[Escapadas fin de semana]
Hoy en día numerosas personas aprovechan los fines de semana para visitar una ciudad europea (vuelos inferiores a dos horas). Las compañías aéreas de bajo coste (Vueling, Clikair, Ryanair, EasyJet…) han facilitado este tipo de viajes culturales o de ocio, por lo que no es de extrañar que los viernes sean días de aglomeraciones en los aeropuertos españoles. También se pueden encontrar ofertas de vuelos a buen precio en las compañías aéreas tradicionales. Los numerosos establecimientos hoteleros para todos los gustos y bolsillos, y la gran oferta cultural (museos, exposiciones, conciertos, festivales, compras, etc.) también animan a este tipo de viajes.
París, Londres, Milán, Berlín, Roma, Praga, Barcelona, Madrid, Sevilla, o Ámsterdam son algunas de las ciudades más visitadas.
Esta última, Ámsterdam, es una ciudad que me apasiona. Es tranquila, se puede pasear sin muchas aglomeraciones, hay pocos vehículos a motor y numerosos lugares a visitar. Comenzemos pues con ella.
Para llegar al centro de la ciudad desde el aeropuerto de Schiphol se puede tomar un tren (salen cada 15 minutos) hasta la estación central, que está muy céntrica. La mayoría de autobuses y tranvías pasan por este punto. Frente a la estación se encuentra una oficina de información turísitica. La he visitado en numerosas ocasiones, por lo que os voy a proponer tres rutas diferentes que os permitirán conocer y disfrutar la ciudad en un fin de semana. Aunque todas ellas se pueden hacer a pie, también sirve la bicicleta (transporte habitual de los holandeses)… y es bastante menos cansado.
Ruta A. Salimos de la Estación Central (a eso de las 9) y enfilamos la avenida Damrak hasta llegar a la Plaza Dam. El edificio principal es el palacio Koninklijk. A un lado se encuentra la iglesia Niewe Kerk que ha acogido actos reales y en el centro de la plaza se encuentra el Monumento Nacional, un obelisco de 22 metros que recuerda a los holandeses muertos en la II Guerra Mundial. En una esquina de la plaza encontramos los grandes almacenes De Bijenkorf.
Seguimos nuestra ruta por la calle Rokin o por la Kalverstraat. Recomiendo esta segunda por lo concurrida y por el número de tiendas que hay a ambos lados. Aquí se encuentra el Amsterdams Historich Museum (Museo Histórico de Ámsterdam). Un poco más adelante encontramos Begijnhof, una encantadora manzana de casas creada en 1346. Llegamos a la pequeña plaza Spui que está rodeada de cafés, restaurantes y librerías, convirtiéndose en uno de los lugares más encantadores de la ciudad. Tras ella y por la calle Singel con numerosas tiendas y centros comerciales llegamos a Munttoren (Torre de la Moneda) y el famoso mercado de flores Bloemenmarkt (ya serán aproximadamente las 12 de la mañana).
Nuestra ruta sigue por la elegante y entretenida Nieuwe Spiegelstraat (calle de los anticuarios) hasta llegar al Rijksmuseum, con una gran selección de pintura holandesa y europea. Cerca que aquí, a los que les guste la cerveza pueden visitar Experiencia Heineken y el concurrido mercado callejero de Albert Cuypmarkt.
Ya de regreso, pasamos por la comercial y exclusiva calle Pieter Cornelist Hooft hasta llegar a Leidse Plein en la que destaca el edificio del American Hotel. Después de tomar un respiro y reponer fuerzas en unos de los cafés de la plaza, seguimos por la calle Leidse hasta el canal Prinsengracht y seguimos hasta Runstraat donde encontramos una de las mejores panaderías de la ciudad Bakkerij Paul Année y De Kaaskamer con una excelente selección de quesos. Hecho esto, a descansar a cenar o a dormir, según apetezca.
Ruta B. Iniciaremos nuestro recorrido (también a las 9 de la mañana) en el Museo Casa de Ana Frank. Después de disfrutar la visita, podemos ir a la cercana torre Westerkerk. Nuestra ruta sigue por el canal Prinsengracht hasta llegar a la iglesia de Noordemarkt en cuya plaza se celebra los sábados un mercado de productos naturales (Boerenmarkt). Tras las compras, Seguimos ruta paseando por el peculiar y colorido barrio Jordaan con sus pequeñas calles y canales. A medio día podemos desplazarnos para visitar el espléndido Museo Van Gogh, y a la salida, al cabo de un bien rato, podemos ver alguno de los más importantes talladores de diamantes. A media tarde apetece hacer un recorrido en barco por los canales. Es una buena forma para contemplar la ciudad desde otro punto de vista, ver los puentes más bellos y además nos permitirá descansar de una agotadora jornada.
