Bien podría tratarse de una pintura de los primitivos flamencos. Incluso podría ser una instantánea costumbrista de principios del siglo pasado de una enfermera luchando contra una epidemia, pero no. Se trata de una fotografía actual, demasiado actual de lo que está ocurriendo en Osetia del Sur, un remoto lugar en medio de la nada y de la que nada se sabe.

El día a día de un conflicto que una vez superada la vorágine mediática y con el paso del tiempo se perderá en lo más profundo del olvido pasando a formar parte de esos infiernos terrenales cotidianos de los que nadie se preocupa. Por mucho que las aguas parecen más tranquilas, en breve será tierra devastada y gente desarraigada. Nunca aprenderemos.

La foto, intrahistoria de esta situación, se publicó en El País el 11 de agosto y pertenece a la agencia Reuters.