Nos alojamos en el único campamento que está en el interior del parque, el Gorilla Forest Camp. A primera hora de la tarde realizamos una visita a las tribus de la zona. Los pigmeos Batwa pueden considerarse descendientes de los primeros pobladores de la zona. Habitan en medio de la selva, en pequeños núcleos de chozas en la misma frontera del parque nacional. En este paseo, fuimos acompañados por un guía y dos fornidos militares ugandeses armados. En marzo de 1999 fueron secuestrados y asesinados ocho turistas alemanes en esta zona, parece ser por los furtivos. Es muy curioso ver que la fisonomía y sonidos de los Batwa es muy parecida a la de los gorilas.
Al llegar al campamento nos encontramos a un grupo de personas que parecía que venían de la “guerra”. Lo cierto es que llegaban del trekking para ver los gorilas de montaña y francamente estaban destrozados. Aunque eso sí, descubrieron que tres curvas antes de llegar a Buhoma se podía utilizar el teléfono móvil.
Nos quedamos como los únicos turistas en el campamento, y después de descansar en nuestra tienda nos fuimos a cenar. Nuestra sorpresa fue que la dirección nos organizó una cena sorpresa para nosotros dos, algo inimaginable en estos lugares inhóspitos del mundo, un cocinero, dos camareros, velas… Todo una bacanal de comida que francamente agradecimos ya que durante los días anteriores la alimentación fue bastante escasa. No precisamos música, por que la teníamos en los ruidos de la selva. Parecía la última cena… Lo cierto que fue de gran ayuda para la epopeya que nos esperaba el día siguiente.
Por cierto, me gustaría dedicar este pequeño relato a Caesar Opoo, Philemon Tumwbaze y Kule Zaliphonse por la velada inolvidable que nos hicieron pasar.
Para poder acceder al parque y hacer el trekking de los gorilas es imprescindible obtener con muchos meses de antelación un permiso personal e intransferible y para un día concreto. Podéis informaros en la página específica de la web de la UWA. Por cierto, y como es costumbre, previo pago de 20 dólares americanos. Se puede obtener el permiso para uno, dos o tres días ya que no es seguro divisarlos. Solamente dan 16 permisos diarios por lo que es importante si se quiere hacer este trekking, conseguir primero el permiso y luego organizar el resto del viaje.
Os recomiendo ir bien equipados: camisa de manga larga a poder ser de algodón, pantalón largo, botas de trekking de media caña, una pequeña mochila con algo de alimento y líquido y no dejaros una cámara fotográfica, aunque por lo que os comentaré más adelante, es mejor una cámara de video.
Muy alegres y animados desayunamos y nos preparamos para la aventura. Llegamos al punto de encuentro a la hora y allí nos solicitaron el permiso y el pasaporte (debe coincidir nombre y número). Nos explicaron el trekking y lo que se debía hacer cuando te encuentras con los gorilas. Nos dividieron en grupos ya que cada uno visita una zona diferente del parque y por consiguiente a un grupo o familia de gorilas. Nosotros fuimos al encuentro de la familia de Rushegura. El grupo estaba formado por una pareja holandesa, otra americana y nosotros. Te recomiendan coger un bastón y antes de salir se te ofrecen porteadores. Si vas con un equipo pesado de cámaras y ya tienes unos años, como es mi caso, ninguna de las dos cosas sobra.
Acompañados por un guarda del parque y por los dos militares armados de rigor, nos adentramos a buen ritmo en una inmensa masa de vegetación. Tuvimos que andar más de cuatro horas, subiendo montañas, bajando, cruzando ríos, etc. Aunque me considero que estoy bien preparado físicamente, y que hago caminatas por la montaña, en algunos momentos parecía un “saco de patatas”. Me caí en varias ocasiones por la alta vegetación, supongo por el cansancio y por la alta humedad y reconozco que en algún momento estuve hasta el “gorro” de aquello. Mi cara era un drama.
Una parada y después de reponer las fuerzas, seguimos la excursión… y finalmente nos encontramos con el grupo de gorilas de montaña.
No me considero un apasionado de los animales, pero ese momento es único, increíble… Todas las expresiones son pocas. Encontrarse a menos de cinco metros de estos espléndidos animales y en su propio habitat es algo indescriptible. Es difícil fotografiarlos ya que ellos se mueven entre la densa vegetación, y aunque “casi los tocas”, se mueven mucho y francamente es difícil obtener una buena imagen. El video es más sencillo en estos casos. Nosotros pudimos divisar un gran grupo con el macho dominante “espalda plateada”. Durante una hora estás junto a ellos, en silencio, y sin hacer movimientos bruscos. A pesar del esfuerzo físico que me significó, realmente vale la pena.
Como en todos estos casos al finalizar el tracking te entregan el certificado acreditativo. Cumplido el propósito del viaje, iniciamos el viaje de regreso a Kampala y de allí, vuelta a la jungla de asfalto.
