El sábado, alentada por la incombustible y siempre encantadora Rosa, cumplí uno de mis sueños: montarme en una carroza del día del Orgullo Gay, no sólo por el rollo solidario (que también) sino por dar salida a una frustración que se me ha quedado clavaíta en el alma: ser gogó de jaula.
Cualquiera que haya sido soltera de larga duración antes o después ha acabado convirtiéndose en Mariliendre, apelativo nada cariñoso con el que Leopoldo Alas (Dios lo tenga en la gloria de a los que nadie lee) denominaba a la amiga heterosexual veinti-treinta que sale de marcha con amigos homosexuales de igual edad y con salida del armario previa. Antes de continuar, quiero lanzar un mensaje a las compañeras del metal de cualquier tendencia sexual: el machismo sigue existiendo y en el mundo gay no te quiero ni contar. Tanta musculoca, gladiadora y bigotuda no podía dejar de tener sus efectos. De ahí que algunos nos llamen Mariliendres y nos traten como a un mandril de compañía.
Pero volvamos al sábado. Nuestro objetivo era ser la sombra de la Jorja así que, yo vestida de malota y Rosa de niña buena, nos pasamos el día haciendo fotos y pretecnología recorriéndonos p’arriba y pa bajo todo Madrid y sus aledaños con unas camisetas rosas modelo Barbie entregadas por la organización que iban cantado nuestro orgullo.
Entre el calor, las caminatas y el barullo, llegamos a una carroza petada en donde había que matarse para tener un balconcillo, mientras el sol inmisericorde nos deshidrataba al ritmo que las provisiones de bebida desaparecían. Gracias a un compañero de altarcillo con meneo de cadera a lo Bronski Beat que se tiró de la carroza a comprar botellas de agua a un kiosko de helados, pudimos aguantar hasta que aquello se puso en marcha.
Diva, una transformista con físico de sumo y aspecto de hawaina inmensa iba a la proa mirándonos con la misma cara de asco que nos regaló a lo largo de la jornada. Debe pensar que la mudez acrecienta el glamour. Mientras en la calle los temáticos intentando hacerse famosos con los no-disfraces más singulares; los desnudos abanderados luciendo la bandera republicana; los invitados a las bodas de los Jerónimos (ellas, de largo; ellos, de pingüinos) bailando y haciéndose fotos con las carrozas al fondo y las oleadas de familias Carrefour que fueron a ver el espectáculo y pasear su aburrimiento, como al que tanto le da apuntarse al día de la bicicleta o a una paella para 5000 en la Plaza Mayor.
Nos bajamos de la carroza en marcha (en realidad yo me despeñé; desde aquí gracias al anónimo manifestante que evitó que me abriera la crisma) y llegamos al coche en un estado lamentable llenas de plumas, confeti y agujetas. Misión cumplida: Rosa documentó la transformación de la Jorja y yo me bailé todo el house que dio de sí la cosa hasta llegar a la Gran Vía (unas 5 horas). Allí dejé a mis compañeros de jaula, que dándonos besos en la distancia, continuaron como unos jabatos hasta Plaza de España.
A pesar de ver cumplido mi sueño, eché de menos a mi Paquito Clavel y los tiempos de la Xenon de los 90, tan auténticos, carpetovetónicos, valientes y posibilistas. Ya lo dije el otro día: la edad que no perdona.
2 de julio de 2007 a las 8:57
Rosa no es encantandora, es «intensa». 😉
No sé si debo poner guay o cool… en este caso diré «se sale». 8)
Lo pasé genial contigo, Tormi.
2 de julio de 2007 a las 14:32
Te juro que Diva en el fondo es simpatica….
2 de julio de 2007 a las 14:58
Jorja, pídele la visita a ELPAÍS «papel» que mola. Hasta yo me apuntaría que estoy en otro edificio.
Otra cosa, que se me ocurrió, ¿por qué no te abres un blog en La Comunidad?
2 de julio de 2007 a las 21:58
Si, la verdad que no es muy cariñoso el termino Mariliendre, como tampoco lo es musculoca, osa,bigotuda, etc etc, pero no se puede evitar, y cuando intentas evitarlo a veces se escapa, ya sea de forma cariñosa o no.
Pongamonos la mano alla donde mas sintamos y preguntemonos, si alguna vez no hemos empleado terminos o etiquetas contra los demas.
