Empecemos diciendo que quien escribe hoy de cine en ChiquiWord no es Tormento, la ilustre y exclusiva crítica habitual de este medio, que se ha ido al país del sol naciente a ver un ciclo de reposición de las películas de Kurosawa.
Lejos del país del sushi, y con la doble responsabilidad de, por un lado, no desatender al séptimo arte en este espacio, y por otro elegir la película, me decidí por la Familia Savages, tras leer por encima la crítica publicada en EL PAÍS.
La película – dirigida por Tamara Jenkins – tiene un planteamiento atractivo: dos hermanos intelectualoides – en España les hubieran ‘calzado’,sin duda, gafas de pasta – tienen que hacerse cargo de su padre, al le que acaban de diagnosticar demencia senil y de perder a su novia, gracias a la cual vivía en un complejo lujoso para la tercera edad en el desierto de Arizona. Por eso de tenerlo cerca, los dos hermanos — pese a que el padre no pagó ni las facturas del dentista — , deciden ingresarlo en un lúgubre asilo de Nueva York.
Las interpretaciones que realiza el plantel de actores es soberbia. Los dos hermanos Savages – ella, Laura Linney (Love Actually), y él, Philip Seymour Hoffman (La Guerra de Charlie Wilson, Capote ) — simplemente lo bordan y hacen creíble sus respectivos papeles de mentirosa para sobrevivir, y de catedrático especializado en teatro sin pena ni gloria. El abuelo sin nietos, interpretado por Philip Bosco, podía quitarles la atención a sus hijos en la pantalla, pero en su justa medida tiene un papel digno y equilibrado.
El guión hace que la cinta tenga momentos en los que uno no sabe si reír o hundirse en la pena absoluta. Hay diálogos gloriosos, pero mientras esas intervenciones llegan, la cinta se va haciendo pesada, y uno ya quiere que al final pase el hecho biológico y la película termine. Y cuando llega el fin, termina de no convencer, porque tanta dulzura no casa con el tono gris de toda la película. Dicho esto recordar que La Familia Savages fue nominada al Oscar en la categoría de mejor guión y la actriz principal compitió por la dorada estatuilla. No ganó ni en una categoría ni en la otra.