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Archivos de julio de 2007
Viene de Las miniguías de Albert. San Petersburgo I
Nosotros estuvimos allí tres días. Aquí os dejo un pequeño resumen de nuestras andanzas por si os puede servir de ayuda.
El primer día y a eso de las nueve y media, iniciamos la ruta en la espectacular Plaza del Palacio (Dvortsovaya Ploshchad), donde en el centro se encuentra la Columna de Alejandro de 47 metros y medio y que conmemora la victoria sobre Napoleón en 1812. Es digno de admiración los dos edificios en curva unidos por un arco que en la parte superior descansa un carro de la victoria. El Palacio de Invierno es el edificio principal. Con una decoración algo rococó (verde, blanco y dorado), alberga el Museo del Hermitage. Antes de acceder al museo se puede visitar la puerta principal (portico) del Gran Hermitage que se encuentra en la calle Milloinnaya Ul, tiene unas impresionantes columnas de granito negro que representan a unos atlantes.
A las diez y media, el Museo del Hermitage abre sus puertas. Seguro que vais a encontrar centenares de personas. Por eso, os recomiendo comprar las entradas anticipadamente por internet. También es importante llevar programadas las salas que queréis visitar. Nosotros estuvimos menos de tres horas y logramos ver casi todo lo que nos interesaba. Desde la web del propio Hermitage, por cierto magnífica, podréis programar vuestra visita.
A la salida del museo por la puerta que da al río Neva, tienes una magnífica vista de la Fortaleza de Pedro y Pablo, de los puentes Troitski y Dvortsovi, de las columnas rostales y de los Palacios Museo de la isla Vasilevski. Seguimos ruta siguiendo el Neva hasta la Plaza del Palacio y continuamos por un largo paseo arbolado hasta llegar al Almirantazgo, edificio singular por su afilado capitel dorado. Al final, llegamos a la plaza Dekabristov donde encontramos la estatua (jinete de bronce) más famosa de Pedro el Grande.
A eso de las dos, y cruzando los jardines de la plaza, nos encontramos con la imponente Catedral de San Isaac que tiene una de las bóvedas más grande del mundo. Ésta es una buena zona para comer algo y seguir ruta. Después de llenar el estómago, cruzamos la plaza Isaakievskya y el canal Moika y seguimos por la zona Kazanski hasta llegar a la plaza Teatralnaya (Teatro Mariinsky). Desde este punto iniciamos el regreso por pequeñas calles. Cerca encontramos uno de los puentes más destacados el Lvini most en el canal Griboedova. Se puede seguir este canal hasta llegar a otro puente espectacular: el Bankovski most. Desde este punto hasta la imponente Catedral de Nuestra Señora de Kazán es un paseo (acabamos a aproximadamente a las cuatro). El puente Kazanski tiene una magnífica vista de la Iglesia de la Sangre Derramada. En esta esquina con la Nevski pr. encontramos el edificio Singer (ahora un tienda de recuerdos y libros).
El segundo día y también a las nueve, salimos de la Plaza del Palacio y fuimos hacia el Río Neva, cruzamos por el puente Dvortsovi hasta llegar a la isla Vasilevski. En la plaza Birzhevaya está el Museo Naval, el de Zoología y las dos columnas rostrales. Seguimos por el puente Birzhevoi hasta llegar a la Fortaleza de Pedro y Pablo (en una hora aproximadamente). En la Catedral de San Pedro y San Pablo están las tumbas de los Zares. Salimos de la fortaleza por el puente Lannovski. Si os gusta el tema militar no hay que perderse el Museo de Artillería (en el interior hay una curiosa tienda de miniaturas).
Al cruzar el puente veremos la Mezquita con azulejos azules, y siguiendo por el dique nos encontraremos con la casita de Pedro, considerada la primera construcción de la ciudad. La ruta continúa cruzando el puente Troitski hasta el Campo de Marte y los Jardines de Verano, desde donde se llega a la Iglesia de la Sangre Derramada.
Después de visitarla, seguimos hasta la plaza Iskusstv en dónde se puede visitar el Museo Ruso con su impresionante colección de iconos. A la salida, a eso de la una, podemos aprovechar para comer alguna cosa y seguir nuestra ruta por la Nevski pr. Allí, no hay que pasar de largo por el edificio del antiguo supermercado Yeliseyevskey, ahora cerrado, y las numerosas tiendas. Por fin se cruza el puente Anichkov y se llega a la estación de Moscú. En ese momento, los pies se merecen un descanso.
El tercer día ya es algo más tranquilo. Se puede empezar la ruta a las diez y media, frente a la puerta del Museo del Hermitage que da al río Neva, donde se encuentra un embarcadero desde donde salen unos barcos rápidos que nos llevarán, por el golfo de Finlandia, a Petrodvorets en unos 30 minutos. Es el Palacio Imperial más impactante cerca de San Petersburgo. Hasta llegar a la impresionante Gran Cascada y al Gran Palacio paseas por un parque exuberante de vegetación y agua.
Por último, reseñar que San Petersburgo es una ciudad cara, muy cara para el turista. En todos los museos, palacios o iglesias se paga. Los restaurantes también son caros, sobre todo los que están cerca de lugares turísticos. Os recomiendo el Matrosskaya Tishina, un estupendo lugar para comer pescado fresco del golfo de Finlandia.
Viaje realizado en junio 2007
En el futuro, todos tendrán sus 15 megas de gloria. Anónimo.
