Mantener un negocio durante cuarenta años y lograr ser una de las marcas de ropa más populares de los Estados Unidos no tiene precio. Tampoco lo tiene conseguir levantar más de 1400 tiendas alrededor del mundo. Y la pera ya es conseguir que tu marca sea reconocida, aceptada y valorada.
Pero que te rediseñen el logo y te hagan esto, sí tiene precio: la cárcel.
ACTUALIZACIÓN 13/12/2010. Afortunadamente, se lo han pensado mejor y ahora dicen que prefieren el antiguo. Menos mal.