Leme o Leblón, donde todo es mucho menos agobiante. Aunque dependerá del bolsillo de cada uno, aconsejo alojarse en hoteles de 4 estrellas y superiores. Una buena opción es el Arena Hotel de Copacabana, un 4 estrellas pero con un servicio y ubicación (frente a la playa) muy recomendables.
Río tiene una reducida red de metro (solamente dos líneas), pero muy útil para llegar desde la zona de playa hasta el centro. Si tomamos un billete combinado (metro+bus) podremos desplazarnos con cierta facilidad por toda la ciudad.
Iniciaremos nuestra visita a unos de los símbolos de la ciudad, el Pan de Azúcar. Esta montaña de 396 metros de altitud es uno de las iconos de Río. Cualquier autobús con destino Urca nos acercará a la base del teleférico. El primer tramo nos llevará a 215 metros (Morro da Urca), y el segundo a la cima. Es mejor ir a primera hora de la mañana para evitar aglomeraciones. Una vez allí, las vistas a la ciudad y la bahía son excepcionales. De regreso a la base podemos acercarnos a la bahia Praia Vermelha.
Un paseo de 30 minutos nos llevará a la Praia de Botafogo, desde donde podemos tomar el metro (Botafogo) al centro, hasta la Plaza Floriano (Cinelandia). Desde este punto iniciaremos un recorrido a pie por el centro de la ciudad. En la plaza destaca el edificio del Teatro Municipal de estilo neoclásico, la Biblioteca Nacional y el Museo Nacional de Bellas Artes.
Seguiremos por la Avenida 13 de maio hasta llegar al Largo de Carioca, una zona peatonal con mucha animación y en el que sobresalen dos edificios. En el lado izquierdo el moderno edificio de Petrobras y en la colina que tenemos al frente el Convento de Santo Antonio. Aquí, es muy recomendable visitar su iglesia barroca de 1608, una verdadera joya.
Cerca encontramos a otro de los lugares referentes de esta ciudad, la Confeitaria Colombo, donde más de 100 años la contemplan y vale la pena sentarse en una de sus mesas para admirar la belleza de su interior de estilo art noveau.
Seguiremos por la Rua Sete de Setembro hasta la plaza XV de novembro donde podemos visitar el Paço Imperial, recinto dónde fueron coronados los emperadores de Brasil y dónde fue destronado Pedro II en 1889. También cerca se encuentra la Travessa do Comércio, estrecha y adoquinada calle con hermosos edificios coloniales.
Regresaremos por la misma ruta hasta Largo de Carioca y seguiremos por la Rua da Carioca, una calle repleta de tiendas especializadas en instrumentos musicales. Llegaremos a la Plaza Tirandentes, donde a cada lado se encuentran, en edificios históricos, los teatros Joao Cetano y el Carlos Gomez.
Continuamos por la Rua da Gonçalves Leido hasta llegar al colorido mercado callejero de Saara (Rua da Alfandega y R. Senhor dos Passos). Regresaremos a la Rua da Carioca por la Rua Regente Feijó. Si quedan fuerzas, podemos ir por la Rua do Lavradio toda ella repleta de anticuarios y de bares y que a pocos metros esá el edificio cónico de la Catedral Metropolina.
Más allá, llegamos a los Arcos de Lapa. Esta zona (Largo do Lapa) es el centro neurálgico de la Samba ya que dispone de numerosos locales en los que cada día hay conciertos (Cairoca da Gema; Lapa 40 graus, etc.) y también restaurantes.
Muy cerca de allí podemos visitar la Escadaria Selarón (Rua Joaquim Silva/Rua Pinto Martins) donde el artista chileno Jorge Celarón decidió cubrir de azulejos multicolores los 215 escalones.
Desde Largo do Lapa volveremos al punto de partida. Si es la hora del almuerzo recomiendo en la plaza Floriano el bar choperia Amarelinho, un buen lugar para tomar algo y contemplar la animada vida de la ciudad.
Desde este punto podemos dirigirnos hasta el Parque do Flamengo (Enseada da Gloria) en un agradable paseo. Si tenemos ganas de andar podemos ir por el paseo marítimo hasta la Praia do Flamengo. Allí podemos dirigirnos a la estación de metro de Largo de Machado.
Si aún nos quedan fuerzas para hacer una caminata bordeando el mar, podemos tomar el metro hasta el final de la línea “Ipanema General Osorio”. Se trata de una zona muy agradable para pasear, tanto por el paseo marítimo de Ipanema y Leblón como por el Lagoa Rodrigo Freitas. Hay que ir a los quioscos de ambos paseos para tomarse una caipiriña mientras se contempla el ir y venir de esta animada ciudad o disfrutar de la puesta de sol.
A la hora de cenar, es recomendable La Trattoria (cerca del Copacabana Palace Hotel), y Siri Mole & Cia (cerca de la confluencia entre Ipanema y Copacabana y a poca distancia del Parque Garota de Ipanema). Si se trata de tomarse una caipiriña, hay una inmensidad de lugares en esta zona, Garota de Ipanema, el Devassa, o en alguno de los quioscos que hay en la playa. La mayoría de locales tienen música en directo y la gente baila, algo innato en los brasileños.