Vía | Prohibido fijar carteles
Un periódico tradicional (o sea, de papel) consigue sus ingresos principalmente de dos maneras: los ejemplares que vende y la publicidad. Si una de estas dos vías de financiación falla, las cuentas no cuadran. Por muchos anuncios que venda si luego no lo compran en el quiosco, tarde o temprano tendrá serios problemas. Y si por el contrario se hincha a vender ejemplares pero la publicidad no entra, sobrevivirá, pero no sin agobios. Caso aparte es de las publicaciones gratuitas que se financian casi al 100% con sus anunciantes.
Pues bien, las ediciones digitales de cada diario, que son la extensión en el mundo virtual de sus hermanos en papel y que podrían ser un excelente escaparate para mostrar el producto en profundidad a sus potenciales anunciantes, no se esfuerzan ni un ápice en buscar futuros compradores para esos espacios cuadriculados con colorines que acompañan a las informaciones.
Parece que les da vergüenza hacerlo. Todos ellos (El País, El Mundo, ABC, La Razón, La Vanguardia o La Voz de Galicia) lo esconden entre la letra pequeña del pie de página a donde nadie llega nunca. Aparte de las tarifas y unos cuantos, escasos, datos técnicos, la mayoría tan solo ofrece la posibilidad de descargarse la versión en PDF de los folletos que llevan sus comerciales en el mundo real. Caso aparte es el de El Periódico de Catalunya (véase más abajo a su compañero de grupo, el Sport). A esto tampoco se escapa el periódico gratuito por excelencia, 20 minutos, que aunque viva únicamente de ello, parece como si ya lo tuviera vendido todo.
En cuanto a los deportivos, salimos de Málaga y nos metemos en Malagón. Los dos que más venden Marca y As por no tener, no tienen ni una mísera tarifa de precios. Sport lo resuelve con un enlace a una página en la que según ellos están trabajando y desde donde se puede descargar un tristre fichero pdf dentro de un zip donde están las tarifas de ¡2006! de todas las publicaciones del grupo. Mundo deportivo lo despacha con otro bonito pdf.
Por eso supongo que para los anunciantes será un placer echarle un vistazo al Financial Times. Ha creado una web llamada We live in Financial Times, donde se puede encontrar el FT Tool Kit. De manera gráfica explica todo lo referente a las posibilidades que ofrece insertar publicidad en su edición en papel. Hecha toda ella en flash, se nota que se han preocupado en ofrecer valor añadido. Aunque no se tenga dinero ni para un mísero anuncio por palabras, merece la pena una visita.
Otro buen ejemplo, aunque sin tanto de despliegue de medios, es The New York Times. Bajo el nombre de Media Kit 2007, ofrece un minisite correcto con todo tipo de información sobre el producto y además permite la posibilidad de enviar la publicidad directamente desde la página web.
Resumiendo, que en España si se quiere vender más publicidad se necesitan menos PowerPoints y pedeefes y más creatividad, que de eso va todo este mundillo.
Quemador de incienso «Kung Fu Kids». 37,95 dólares en Wrapables.
¿Se le caerá la cara de verguenza a este «valeroso» individuo del KKK cuando abra los ojos y vea esta foto o por el contrario seguirá siendo tan cazurro y cabezahueca como hasta ahora?
Conociendo los límites de la estupidez humana no me atrevería a apostar por ninguna…
Vía | El Ventanuco
Hoy lo tengo muy difícil, la verdad. He sido objeto de una contaminación cruzada producto de un vicio vergonzante: yo leo los libros de Harry Potter. Desde el primero hasta el último, que ya espera en los almacenes de Amazon con mi nombre para llegar a mis manos piscineras.
Sí, lo reconozco, sé lo que es un muggle, un dementor, la cárcel de Azkaban o los hechizos Avada Kedravra o Cruciatus. También es cierto que tal como leo el libro se me olvida y cuando anuncian el siguiente me tengo que leer el final del anterior.
He de decir que últimamente los leo un poco por obligación, por ver en que queda la cosa, una vez superada la primera sorpresa sobre la imaginativa crítica social que J.K. Rowling hace de los británicos.
Por eso, esta peli es un gadget más de forofos de la serie que la aprecian por sus detalles y no precisamente por su fuerza narrativa o porque sea una buena obra cinematográfica.
De esta película y para los adictos podemos destacar la representación del Ministerio de Magia en marmol negro mausoleo con un omnipresente Ministro Fudge a lo Churchil, y el personaje de Dolores Umbridge interpretada por una grande de la escena británica como Imelda Staunton. La Umbridge representa en sí misma el arquetipo del británico burócrata y bienpensante, con sus trajes rosa y su decoración recargada con motivos florales y de gatos, que trás el té y el «Queen English» esconde un carácter cargado de intransigencia victoriana autojustificada. Lo que un amigo británico llama «nastiness«.
Y poco más, a parte del ambientillo de la sala en la que un «¡no me jodas!» de un espectador tras el «Voldemort ha vuelto» del Ministro Fudge en la pantalla, nos hizo reir a todos. Como el Rocky Horror Picture Show pero de andar por casa.
Ropa para viajes
Vía | Píndoles
Funda para el Fiat 500
Vía | Motorpasión
Pelucas para bebés
Vía | Compradicción
Tatuaje ocular
Vía | Neatorama (en inglés)
Body infantil Google
Vía | Sí, lo sé
Almohada libro
Vía | De compras
Guante pela-patatas
Vía | No puedo creer…
Sudoku higiénico
Vía | ici on Aime (en francés)
Mochila Darth Vader
Vía | Monkeyzen
Bolsos «comestibles»
Vía | Funniest Gadgets (en inglés)
Del pergamino al libro… ¿No os recuerda algo?
93SgXeu-SeY
Y es que la historia siempre se repite.
Llavero Clote Velcro Key Holder. 75 dólares en MoMA Store.
Vía | Sí, lo sé