Un sintetizador o un Casiotone en su defecto, un ordenador para la «producción» y mucho morro es lo único que se necesita para lanzarse a intentar ser una rutilante estrella de la canción. Ya no se necesita suplicar delante de ninguna casa discográfica ni pagar derechos por tus canciones a entidades de gestión. Internet es como Red Bull, te da alas. Basta con que te pongas tus mejores galas, reclutes a unos cuantos amigos incautos y directamente a la fama.
Vamos, algo así como Operación Triunfo, pero sin castings, sin tener que pasarse tres meses encerrado en una academia y sin profesores ni jurados casposos.
La fórmula se repite en todos los continentes, aunque cada uno aporta su nota de color local. Vamos a dar un paseo por los numerosos ejemplos que por la red habitan.
Empezando en Sudamérica, Delfín recuerda a su novia atrapada en las «Torres gemelas«. Aunque eso sí, a ritmo de chunda-chunda y mostrándonos constantemente el teléfono de contrataciones. Por otra parte, la Tigresa de Oriente hace una oda al amor y el buen rollo en «Nuevo amanecer«. Sin palabras el rap de Fredy en «In da house«.
Asia es un filón en este tipo de figuras. Dos ejemplos: un coreano haciendo una versión muy suya de YMCA, de los Village People, y Chiru, que imita a Michael Jackson en su peculiar versión Boolywoodiana de Thriller.
Tampoco EE. UU. o Europa se libran de estos talentos en ciernes. Así, los daneses tienen a Tommy Seebach con «Apache«. Imperdible vestuario, movimientos y cara del teclista. Los americanos, por su parte, al conductor del célebre coche fantástico, David Hasselhoff, que también quiere triunfar con su onírica versión de «Hooked on a feeling«. Como dicen en un comentario, «este chico necesita ayuda de un profesional».
Ya en suelo patrio, el famoseo casposo no podía faltar. Y uno de sus máximos exponentes es Leonardo Dantés que nos regala la joya «Tiene nombres mil«. Y como no, también está el cantante-revival-venido-a-menos, como es Luis Aguilé, invitándonos a veranear en Castellón. (Disculpas a los castellonenses)
Si ha triunfado gente como Enrique Iglesias… ¿por qué no van a poder triunfar ellos?
ACTUALIZACIÓN 25/08/07. Desde Bar Deportes nos llega esta impagable interpretación del finlandés Gregorius del ya clásico YMCA.
«Constituye más que un blog la biblioteca de Alejandría: temas interesantes, bien pensados, planteados y resueltos. Mejor escritos. Es como el Museo Gulbenkian de Lisboa, en donde las piezas son excepcionales porque han sido excepcionalmente elegidas. Así son las entradas del brujo Don Carlos.»
Cuando escuchas el nombre de Uganda te pasan por la cabeza muchas noticias periodísticas, la mayoría desagradables. El sanguinario presidente-dictador Idi Amin, el asalto al aeropuerto de Entebbe por el ejército de Israel en 1976, la guerra con Tanzania en 1978…
Pero Uganda es uno de los países más bonitos de África, con una naturaleza exuberante y grandes parques naturales. Hoy en día es un país seguro, aunque hay que evitar la zona norte controlada por la guerrilla del LRA, que recientemente ha reanudado las conversaciones de paz con el Gobierno Ugandés y las regiones fronterizas con el Congo. Aunque nuestro viaje fue exclusivamente para visitar los gorilas de montaña en su hábitat natural, Uganda tiene mucho que ver. Como por ejemplo Queen Elizabeth, las fuentes del Nilo, Bujagali Falls, el parque nacional Murchison Falls; los lagos Victoria, Alberto y Eduardo, el parque nacional Bwindi Impenetrable Forest, el lago Mburo o las Islas Ssese. Otro sitio para divisar los gorilas de montaña es el Parque nacional de los Volcanes en Ruanda, muy cerca de la frontera con Uganda.
Dian Fossey (The Dian Fossey Gorilla Fund) relató sus experiencias de los trece años que pasó trabajando con los gorilas en su obra “Gorilas en la niebla” que publicó en 1983. En 1988, la vida y obra de Fossey fue llevada al cine en la película «Gorilas en la niebla» (Gorillas in the mist), dirigida por Michael Apted y protagonizada por Sigourney Weaver. Desde entonces muchos viajeros han tenido la necesidad de pasar por esta experiencia.
Llegamos a Entebbe desde Adís Abeba en un vuelo algo movido a causa de las numerosas tormentas que habitualmente te encuentras en esta zona de África (grandes lagos). Era muy temprano, pero nuestro guía-conductor, Joseph, nos esperaba. Nosotros contactamos con la empresa Volcanoes Safaris, que también organizan viajes en Ruanda. El vehículo con el que realizamos la ruta estaba en bastante mal estado.
Aunque la terminal del aeropuerto actual no es la misma, cuando pisas sus pasillos te entran escalofríos solamente al pensar en las personas que dejaron su vida en el secuestro del avión y posterior asalto del ejercito israelí. A un lado todavía se divisan los antiguos edificios. Después de desayunar en una cafetería de Kampala fuimos a comprar sellos a la oficina central de Correos. No soy un gran coleccionista, pero es mi costumbre adquirir algunas colecciones de los países que visito.
