Antes de meternos en harina deciros que la información que sigue a continuación es del año 2000, hace siete años y con toda seguridad alguna parte puede ser algo diferente, además han habido cambios políticos que seguramente hacen bastante más complicado el viaje para un occidental.
Nuestro viaje se inició varios meses antes con los trámites burocráticos. Por cierto, hay que evitar que el pasaporte tenga visas de Israel. Para obtener el visado de entrada es necesario varias fotografías y las mujeres se las deberán hacer con la cabeza cubierta por un pañuelo, aunque no es necesario que sea negro. Hay que llevar la documentación a la Embajada de la República Islámica de Irán en Madrid. Nosotros la enviamos por mensajero y la recogimos por el mismo sistema. No es un trámite muy largo, pero os aconsejo realizarlo con tiempo para evitar sorpresas de último momento.
La indumentaria es uno de los puntos más complicados, especialmente para las mujeres. Los hombres ya no vamos de vacaciones con corbata, una prenda no utilizada en Irán. Para las mujeres lo mejor es ponerse un vestido negro sin mangas, que la falda sobrepase la rodilla, por debajo del vestido unos pantalones y la cabeza cubierta con un pañuelo…
En 2000, aceptaban las tarjetas Visa y MasterCard, pero no American Express. Se pueden utilizar en tiendas y en hoteles. También es bueno que llevéis euros en efectivo para evitaros algún día de aquellos que nadie ha cambiado y no te aceptan tarjetas.
Es un país seguro, a pesar que vivimos de cerca alguna mala experiencia. La gente es amable aunque intenta no relacionarse mucho con el viajero, a excepción de los vendedores de las tiendas. Te sientes observado más de lo deseado y, aunque no se ve el control, intuyo que saben que haces, a dónde vas y con quién hablas. Como nos gusta ir por nuestra cuenta y sin control estricto, le solicitamos a nuestra guía en Isfahan poder pasear por la ciudad solos y cuando regresamos al hotel la policía se había puesto en contacto con ella para recriminarle y advertirla que si ocurría otra vez le retiraban el carné de guía turístico.
La Guerra Irán-Irak (1980-1988) dejó más de 500.000 muertos solamente en Irán, y por ello detectas que hay una franja de edad con muchos menos hombres que mujeres. Irán es un país joven en el que más del 60% de la población tiene menos de 40 años.
Dicho esto y a pesar de todos los inconvenientes, que los hay, Irán es un país que hay que visitar.
Llegamos al aeropuerto de París Orly para realizar el enlace con el vuelo de Iran Air que nos debía llevar a Teherán. En la sala de espera nos encontramos con las primeras contradicciones. La mayoría eran familias iraníes de clase acomodada residentes en Francia que iban a pasar las navidades a su país de origen. Ninguna mujer llevaba el chador y la mayoría no llevaban la cabeza cubierta. Antes de aterrizar en Teherán todas las mujeres se cubrieron la cabeza con pañuelos. Supongo que hoy en día las cosas han cambiado a peor. Nosotros estuvimos en Irán en la época del presidente Khatami, un hombre que tenía una vocación más aperturista y que la juventud del país valoraba positivamente, o esto era lo que creímos.
A nuestra llegada al aeropuerto de Teherán nos vino a recoger nuestra guía, una mujer joven, menuda, que hablaba perfectamente español.
Tras instalarnos, visitamos el Museo de la Cerámica y del Vidrio, el Museo Saad Abad, el espectacular Museo Nacional de las Joyas y finalmente el Museo del Palacio donde vivió el último Sha. Impresionantes los inmensos salones y las botas de bronce, de tamaño descomunal que uno se encuentra a la entrada del palacio y que correspondían a una escultura gigante del Sha Mohammad Reza Pahlevi que lamentablemente la revolución Islámica destruyó.
Teherán está situada al pie de las montañas Alborz y por muchas calles baja el agua por canales.
