¡Vaya memez de película La Ola! Camisas blancas, un grafitti molón, un gesto entre la Macarena y el Agente 86, un profe rapado, y, ¡zasca! ya tengo una película obvia, superficial y taquillera que ¡wooow! demuestra que un fenómeno sectario se puede producir en cualquier momento, incluso hoy en día, mayormente.
¡Impresionante documento de redescubrmiento de la rueda! Tal vez es que estoy muy maleada, un poco leída y algo descreída, pero me temo que los mecanismos de las dinámicas de grupo, de los fervores populares, de la anulación de individuo a favor del movimiento nacional, están más que estudiados y explotados. Van desde los hinchas irracionales de los equipos de futbol, hasta los nacionalismos, en los que la diferencia en el talado de árboles y en el levantamiento de pata mediando brinquillo, se convierte en una superioridad racial que justifica el exterminio del enemigo y la separación, mediante voladura, de la tierra sagrada de tus ancestros en la que mora el alma inmortal de tu pueblo superior.
Dile a cualquier pazguato que es superior por ganar el concurso Villarriba-Villabajo de limpiar paelleras a golpe de Fairy y convertirá ese hecho en un síntoma de que su pueblo ha sido elegido por el dios Proper del famoso Monte sagrado Propter & Gamble.
Pon al bruto del pueblo al frente de las fuerzas de seguridad y tendrás al pueblo entero, beatas incluídas, gritando ¡Heil Fairy!
Poster animado de la película «Terminator Salvation«. Se estrenará a finales del próximo mes de mayo. Y mucho me temo que la promoción será mejor que la misma película.
Mucho se habla de que la aparición del «tsunami internet» en nuestras vidas ha hecho que los llamados medios tradicionales, todos ellos, se vuelvan obsoletos de golpe y ya sean incapaces de aportar algo (positivo). Según se dice, ahora es el usuario el que elige cuando, como y donde se informa. La ciudadanía toma las riendas.
Pero un dato incuestionable y que muchas veces se olvida es que la inmensa mayoría de esa información que se puede «consumir» en la red está elaborada por y para los medios tradicionales, los de toda la vida. Si no hubiera detrás una estructura clásica, el panorama informativo en internet se quedaría bastante yermo. Las agencias de noticias, periódicos, radios o televisiones elaboran la información para sus formatos nativos (los que actualmente les dan de comer) y, posteriormente, enriquecerla en internet.
La realidad es que hacer información cuesta dinero, mucho dinero y los ingresos que genera la red en concepto de publicidad todavía, y digo todavía, hacen que sea muy difícil producir contenidos a un medio nativo digital… aunque siempre hay honrosas excepciones.
Entonces, y leyendo lo que diariamente se lee en los monitores… ¿qué manía hay con matar a toda costa rotativas, emisoras o cadenas antes de tiempo? Las compañías que mejor sepan adaptarse sobrevivirán mientras que muchas otras caerán, como ha pasado toda la vida de Dios y seguirá pasando.
Pudiera ser que algunos de los que se desenvuelven en el mundo de la comunicación digital, y que por influencia generan opinión y eso que ahora llaman buzz, estuvieran encantados con la crisis de los medios de comunicación tradicionales -por mucho que lo disfracen-. Eso, mientras los internautas de a pie, aquellos que «sólo» navegan, juegan y se relacionan, verán como, informativamente hablando, internet, su internet, se empobrece.
Por cierto, mucha gente no quiere o no puede tener internet en la España del Siglo XXI…
Fiel a su cita anual, la prestigiosa agencia de noticias Reuters publica las que considera sus mejores fotos del año. En esta ocasión, el nigeriano Peter Andrews ha sido el galardonado en la categoría de noticias por una foto tomada durante las revueltas étnicas en Kenia. Como siempre, la guerra da mucho juego.
[Bar Deportes] Y lo termino tal como lo empecé. Para los recién llegados, hace ya más de dos años y medio, comencé «50 en 50» hablando de Bar Deportes, una divertida bitácora en la que la actualidad del deporte era el pretexto para reunirse alrededor de la barra de un bar. Y quiero terminar con ella porque cada día que pasa, entrada a entrada, se van superando. Sus aperitivos son más sabrosos y sus cocktails más refrescantes. Y además, sin subir el precio.
El lado lúdico del deporte en un distendido «Sport&Tapas». Además, no es necesario reservar.
Por cierto, imperdible una de sus últimas entradas sobre la madre de Tévez.
Selección personal de artículos, anotaciones y comentarios sobre el mundo de la prensa y la comunicación encontrados en la red que aunque no sean necesariamente actuales, sí son de actualidad.
Con un título que suena a !Vaya solanera! pero que significa en versión Tormi ¡Tanto esfuerzo pa esta mierda de consuelo!, Quantum of solace se carga la idea de James Bond y se apunta al espía matón-patada-voladora vulgarote. Cuando uno va a ver un Bond espera a un señor repeinao, elegante y burlón, abonado al Aston Martin repletito de gadgets imposibles, que ni se mancha, ni se moja, ni se llena la cara de moratones.
Uno no espera a un chulazo mazas, bronco, lleno de manchones de sangre, con la ropa destrozada y con la cara hecha un ecce homo. Ni unas persecuciones con coches, repetitivas y nada originales; o por los tejados de Siena, calcadita a la de Tanger del Sr. Bourne. Hasta el acostamiento es soso, inexplicable y sin gracia.
No le echemos la culpa a Craig por ser un cachas potente y un Bond lamentable. Es que los guionistas le han dibujado así.