El otro día, durante la comida, mi amiga Natalia puso el dedo en la llaga sobre una práctica largamente extendida: el desprecio al puesto de trabajo (ajeno, claro está). No puedo estar más de acuerdo con ella.
Un ejemplo:
– Yo: Buenos días, señorita. Llamo porque se ha averiado el ADSL y no puedo conectarme a internet.
– Ella: ¿Número de teléfono? (Póngase voz cansina y de pito)
Tras tratarte peor que si fueras analfabeto funcional durante media hora apagando y encendiendo el router a cíclicos intervalos, la susodicha señorita concluye que hay que ir a tu casa a reparar la avería o en su defecto cambiarte el aparato. Así, tras tenerte ocho o nueve minutos de reloj esperando y oyendo el horrendo soniquete de su hilo musical, la señorita reaparece.
– Ella: Disculpe la espera, señor XXXX. El servicio técnico me comunica que irán a reparar la avería el próximo viernes por la mañana.
– Yo: ¿El próximo viernes? Uff , me pilla muy mal, tengo cierre de ejercicio y no puedo faltar la trabajo. ¿No puede ser otro día?
Media hora más tarde, Kenny G mediante, la señorita reaparece.
– Ella: Lo siento, Señor. Si no es el viernes, tendrá que esperar hasta el día 11 (casi dos semanas después).
– Yo: Bueno está bien, intentaré pedir un par de horas y arreglarlo… El viernes, ¿a qué hora?
– Ella: De 10.00 a 14.00, Señor.
– Yo: ¿De 10.00 a 14.00? ¿No puede ser más concreta? Si puedo evitar faltar una mañana entera al trabajo se lo agradecería.
– Ella: Lo siento de nuevo, Señor. Están trabajando y no saben a que hora pasarán por su domicilio.
– Yo: Coño, y yo también tengo que trabajar y no me queda otra que esperarles. Parece que me están haciendo un favor por venir a arreglarme algo por lo que pago religiosamente todos los meses.
A ella, que toda esta perorata le importa lo que viene siendo una mierda y sólo le interesa saber si apunta el viernes u otro día, inquiere con desdén: ¿le confirmo entonces para el viernes, Señor?
-Yo: Apúnteme, que le vamos a hacer.
Así, aplíquese esta misma fórmula al gas, a la luz, al de la lavadora, al técnico de la tele por cable o al profesional del aire acondicionado con el sistema Cooler Guay Artic System (CGAS) y resulta que los meses que se juntan dos o tres de estos ocupados trabajadores, tú no curras una mierda.
Por eso, señores ejecutivos de esas empresas, un poquito de por favor, y aunque sea orientativo, hagan que nos den una horario aproximado, como en el médico (aunque luego se retrasen media hora). La productividad de muchos trabajadores de este país se lo agradecerá.
Gracias de antebrazo.
Los periódicos no deben ser neutrales. Ni siquiera objetivos: la objetividad es un mito académico. Los periódicos deben ser honestos, rigurosos, veraces, interesantes y, sobre todo, independientes. Esto último es sólo posible con una cuenta de resultados saneada. Vicente Jiménez. Director Adjunto de Diario El País en Eskup.
Cuando me encuentro ante un maestro del borderío que con tanta intensidad practico, no me queda más remedio que descubrirme y postrarme en humilde sumisión. Decir que esta película es mala, cursi hasta el dolor de muelas y que ni la factoría Disney se hubiera atrevido a hacer un bodrio tan dulzón, es quedarse cortito, cortito. Así que reproduzco, por su precisión, la crítica de Jordi Ocaña en El País:
«Sin embargo, Un sueño posible se estrena hoy tras ser una de las 10 candidatas al Oscar de mejor película del año y ganar Bullock el de interpretación, así que la condescendencia se va a tomar viento: que semejante pastel, mentiroso, melifluo y fariseo formara parte de la noche de los Oscar demuestra que Hollywood se dirige hacia su suicidio artístico, industrial y ético, mientras los familiares de Bette Davis, Katharine Hepburn e Ingrid Bergman deberían devolver sus estatuillas a la Academia a portes debidos»
Ratifico: Sandra Bullock es una mezcla de la ex-alcaldesa de Marbella y las dos hermanas madrileñas petardas, horteras y bajunas que salen en ese inconmesurable programa que es Mujeres Ricas. Aprovecho para decir que me tiene completamente babicalada este grupo desigual de argentina lenguaraz, provinciana de El Ejido que monta cenas benéficas en los Salones De Torres locales y se cree que está organizando el baile de la rosa y dueña de discoteca hortera marbellí venida a menos.
¿Y que esta puñetera crisis no valga para hacer limpieza étnica? Que mal estamos.
[@Audiencias]
En todos los trabajos hay profesionales buenos, malos y «mediopensionistas». Pues bien, Adrián Segovia y su Audiencias es el Cristiano Ronaldo (o el «Kun», como a él le gustaría) de la analítica web.
Traduce y pone en contexto, como una Piedra de Rosetta cualquiera, términos desconocidos para la mayoría de los mortales. «Palabros» como bounce rate, linkbaiting o cloaking son la cartilla de este experto de los números, las hojas de cálculo y las estadísticas. Quien quiera acercarse a este ignoto mundo, lo primero que tiene que hacer es empaparse de todos y cada uno de sus artículos.
Por cierto, que además de en Audiencias, también tiene consulta y recibe en Estrategía Digital.
Ahora mismo, defiende los colores de El País, pero desgraciadamente, no tardarán en llegarle los cantos de sirena de las «majors» americanas. Y a esas, difícilmente se les puede decir que no.
Así que, mientras podamos, disfrutémosle y sigamos aprendiendo de él.

Parte analógica, parte digital. La idea original es de Igor “Rogix” Udushlivy, autor de icoeye. Puedes descargarlo para imprimirlo en pdf, eps o en su formato nativo Adobe Illustrator.