Publicado por Chiqui el 9 de abril de 2007

Rapa NuiLa Isla de Pascua, Rapa Nui o Te Pito o Te Henua, literalmente “el ombligo del mundo”, es la isla mas remota del mundo, situada en medio del océano Pacífico Sur. Se encuentra a casi 3.700 kilómetros de la costa suramericana, a más de 5 horas en avión desde Santiago de Chile.

Aunque pertenece a Chile desde 1.888, sus gentes son descendientes de los colonizadores polinesios. Sigue siendo un misterio la forma en que los habitantes de las tierras del Pacífico llegaron a esta remota isla, y más aún la capacidad de estos hombres para esculpir y levantar cientos de gigantescas esculturas, los moais.

Es una isla volcánica formada por la lava expulsada desde sus cráteres en diferentes épocas. Tan pronto aterriza el avión en el pequeño aeropuerto de Mataveri, se puede comprobar el tremendo aislamiento de esta isla de una superficie de 120 km² (24 kilómetros de largo por 12 de ancho).

 Moais

La mejor época para visitar la isla es en febrero ya que los isleños celebran el Tapati Rapa Nui, festejos de 15 días de duración con música, bailes y otras actividades culturales.

Para recorrer la isla se puede utilizar el coche o la moto que se alquilan fácilmente en Hanga Roa, pero para los que estéis en buena forma, os recomiendo la bicicleta de montaña o las caminatas que os permitirán descubrir la belleza de este lugar. Nosotros elegimos la segunda opción y cada día realizábamos recorridos de unas seis horas que nos permitieron conocer parajes increíbles.

Hay mucha variedad en el alojamiento, además para todos los bolsillos y varias empresas realizan circuitos organizados. Todos ellos los podréis encontrar en Hanga Roa. Nosotros contactamos con Explora Eastern Islands, que disponen de dos casas Rapa Nui y que actualmente están construyendo un pequeño hotel en un lugar idílico de la isla. Esta empresa tiene otros hoteles en Atacama y en Patagonia (Torres del Paine). El servicio es único, todo un lujo.

Hanga Roa es la capital y concentra la mayoría de la población de la isla. Casi todos los lugareños dependen de una forma u otra del turismo. No es lo más bonito de la isla, pero merece una visita la iglesia por sus tallas de madera, pasear por la caleta y su pequeño muelle con el Ahu Tautira y la calle Atamu Tekena con sus numerosas tiendas, bares y restaurantes.

Ahu” es la plataforma hecha por infinidad de piedras sujetas por varios muros de retención. La parte superior pavimentada es dónde están apoyados los moais. Hay unos 350 ahus a lo largo de la costa, pero es muy difícil encontrarlos en el interior de la isla. Poco a poco se van restaurando mucho de estos ahus ya que muchos moais están caídos debido a los tsunamis, y el paso del tiempo.

Rapa NuiLos “Moais” son grandes estatuas hechas de un solo bloque de piedra. Los tamaños varían mucho. Su base está a la altura de la cadera, sus brazos cuelgan rígidos y sus manos tienen finos y largos dedos que descansan sobre el abdomen. Las cabezas son ovaladas y rectangulares y los lóbulos de las orejas alargados. Algunos de ellos tienen sobre su cabeza un “moño” cilíndrico de color rojizo (pukao). Curiosamente, todos los moais miran hacia el interior de la isla a excepción de los siete del Ahu Akivi que están orientado hacia el mar.

En Rano Raraku encontramos la cantera donde fueron esculpidos. Allí se pueden observar numerosos en diferentes fases de construcción. El más grande tiene unos 21 metros de altura. Es recomendable descender por un sendero al interior del cráter.

No hay que dejar de ascender hasta la cumbre del volcán Rano Kao. Allí encontramos la aldea ceremonial de Orongo. Pegada al borde de la pared del cráter (400 metros de altura). Esta aldea, parcialmente restaurada, ocupa un lugar privilegiado con vistas al océano. En el filo del cráter hay una serie de grabados en la roca con petroglifos de hombres-pájaro. El momento culminante de las ceremonias era la carrera para obtener el primer huevo de la golondrina del mar negro que anidaba en los diminutos islotes Moto Nui, Motu Iti y Motu Kao Kao. La película de Kevin Reynols, Rapa Nui (1993) recreó esta ceremonia.

Y si queda algo de tiempo, aunque el clima es muy cambiante (en pocos minutos puedes pasar del sol a la lluvia), se puede disfrutar practicando submarinismo, surf y pesca de altura… Destacar que hay muy pocas playas de arena blanca y Anakena y Ovahe son alguna de las excepciones. Y ya que se está allí, no hay que dejar de probar la langosta, hay bastantes y los precios son realmente asequibles.

 Atardecer

Para disponer de más información se puede consultar Te Rapa NuiCámara de Turismo Rapa Nui y Parque Nacional Rapa Nui – Isla de Pascua

Viaje realizado en julio de 2006


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