Y luego querrán que vayamos al cine, ¡si es que las salas ya no pagan ni la luz! Se cortó la proyección a la mitad de Los abrazos rotos, de La Lista y ahora de Señales del futuro. ¿Será una señal de que nos vamos a quedar sin energía y todas las bibliotecas que hemos tirado por culpa de Google las vamos a tener que recuperar de los contenedores de papel por falta de electricidad para encender el «Pasokon»- uséase, personal computer en japo?
Menos mal que, según esta película que empieza prometedora y acaba de risa, la humanidad se extingue por culpa de lo que viene siendo un erupto solar.
Alguien debería de decirle a Nic, aparte de reiterarle el tema de su calva de Nancy, que si ve un guión en el que al final, sin venir a cuento, aparecen los extraterrestres, huya en dirección contraria. Entre las apariciones bizarras de la Virgen y estos giros argumentales cuando los guionistas no saben como salir del jardín en el que se han metido sin la ayuda de nadie, vamos a acabar todos cazando gamusinos.
O de Maria Antonia Iglesias en La Noria, con su aire de exorcista de Poltergeist.