Estaba tan harta de ver cutre-cine que me recomendé a mi misma esta comedia británica, de humor inteligente sobre como los súbditos de su graciosa majestad mandaron a Mister Bean a aprobar la invasión de Iraq en el Consejo de Seguridad de la ONU (eso era lo que la crítica sesuda decía).
Empecé mal porque llegué con cinco minutos de retraso, cosa que, los que me seguís desde vuestras pantallicas caseras, me pone como una hidra de siete cabezas cuando lo hacen otros.
A pesar de mi falta de etiqueta, respeté la regla no escrita de esperar en el pasillo sin molestar hasta que encontré un sitio que no tuviera a nadie detrás (otra cosa que me fastidia, pero mucho: el que llega a un cine semivacío y se te pone delante con su cabezón infrahumano o su cardado sobrehumano).
Me siento, dispuesta a comprender esta sátira política de altura, cuando noto una incomodidad indefinida a la altura del lomillo, que aparece y desaparece, y que me sigue allí donde me coloque. Harta pensé que se me había colocado un cafre atrás y que, a base de estirarse, me estaba poniendo el pinrel en las costillas, así que empecé el momento codazo, hasta que me di cuenta, para mi horror, que no era un cafre sino un cerdo: me andaba metiendo mano (una, la otra no quise mirar donde andaba) entre los huecos de los sillones.
Tan desprevenida me pilló, que en lugar de montar un pitote y darle con el bolso, me cambié de sitio. A la salida se creo un agradable cineforum de Paquis y jubilautas, y cuando conté el sucedido, una de ellas salió de la sala en busca de su marido, quien entró como un miura dispuesto a partirle el alma al cerdo en cuestión. De hecho, mis Paquis salvadoras, me dijeron que la próxima vez monte el número sin rubor alguno, que seguro que era más entretenido que el coñazo de película que acababan de ver.
Por una vez, coincidí.
23 de diciembre de 2009 a las 19:32
Querida Tormi, siempre diré que lo mejor de las peliculas que nos comentas es el paisaje con el que te encuentras y nos desmenuzas, que parece que estamos allí. Hoy no, aunque como tu lo cuentas nos haces reir, pero es mu fuerte lo que te pasó, se ve que te pillaria en un momento como digo yo de «Faha-Floha» , porque si no, te imagino dando un salto Trinity en camara lenta y ahi si que se liaba el Movierecord y con razón.
Por lo demás, el forum de Paquis-Jubilautas con sus Paquis-Salvadoras, son lo más!.
He leido tu entrada sobre la semana cinéfila, yo no sabia este año si felicitar, si hacerme «la mueta», o yo que sé.
Asi que lo que he recordado es el video aquel de nuestras tres negras favoritas con la Carey, se lo he dedicado a tod@s, y en especial a ti y a chiqui, hace ya casi tres años de eso, ¿tacuerdas?
Muchos besos a lor dos! y Felices Cosas en Chiquiworld.
23 de diciembre de 2009 a las 20:21
Mi Henry del alma!!! Ande leches te me habías metido ? Ya me tenías preocupá … o ahora que lo repienso, la verdad es que no, porque siempre he pensado que el amor t’habia encontrao y por eso habías dejado de aparecer en mi vida. Si es así, me alegro; si no, le dices a la Danvers de mi parte que te de con un candelabro en todo lo alto.
Cualquiera que lea mis no-críticas (todo un género 😉 pensará que me invento estas cosas, pero de verdad que están «basados en hechos reales». Coincido contigo que estaba no con la faja floja, sino desabrochá y con la molla en expansión cósmica ;DD
Me encanta el video y me trae muy buenos recuerdos de estos momentos familiares de este bloglezuelo antes de que Chiqui se pusiera en plan estrella mediática 😉 Se te quiere y se te echa de menos. Que tengas felices fiestas y que el año 2010 no te coma por las patas.
Besotes,
La Tormi