Publicado por Tormento el 23 de mayo de 2008

Indiana Jones y el reino de la calavera de cristalHasta atrás de tortitas con nata de Somosierra, el equipo Chiquiworld toma posiciones en la sala Roxy A de Madrid. Nos preparamos para sortear con habilidad los riesgos de costumbre: spot de pajarito que tira palomitas y habla por el móvil; pareja de sordas solteras de más de 70 que confunden el sillón del cine con el de orejas de su casa y hablan a voces; tía alta,cabezona y enfadada con su churri que ocupa la pantalla entera… en fin, los elementos necesarios para hacer que la percepción de la película sea horripilante.

Chiqui se cambia de sitio. Yo me aferro a las palomitas. Comienza, pero, ¿que es ese bicho que sale nada más empezar? No debe ser la peli sino un anuncio de Ice Age quinta parte. Ah, pues no, comienzan los títulos de crédito ¡Pero que birria de títulos de crédito!

Y mi sorda de cabecera comienza su letanía: «Ay, Paqui, ¡pero que mayor está este hombre!». Si el principio no me gusta, los comentarios de la amiga de Paqui no ayudan. Me empiezo a temer lo peor: mala poco creíble, protagonista artrítico y sin gracia, cielo de cartón piedra a lo Douglas Sirk… Como siga así esto me levanto, arreo a Paqui (alguna vez lo acabaré haciendo) y me voy. Y de pronto ¡Boooooommmmmm! el momento nevera y vuelve Indi.

ADVERTENCIA: Chiqui me ha prohibido terminantemente jorobaros la película, así que a partir de ahora hablaré en clave.

El jovencito que me parecía un espanto en el trailer, es algo menos apestoso de lo pronosticado, aunque espero muy sinceramente que no le asciendan en la quinta parte. La ambientación es estupenda, excepto un travelling de una maqueta de quinto de EGB (es que soy del plan antiguo) y alguna que otra pelea a la que se le ve el cartón.

En cuanto a Harrison, el alma de Indiana, ha perdido mucho con los años pero ha sido capaz de mantener una digna socarronería que, de nuevo a la vista de la plaxta de trailer, creía que se había dejado en el mismo sitio que sus piños naturales. Porque, no nos engañemos, la gracia de Indi es la desvergüenza del mejor Han Solo con sombrero y látigo, y ésa, querido Harrison, la perdiste hace mucho tiempo. Coincido con la amiga de Paqui en que este hombre ha envejecido fatal. Sin embargo, recupera en esta película una frescura que hacía años había perdido haciendo de poli lerdo o de marido psicópata.

Y gruta por aquí, y momento confesión por allá, y rollo esotérico por acullá. Alguna que otra referencia involuntaria a Star Trek y final que ya hemos visto en chorrocentas pelis pero sin Indi. A Chiqui le parece poco creíble ¡cómo si toda la saga estuviera basada el teorema de Fermat! Si todos los puñetazos que soporta Indi fueran reales, ya le habrían retirado el seguro médico.

Resumiendo: mejor que la segunda (nunca me ha gustado un pito) y peor que la tercera. Con la primera ni la comparo, que es delito.


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