Y si, en los gays, existe el machismo, existe la hipocresia, la intolerancia, el rechazo a otros-as, el abuso del orgullo, etc, pero es que es asi, es que el mundo, tod@s somos iguales, pensamos, padecemos, sentimos y amamos igual, cuando digo tod@s me refiero al mundo entero, no al circulo gay, lesbico, al circulo hetero, al de las razas, al del gordito, al del flaquito, al alto y al bajo,a la chica, al chico, al hombre a la mujer, etc etc. la diferencia esta en como usar esos terminos o etiquetas, si muchas veces no nos queremos ni a nosotros mismos.
Seria tan bonito que todos aceptasemos a nuestros vecinos de vida!!
Seré soñador? seria tan especial el no tener que discutir y tener que gritar que te respeten y respetemos a los que comparten vida y mundo contigo, conmigo, con nosotros…
Seria tan aburrido… seré insensato!! 🙂
Las etiquetas se nos seguiran poniendo a tod@s, incluso nosotros consciente o inconscientemente las pondremos, y la vida sigue.
Y el mundo seguira odiando, criticando, defendiendo, ofendiendo, disfrutando, separando, uniendo y viviendo, y asi hasta 1000!
y, bueno, si alguien te llama Mariliendre y te apuñala por la espalda, debes pensar seriamente en desconfiar un poco de el o ella.
Y, bueno, gracias a las manifestaciones que se hacen desde lo de stonewall el 28 de J. del 69 y a personas que deciden acompañar, aunque solo sea para cumplir un sueño se han conseguido cosas importantes, y cada dia cada uno de nosotros en el mundo lucha por sus ideales y que no se olvide durante el resto del año y mantenerte, es lo mas importante.
Chiqui, cumpliste tu sueño y eso a veces es tan dificil, asi que , me alegro por ti.
volverè, me gusta como escribes.
(uy, pero eso ya te lo dije ayer, que pesadez se yo! )
2 de julio de 2007 a las 22:13
pero es que tambien hay amigas y Mariliendres, que alguna vez las llamadas Mariliendres, nos han hecho sentirnos monitos de compañia, pero no por eso, todas las amigas son Mariliendres ni las Mariliendres, amigas.
Ves! ya estoy poniendo etiquetas!.
Bueno!, venga! me voy ya! 🙂
Hasta pronto!
Saludos a tod@s!
2 de julio de 2007 a las 22:24
Jorja, si tu avalas a Diva seguro que consigo que en algún momento acabemos diciéndonos algo 🙂 Lo que pasa es que lo tiene difícil al lado de tu encanto arrollador 😉
Rosa, Jorja, contad con la visita de El País papel.
Henry, en realidad soy Tormento, la chica de Chiquiworld. Te agradezco tus palabras. En realidad nunca he encajado en la definición de mariliendre: mis amigos de siempre decidieron salir del armario y siguieron siendo mis amigos, sin enamoramientos y sin equívocos. Coincido contigo en que hay mucha aburrida en busca del gay que la saque. Yo salía con mis amigos que iban a locales gays lo mismo que a heteros. De ahí mi militancia convencida. No es mi primer Orgullo, aunque sí el primero en que me trasladan de sitio bailando 😉
Abrazos a los tres.
2 de julio de 2007 a las 23:14
Pues me alegro de conocerte, Tormento, bueno en realidad te conoci hace unos dias como chiqui, pero sois las mismas. 🙂
3 de julio de 2007 a las 17:36
Pues chica, yo vi el desfile aquí, en París, un poco por casualidad, que todo hay que decirlo. Y me pareció un poco flojete, la verdad. Para lo que es París me esperaba un poco más espectáculo. Había mucho mejor ambiente en las calles del Marais, en las terrazas y en los bares, la gente estaba feliz!
Me parece una idea estupenda. Si todo el mundo decidiese reivindicar su causa con una gran fiesta, el mundo sería, al menos, mucho más alegre.
Una crónica estupenda, Tormento.
26 de julio de 2007 a las 10:00
[…] que cada vez que quedo contigo siempre estoy igual”, indasec parriba indasec pabajo como el día del Orgullo. Y así hasta que llegamos a Ávila, concretamente al Convento de San Francisco. Era la hora del […]