Dicen que los deportistas son el espejo ideal donde se deben mirar los más pequeños para aprender valores como el compañerismo, el sacrificio, la constancia, el afán de superación…

Pero viendo a algunos, parece que el dinero, la fama o la posibilidad de tener todo lo que se les antoje hace que se olviden de todos esos buenos valores y saquen a relucir la bestia que llevan dentro

Viene todo esto a raiz de la espectacular rajada del «angelito» Darko Milicic, un jugador serbio de baloncesto, que jugando a la canasta debe ser un monstruo, pero como persona humana con piernas es un verdadero animal. Vedlo y juzgar por vosotros mismos. ¡Ojo! si tenéis cerca a alguien que sea o hable serbio bajad el sonido de los altavoces, no vaya a creerse que se lo estáis diciendo a él y tengamos lío…

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Pues bien, la broma la salió casi gratis al mostrenco: 10.000 euros de multa y suspensión de un año en competiciones internaciones. Teniendo en cuenta que juega en la NBA y acaba de firmar un contrato de tres años por 21 millones de euros poco creo que le importe esa misería.

Aunque ésta sea una de las más sonadas, últimamente se han producido otras que no creo que sean ejemplo para nadie. A saber: la fiesta de los jugadores de fútbol sub20 argentinos tras ganar el campeonato del mundo, los bonitos insultos de Massa a Alonso con el beneplácito de los comentaristas, la pelea barriobajera de Diogo y Luis Fabiano delante de 40.000 personas o los lamentables gestos racistas de Milan Baros contra Mbia.

Menos mal que siempre nos quedará la cordura y sensatez de quienes ya son mayorcitos y rigen los destinos de todo esto…

ACTUALIZACIÓN 13/09/07: Rubenvike ha encontrado otro bonito ejemplo de compañerismo entre ciclistas.