Publicado por Tormento el 16 de mayo de 2010

No tengo excusa. Lo sé. Podría deciros que mi vida es como la del conejo de Alicia en el País de las Maravillas (¡ojito con las salidas de tono facilonas!), que ora corre descontrolado al grito de ¡No tengo tiempo, no tengo tiempo!, ora huye despavorido de la reina de corazones (como una chota ella…) y sus gritos de ¡que le corten la cabeza! Como se dice en los juicios, si utilizara estas dos excusas no faltaría a la verdad. Pero todos sabemos que un realillo de tiempo siempre queda para darle a la crítica destroyer y al lado lúdico de la vida, ese por el que no me paseo desde el año pasado.

También es cierto que el jefe se ha relajado y no me persigue por los pasillos requiriéndome la urgente entrega de este refrito con su guindilla y su poco de ajo que es la crítica de cine en Chiquiworld.

Estoy segura de que vosotros no me habéis echado ni pizca de menos (todavía no me habéis mandado un mariachi a la puerta de casa como el CQC al ex-juez Garzón) pero yo a vosotros sí. Así que, aunque sea sólo con fines terapéuticos, me voy a obligar a esto de la escritura como me obligaba (nótese el tiempo pretérito) al pilates.

Repasemos por orden alfabético:

– Alicia en el País de las Maravillas. Es una triste versión de la peli de la Disney. Ni es un Burton ni un Carrol y Johnnie se hace muy cansino. Como los culturetas, de siempre he preferido el libro. Muy recomendable también «Niñas» publicado por Lumen, en donde se repasa la sospechosa tendencia del Sr. Carroll a fotografiar menores ligeras de ropa, lo que explicaría la cara de pena de la Alicia real y que le sacara el señor padre de esta de su casa de una patada en las posaderas.

– El escritor: gusta más mientras la ves que cuando sales. Ambientes muy conseguidos pero un tanto morosa en el ritmo. No te la quedas entre tus diez favoritas ni entre las diez favoritas de Polanski… vaya, parece que la cosa sigue yendo de menoreros.

– En el límite del amor: plumbea britanada de visión insoportable.

– Exposados: por mucho que te guste Gerard Butler, está fondón y hay que aguantar a la petarda de Jennifer Aniston. Demasiado sufrimiento para cualquiera, y doble si eres funcionario y te han recortado los emolumentos.

– Iron Man 2: a pesar de que me volvió a tocar (en sentido literal) el sobador de la sala 2 de los cines Acteón, esta vez le casqué con el bolso en todos los menudillos mientras me cambiaba de sitio para seguir pasándolo bomba con esta dignísima secuela de Iron Man. Todo por cortesía de Robert Downey Jr. que hace de sinvergüenza y borracho mejor que nadie.

– Más allá del tiempo, que también se podría llamar más allá de la teoría de la relatividad y del ridículo. Sólo vale la pena si verle el torax y parte de la rabadilla a Eric Bana es uno de los objetivos de tu existencia.

¡Echadme un poco de menos, por favoooorrrrrr!


3 comentarios a “Iron Man 2 y otras hierbas” Añade uno

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