Llego a la redacción de Chiquiworld dando brinquitos como Heidi porque la peli de hoy, por fin, me ha gustado.
– ¿Que has visto?, me pregunta Chiqui.
– Una en versión original en chino, de las triadas de Hong Kong, Election 2, le respondo.
– Ah, muy bien, de esas de acción a lo Jackie Chan.
– Vamos a ver, Chiqui, me empiezo a recalentar como un hornillo de camping gas, ¿conoces alguna película de Jackie Chan que la pongan en el circuito de versión original, y en los Verdi para más inri?
– Bueno, oye, que no sé donde has ido a ver la película… perrrdddoooona -me contesta, dándome tobillas en el ego- pero al menos -continúa, será de esas de patada voladora y grulla que levanta el vuelo a lo Karate Kid, ¿no?
– Pues no -digo revolviéndome en el asiento – es una película de Johnnie To sobre como un «nuevo empresario» en el Hong Kong chino, que ha hecho su fortuna a base de deuvedés pornos pirata y su pertenencia a una triada, se ve obligado a presentarse a jefe de la banda para poder seguir adelante con un negocio inmobiliario en China. La película, con ritmo pausado, frialdad a lo Takeshi, y un poco de gore a lo Tarantino, nos enfrenta a la corrupción política china, a sus nuevos ricos y al milenario guanxi. Me ha encantado y el protagonista, Louis Koo, es ese modelo de guapazo asiático que tanto me pone.
Herido por lo del guapazo, que se lo he notado yo, me dice: O sea, un coñazo. Pues a ver de que te escribes el post… ¿No te has dormido…? ¿no se ha estropeado el proyector…? ¿no había marujas a las que sacarles punta…? ¿nada…?
– Pues no, mira por donde. La gente, educadita; el proyector, homologado; la película, estupenda y en tiempo y las palomitas crujientes.
-Pues tú me dirás de que escribes…
Pues ya os digo.