Empezamos el viaje en las tumbas reales Kasubi. En este recinto encontramos edificios tradicionales y las tumbas de los reyes de los Buganda. Seguimos hacia el sur del país, pasando por Entebbe y bordeando el lago Victoria seguimos hacia Masaka, antes de llegar cruzamos la línea del ecuador. Nuestro viaje continuó hasta Mbarara.
Tras un desayuno con “compañía” (los ratones se ponían morados pasando por las bandejas de los panecillos y los cereales), seguimos ruta hasta el lago Bunyoni, pasando por Kabale, puerta de entrada a Ruanda. Nos alojamos en el Bushara Island Camp. Este proyecto de eco-turismo está regentado por las mujeres de los pescadores del lago. Aprovechamos la tarde para navegar por el lago y visitar los pueblos que se encuentran en sus orillas.
Por la mañana seguimos viaje hacia nuestro deseado destino: el Bwindi Impenetrable National Park. Buhoma es el punto final de la carretera. El pueblo consiste en una única calle con algunas chozas y los diferentes campamentos para alojarse. Al final encuentras el puesto de control de la UWA (Uganda Wildlife Authority). Desde este punto no se puede acceder al parque sin disponer de la autorización pertinente.
Hay que reconocer que los toros nunca han sido mi fuerte, aunque Rosa está logrando que por lo menos sienta curiosidad por todo lo que los rodea.
Y de paseo por la blogosfera, he visto en la bitácora de mi amigo Araque que ya se ha fallado el concurso del cartel para los Sanfermines 2007. El elegido es el de la imagen, llamado «Toro lija», obra de Javier Morón.
Me gusta y me gusta mucho porque yo, que como he dicho antes soy un completo analfabeto en temas de cuernos, asociaba este tipo de cartelería con señores toreros con sus trajes de luces dando un contenido pase de pecho o una académica Verónica, mientras en la parte inferior aparecía la lista de festejos con sus protagonistas. Y este cartel y los cinco finalistas restantes rompen con esa imagen un tanto rancia y encasillada de la composición tradicional.
A raiz de esto, he encontrado Sanferminonline. Una web donde, a demás de muchas otras cosas relacionadas con estas fiestas, se recogen todos los carteles que se han realizado desde 1.881 hasta la fecha. Interesante retrospectiva donde se puede ir viendo la evolución de este tipo de afiches.
Tienes prisa, abres el navegador y antes de que le dé tiempo al pobre programa a abrirse, ya estás tecleando como un loco la dirección. Das a «Enter» sin mirar y a vuelta de servidor, te aparece una página llena de colorines, publicidades e invitaciones a entrar en no sé que mundo de luz y de color.
Efectivamente, ésa no es la página que estabas buscando. Has accedido a un Dominio typo o Misspelling domain. Se trata de sitios que contienen algún pequeño error de escritura o son muy parecidos al dominio original. Su negocio: o bien vender el dominio por cantidades astronómicas o rentabilizar con publicidad los errores al teclado de millones de personas.
Haciendo pruebas se pueden encontrar miles de estos, como por ejemplo voogle, menaeme, infjobs, o en el mundo de la prensa elpasi, elmuno, larazo o marcaa. Para esta práctica, y por la misma razón, también se utilizan dominios registrados en Camerún (.cm), Colombia (.co) y Omán (.om).
Curioso es el caso de Universal Tube & Rollform, una compañía de tubos radicada en Ohio y cuyo nombre de dominio es www.utube.com. Esta empresa ha demandado a YouTube porque recibía más de dos millones de visitas mensuales debido a este tipo de errores y el coste en ancho de banda les estaba haciendo un roto económico. Pero como dicen que no hay mal que por bien no venga, ahora su portada la adorna con una bonita retahila de anuncios de tonos y polítonos con los que obtienen la friolera de 1.000 dólares diarios. Eso sí, la demanda no la han retirado. Faltaría más…
¿Qué quieres probar suerte personalmente a ver si algún incauto llega hasta tu página? No hay problema. Tienes hasta una aplicación o dos que te generan nombres muy parecidos a los originales y que seguramente podrás registrar. Eso sí los más evidentes y jugosos ya están reservados y funcionando.
Aún siendo legal (o eso creo, que me corrija Paloma si me equivoco), hay muchas y mejores maneras de hacer dinero en internet sin tener que recurrir a utilizar este tipo de estratagemas aprovechando la popularidad ajena.
BBC World. «Anteponiendo la información».
Cámara Vaughan Smith. Serbia, 03-05-98. Filmando el asalto a Prekaz, Vaughan Smith fue disparado por un francotirador. La bala atravesó su bolsillo y afortunadamente se alojó en su teléfono móvil. Reportaje realizado satisfactoriamente 20:49 GTM.
Agencia AMV BBDO.