Después de tomar un respiro en nuestro alojamiento podemos seguir de ruta nocturna. Podemos empezar en la iglesia Oude Kerk, la mayor de la ciudad y adentrarnos en el barrio rojo con sus escaparates en los que se exponen las prostitutas. Para terminar, la plaza Nieuwmarkt. Es una zona segura pero algo siniestra.Ruta C. Como no, salimos a las 9 de la plaza Dam, y seguimos por la calle Damstraat (en la esquina con la calle Oudezijds Voorburgwal está la tienda museo Hash Marihuana) hasta llegar a la Casa Museo de Rembrandt. Por el camino encontramos una de las casas de madera más antiguas de la ciudad, que en la actualidad es un bar. Un poco más allá está el moderno edificio de la Opera (Stopera). En esta zona se pueden contemplar algunos de los puentes levadizos más bonitos de la ciudad.
Cerca de aquí podemos visitar el Museo del Hermitage de Ámsterdam, un edificio moderno con exposiciones esplendidas y también el Museo Histórico Judío. Si cruzamos el canal Amstel nos encontraremos con la plaza Rembrandt, un buen sitio para descansar y reponer fuerzas en cualquiera de sus bares y restaurantes.
Es una ciudad para disfrutarla en un fin de semana. Tiene mucha vida, hay un sin fin de restaurantes, bares y lugares para pasar una velada inolvidable, por lo que no os voy a recomendar ninguno, es mejor que cada uno los descubra. También hay gran variedad precios en el alojamiento, se puede alquilar una habitación en una casa flotante o en alguno de los hoteles con encanto que se pueden encontrar en los canales. No es una ciudad cara si lo comparamos con las nuestras, los precios son bastante similares a Madrid o Barcelona.
Hay que tener especial cuidado al cruzar las calles por los numerosos tranvías y las bicicletas, que junto a los peatones hacen en alguna ocasión una mezcla algo peligrosa.
Viaje realizado en diciembre 2005.
Foto principal jggweb.com
2 de noviembre de 2007 a las 11:40
Mi pareja ha estado viviendo en Holanda un tiempo, y siempre me habla de que tenemos que visitarlo. Desde luego a mi cada vez me gusta más la idea, gracias por la miniguía, la vamos a imprimir porque seguro que nos vendrá muy bien. Un abrazo
2 de noviembre de 2007 a las 13:50
Aranque, si necesitas alguna información adicional no dudes en solicitarla.
Gracias por el interés en las mini guías
Albert
4 de noviembre de 2007 a las 12:43
En la iglesia N.W. tiene que ser relajante oir un concierto de los que anuncia.
Begijnho es tambien el estilo de ambiente que me gusta (a quien no! )o en la torre de la moneda
o la calle de los anticuarios.
En la foto del barrio Jordan,(en la pag.) da la impresion que las casas tienen la forma del puente (pero supongo que será un efecto optico).
Hay un video musical de G.Michael, en el que hace una versión de «Roxanne» en el que se retrata el barrio rojo y es muy bonito.
Bueno, pues por lo que nos explicas, para mi, seria un lugar en el que me sentiria bien, no hay aglomeraciones, pocos vehiculos de motor, etc.
Pero seria para contar con más dias, porque las tres rutas son interesantes, y a mi que me gusta ver museos,calles, etc con tranquilidad, no me daria tiempo en un finde de verlo todo, pero claro, tampoco se puede tener to!.
Saludos!
La foto primera del post me encanta. buena guia!.
6 de noviembre de 2007 a las 16:01
Hola Henry
Claro que si, mejor dedicar cinco días a una ciudad como Ámsterdam, es un placer sentarse en un banco leyendo un buen libro y viendo pasar los barcos por el canal, o pasear por los parques que rodean la ciudad.
Albert
7 de julio de 2010 a las 11:11
Muchas gracias por tu homenaje a nuestra hermosa ciudad. Me cansan las «guías» que hablan de la droga y de la prostitución, mientras Amsterdam tiene mucho que ofrecer para todos los gustos.