Al día siguiente salimos en avión hacia Shiraz para visitar Persépolis, ciudad construida por Darío I en el año 512 a.c. y primera capital del Imperio Persa. El lugar es como un horno y hace un calor insoportable. Seguimos viaje por el desierto hasta Naghsh-e-Rostam, dónde encontramos las tumbas excavadas en la roca de Dario I, Darío II y Xerxes I. Antes de regresar al hotel nos tomamos, en una casa de té excavada en la roca, un refrescante chai (té). En Shiraz hay que hacer una parada obligada en la ciudadela de Karim Khan.
Continuará…
27 de julio de 2007 a las 21:31
¿A que mala experiencia te refieres? Podrias darnos algun dato mas?
Un saludo
27 de julio de 2007 a las 21:45
Hola Mann, en la segunda parte de esta mini guia, que publicaremos en unos días, explicamos que en Isfahan encontramos a una joven pareja de italianos a los que hacia unos minutos tres «elementos» vestidos de policias les robaron todo. En todos los paises del mundo, incluido el nuestro, hay que tomar ciertas medidas para procurar evitar estos malos momentos.
29 de julio de 2007 a las 1:25
Mira que amables , el pañuelo si quieres lo puedes cambiar de color…
La Mezquita de imam se ve bellisima.
El museo Saad abad no tiene un aire Tara? es muy bonito tambien.
Que mal rato pasariais tambien con lo de la guia, se ariesgó la pobre, pero, no os lo advirtio?
Muy fuerte tambien lo que cuentas de la pareja de italianos.
Las fotos tambien me gustan, la primera supongo que es la mezquita de imam?
y la ultima parece un gran castillo de arena.
Saludos a Tod@s!.
29 de julio de 2007 a las 23:02
Hola Henry, es cierto, la primera foto es de la mezquita Masjed-e Emam en Isfahan, y la segunda es la fortaleza de arena de la ciudad de Bam, hoy en día está destruida a consecuencia del terremoto que asoló la ciudad en diciembre de 2003.
En Teherán algunas construcciones son muy occidentales, la mayoría construidas por el último Sha.
29 de julio de 2007 a las 23:08
Henry, me he dejado de comentar el tema de la guia. Quisimos ir a comprar sellos en la oficina central de correos y luego pasear solos por el laberinto de calles del Bazar. Nos avisó, pero preferimos ir solos, con toda seguridad si no hubiera habido el robo a la pareja de italianos no hubiera ocurrido nada.
30 de julio de 2007 a las 21:34
[…] es necesario varias fotografías y las mujeres se las deberán … articulo continua en Chiqui traido usted por […]
8 de agosto de 2007 a las 11:54
Yo ya he ido dos veces a Irán, una hace dos años y otra esta semana santa incluidos mis hijos marido, hermana y marido. Que equivocados estamos respecto al pais!!! yo creo que las cosas se salen de contexto, con mucho, nosotros no llevavamos guia en ningún momento y esta vez hicimos mucho turismo por el pais, en 15 día cogimos 10 aviones, desde Teheran,que vimos lo más importante, pasando por Isfahan, Masahad (entramos en la mzquita más importante) Shiraz, con Persepolis, kossan (no sé muy bien como se escribe) y no tuvimos problemas en ningún sitio, todo lo contario, lo mejor de ese pais es la gente, amable, educada y muy culta…
9 de agosto de 2007 a las 13:58
Serena, que cierto es todo lo que expresas, la gente es magnífica y te acoge sin ningún problema, yo también fui con mi hija de 13 años. Destaco sobre todas las cosas el respeto, el mismo que estamos perdiendo en la civilización mal dicha “del bienestar”.
Lo que te llevas de viajar no son ni las fotos, ni los souvenirs, ni las pelis “paliza” que enseñarás a los sufridos amigos, es mucho más, es como si fueras a la Universidad hacer un master intensivo y práctico de conocimiento de 15 o 20 días.
Quienes somos los occidentales para decir lo que está bien o mal?
9 de septiembre de 2007 a las 17:30
[…] Viene de Las miniguías de Albert. Irán I […]