Selección personal de artículos, anotaciones y comentarios sobre el mundo de la prensa y la comunicación encontrados en la red que aunque no sean necesariamente actuales, sí son de actualidad.
Archivos de marzo de 2008
Ya adelanto que estoy muy cebolleta hoy. Será porque ayer me pasé medio día en la peluquería, el otro medio haciendo relaciones sociales multiculturales y al llegar a casa me escamotearon una hora que quiero que me devuelvan de inmediato para dormírmela de corrido.
Me pregunto si será el mismo estado en el que se encuentran los titulistas (¿o serán tituladores? ¿qué titulación hará falta para titular peliculas?) que traducen los nombres de las pelis. En el caso de La noche es nuestra no les puedo acusar de falta de literalidad pero si de desconocer el contexto sociológico de esta nuestra piel de toro.
El título original, We Own the Nigth está sacado del slogan del Departamento de Street Crimes de la Policía de Nueva York, ésa que, a base de Giuliani y mano dura, limpiaron la ciudad de delincuencia y la convirtieron en una sucursal de DisneyWorld. Ese slogan pretendía dejar claro quien mandaba, una especie de «la calle es mía» de nuestro incombustible Don Manuel. Sin embargo la elección del titulista ¿o será titulero? en este caso parece más pensado para los fans de los albóndigas en remojo o de la cursi de Winona-chori-Rider haciendo de proto-fallecida enamorada por incurable enfermedad autoinmune (es que veo mucho House). Otra opción como «Dueños de la Noche» habría llevado al paisanaje a creer que iba a ver «Blade el retonno«, así que reconozco que la cosa no está sencilla.
A todas estas no os he dicho, como de costumbre, nada útil sobre esta película. Intentaré al menos cumplir con la función social de organizaros el dinero de la paga. Me ha parecido una excelente película que consigue algo que ya no ocurre a menudo: transmitirte desasosiego, tensión. Es una película con atmósfera, en la que vives el aburrimiento y la angustia del protagonista, preguntándote de verdad cómo va a salir de ésta. Me ha pasado eso en muy pocas ocasiones, una de ellas con La delgada línea roja, por todo lo demás un tostón de campeonato. La noche es nuestra y olé está llena de música ochentera, juergas ochenteras y buen cine. Y Eva Mendes se masturba en la primera escena ¿qué más se puede pedir?
Recortable de la Estación Espacial
Vía | roc21
Vestido hamburguesa
Vía | bookofjoe
Zapatillas de tiritas
Vía | Compradicción
Mp3 retro
Vía | ElVentanuco
Cabina para fumadores
Vía | Dezeen (en inglés)
Impresora para café
Vía | No puedo creer…
Sujetador testicular
Vía | El Pito Doble
Condones XXS
Vía | Helektron
GPS tradicional
Vía | Abadía Digital
Atascapuertas
Vía | OhGizmo! (en inglés)
Dunkelziffer. «Si los niños que han sufrido abusos sexuales no reciben ayuda, nunca superarán el trauma». Agencia Red Rabbit, Alemania.
Alfombrilla para ratón con lámpara sensible a las condiciones existentes y césped natural diseñado por Sara Rossbach.
Vía | Why me?
32 años de la vida de un periódico en un rectángulo de 425 por 350. La intrahistoria de un medio de comunicación de un vistazo. Eso sí, sin tildes ni eñes. Algún defecto tenía que tener…
International Society for Human Rights. Ayúdanos en la lucha por la libertad de prensa. Agencia Leo Burnett, Alemania.
Vía | Vecindad Gráfica
[Lo que pasa en Tenerife]
El número de medios ciudadanos que están naciendo en la internet hispana no para de crecer. El camino que abrieron aventuras como Periodismociudadano, Bottup y ahora tímidamente Soitu está siendo seguido con mayor o menor éxito por un montón de plataformas que dan voz a los que están al otro lado del monitor.
Y una de estas iniciativas que lo está haciendo estupendamente bien es Lo que pasa en Tenerife. Un portal creado por tres «periodistas-emprendedores» realmente participativo, con un diseño claro y limpio (no obstante es obra de Inma Bermejo, autora también de Bottup) y unos contenidos realmente hechos por y para los vecinos de la isla.
Así que si vives por allí y sientes el gusanillo de la información no los puedes dejar solos.
Periodismo ciudadano | Lo que pasa en Tenerife
No, no es que Google haya perfeccionado aún todavía más su aplicación y permita ya ver lo que va leyendo la gente por la calle (…aunque démosle tiempo al tiempo). Se trata de un proyecto que ha desarrollado Zkimmer y que, utilizando la API de Google, ofrece la posibilidad de navegar por las páginas de unas cuantas revistas como si de un mapa de Google Maps se tratara.
Por el momento no hay muchas revistas por la que «guglear» (seis, incluida unas cuantas, aunque pocas, páginas de Wired) y además están bastante desactualizadas, pero prometen más pronto.
Una nueva forma de aplicar desarrollos de este tipo destinados al mundo de la comunicación. Si evoluciona como debe puede ser una alternativa interesante a servicios más tradicionales como Texterity, iDigital Edition o Olive.
Vía | La Cartoteca