Organización flamenca de salud sexual Sensoa.»¿Cómo piensas decirle a tus padres que ya eres sexualmente activa? Agencia Boondoggle, Bélgica.
Vía | El Barón Rojo
Organización flamenca de salud sexual Sensoa.»¿Cómo piensas decirle a tus padres que ya eres sexualmente activa? Agencia Boondoggle, Bélgica.
Vía | El Barón Rojo
Logotipo de la candidatura conjunta de Portugal y España para organizar el mundial de fútbol de 2018. Curiosamente, de las 10 candidaturas que compiten por esta nominación sólo tres de ellas no cuentan con página web. Una de ellas es esta candidatura.
¿Opiniones?
Ya os he dicho que estoy muy gruñi-gruñi (y si no que se lo pregunten a Rosa J.C. que me dice «¡Molaría hacerte una serie: tu primero bronqueas y luego solucionas, como House!»). Y también os he dicho que tengo el trigémino añoso. Como todo esto no puede acabar bien, necesito como el aire que me sorprendan, y cuando lo hacen (como en El Secreto de sus Ojos) ¡me siento como una peonía reventona!. Como estoy entrenada para las sorpresas para mal, porque soy de las que se ponen en lo peor by default, lo habitual es que me aburra como una Lady inglesa.
¿Qué podemos decir de Moon? Podemos decir queeeeee si has visto 2001, Alien, Blade Runner y Atmosfera Cero, es difícil que te tires a la calle, como han hecho unos cuantos, diciendo que es un peliculón. Se ve rápidamente el truco argumental que está infraexplotado y te deja frío. Ya comprendo que es difícil estar a la altura de Rutger Hauer («I’ve seen things you people wouldn’t believe… Attack ships on fire off the shoulder of Orion… I watched sea beams glitte in the dark near the terhausen gate… All those moments will be lost in time like tears in the rain… Time to die.») Muuuyyy difícil.
Moon es una película que te recuerda a la estética Lego con un ordenador central carente de la mala leche de HAL que parece sacado de los click de famovil. El drama está deshilvanado, no hay tensión narrativa y ya que el hijo de Bowie se ha gastado los cuartos en la escenografía, podría haber llenado de algo la película.
Os habla la voz de la senectud: no perdáis el tiempo con cine del montón habiendo tanto peliculón que ver. De nada.
Que los años no pasan en balde es un lugar común. Peor. Es una frase de vieja. Hace una semana cumplí años y empecé a pensar que mi hígado tenía un número de años tan brutal que si fuera un ordenador sería de tarjetas perforadas y estaría en un museo. En ese repaso que me hice desde la perspectiva de la medicina interna caí en que mis pechos, al menos, tienen 14 años menos que el resto (antes de esa edad carecían del derecho a llamarse así). Me di cuenta de que, con los parámetros actuales, no soy ecológica: consumo mucho y poluciono la hueva. Pienso, pues, que tengo la edad perfecta para un plan renove.
Afectada como estaba a lo Bovary por tener unos órganos provectos, me di a la compra compulsiva de revistas de moda para comprobar que los zapatos con alza que se llevaban en la posguerra a causa de tanta polio y tanto cojo resultan ser lo más según Vogue. Ya tuve la edad de disfrazarme y de ir hecha un adefesio. Ahora que mi vesícula tiene una edad no estoy por la labor de ir hecha una handicapé por mucho que la Wintour se empeñe. Una ya pasó por su momento de la bota ortopédica y no ve la necesidad, vaya, de recuperar esos tiempos en los que mis amables compañeras de colegio me hacían la vida imposible.
Paso las hojas y me pregunto quien quiere ir tan incómoda a la par que antiestética sobre todo cuando te puedes partir una pata por culpa de la osteoporosis y quedarte coja de verdad. Estoy convencida: alguien nos odia y el cabrón diseña ropa porque quiere que todas las mujeres heterosexuales nos escoñemos y los hombres, desparejados, caigan en sus garras gays.
Si no es esto, es que las mujeres, definitivamente, somos imbéciles.
Postdata: La foto es de un zapato, por si no lo parecía…
Cartel colocado por un «espontáneo» en una de las paredes de la redacción del periódico.
Noticia publicada por La Verdad de Murcia el 14 de Octubre de 2009. Si no lo creéis, aquí tenéis la noticia de la versión online. Y aunque suene mal, muy mal, el verbo existe oficialmente, y está bien dicho.
Una definición sin matices de lo que le ocurrió al pobre tubo submarino.
Vía | Las palabras de la tribu
Selección personal de artículos, anotaciones y comentarios sobre el mundo de la prensa y la comunicación encontrados en la red que aunque no sean necesariamente actuales, sí son de actualidad.
Sal líquida
Vía | Compradicción
Juguete de gato atropellado
Vía | Esto no, eh?
Plato «Carta de ajuste»
Vía | Señorita Puri
Pegatinas VHS
Vía | Monkeyzen
iSuck
Vía | 1 Design per day
Lámpara Crtl
Vía | Sí, so sé
Vara buscaWiFi
Vía | Microsiervos.
Reloj adhesivo
Vía | La Brújula Verde
La guillotina de Ikea
Vía | El Barón Rojo
PhotoShop para la nevera
Vía | No puedo creer…
Cajonera Alphabet. Está hecha en madera de roble a mano y sólo se hace por encargo. En cuanto al precio: prohibitivo. La cosa anda casi por los 3000 euros (2.700 libras). Más información en Kent and London.