Si alguien quiere visitar y conocer una fabela recomiendo contactar con Aurélio Rio Guide o Marcelo Armstrong.
Otro de los lugares que hay que visitar en Río es el Cristo Redentor (Corcobado). Situado a 710 metros de altitud, domina toda la ciudad. Lo mejor para llegar es tomar el tren cremallera y sentarse en el lado derecho que hay mejores vistas. También se puede ir en metro hasta la estación de Largo do Machado y desde allí tomar un bus que nos llevará hasta la estación del tren cremallera (sale cada 30 minutos). La panorámica sobre la ciudad es excepcional.
Otro barrio a visitar es el de Santa Teresa situado en una colina con vistas a la ciudad. Sus calles empedradas y sus deterioradas mansiones dan una visión de lo que fue hace unos años. Por suerte para la zona, ahora en proceso de restauración. Aquí hay buenos lugares para comer: Bar do Minero con su excelente feijoada, Sobrenatural si lo que te apetece es una moqueca o para una comida más creativa en el Térèze. Lamentablemente no pudimos subir en el “bonde”, tranvía que subia hasta Santa Teresa desde los Arcos de Lapa, los accidentes habidos en los últimos años han obligado a cerrar el servicio durante nuestra estancia. Por todo esta zona hay que pasear con cierta prudencia.
Para los más futboleros cita ineludibles es el Estadio de Maracaná (actualmente en obras para el Mundial de 2016).
Por último, el Carnaval de Río es una de las celebraciones más conocidas (del 28 de febrero al 4 de marzo de 2014). La música, los bailes de disfraces y la alegría invaden la ciudad. En los últimos años los carnavales callejeros han ganado popularidad con sus bandas de música y blocos (grupos de percusionistas y vocalistas). Las bandas de Ipanema, la de Sá Ferreira, la de Carmelitas, Monobloco o Suvaco de Cristo, son algunas de las más importantes. Pero el gran desfile se celebra en el Sambódromo (cerca de la estación central de autobuses de Río), donde las diferentes escuelas de samba desfilan ante el delirio de decenas de miles de espectadores.
Situada a 809 metros de altitud, fue durante años el retiro estival de montaña de la corte imperial. Desde la estación central de autobuses (rodoviária) de Río (cerca del Sambódromo), la compañía Única nos acercará a esta bella ciudad (los autobuses salen cada 30 minutos y el trayecto dura unos 90 minutos). En Petrópolis, el ómnibus te deja fuera de la ciudad y hay que tomar un autobús local (el número 100) para llegar al centro de la población.
Dentro de la ciudad, hay que visitar el Museo Imperial. Curiosamente, al entrar te facilitan unas zapatillas de fieltro para no dañar los suelos de madera. Hay numerosos objetos, como la corona imperial o la pluma de oro con la que se firmó la Lei Aurea en 1888 que abolía la esclavitud en Brasil.
En la Avenida Koeller hay numerosas mansiones históricas. Es interesante también la Catedral de Sao Pedro de Alcántara con las tumbas de los últimos emperadores de Brasil y la Casa da Ipiranga.
Su interés radica en la naturaleza. La belleza natural de esta zona es incomparable. La selva (Mata Atlántica) llega hasta las paradisiacas playas de arena blanca pero con un mar bastante bravo. Desde la central de autobuses de Río (Rodoviária) tomaremos la compañía Costa Verde que en unas 4 horas nos llevará hasta Paraty.
Los que quieran visitar Ilha Grande deberán apearse en Angra dos Reis para tomar el ferry.
En el siglo XVII, Paraty era el único punto de acceso para superar la Serra do Mar, además de puerto de entrada de esclavos y salida del oro procedente de Minas Gerais.
Sus empedradas calles son un tormento para los visitantes, pero sus bellas Iglesias y sus coloridas casas bellamente restauradas hacen de esta población un lugar encantador. La Igreja de NS do Rosário e Sao Benedito dos Homens Pretos o la de Santa Rita, que era el templo de los mulatos, son un buen ejemplo de aquel periodo.
Hay numerosas Pousadas para alojarse. Una de ellas es la Pousada do Ouro. Muy recomendable. También hay muchos lugares para comer, entre ellos sugerimos el Sabor do Mar (pescado fresco y cocina excelente) y el Banana da Terra. También se puede alquilar una embarcación por 100 reales la hora para visitar algunas de las las 65 islas o playas inaccesibles por tierra.
Paraty también es conocida por sus numerosas destilerias de cachaça, fundamental para la caipiriña..
A 25 km al sur de Paraty está Trindade con sus bellas playas de arena blanca rodeadas de selva.Se puede llegar en bus (Colitur) o en taxi. La playa de Cachadaço, la más alejada, tiene una piscina natural de aguas transparentes.
Continuará…