Lo compré casi como una curiosidad y atrapada por su punto ‘vintage’. Como casi todas estos cacharros se pagan en dólares, suele compensar. En total, con los gastos de envío, salió por 26 euros y aunque no dan gran resultado, tiene su gracia. Lo compré en Chinavasion.
La cinta está muy conseguida, aunque tiene en el lateral la posiblidad de poner los auriculares y conectarlo por USB para que se recargue y podría delatarla. La batería dura como seis horas. Se puede usar, además, como lector de tarjetas SD, pues en ella van las canciones en MP3. Tiene botoncitos para ir hacia delante y hacia atrás, subir el volumen, pararlo…
La calidad del sonido es normalilla. Y la batería dura como seis horas. El único problema es que al ponerlo en el cassette del coche resulta que tras cinco canciones sonando, empieza a ir más y más lento, laaass caaaanciooooneeeees se alaaaaargaaaaaan y suena como cuando el walkman se quedaba sin pilas.
Como artilugio retro está bien, pero no termina de cumplir una de sus funciones más interesantes: usarse como cinta.