Lo prometido es deuda. Tan pronto estrenaron Cartas desde Iwo Jima me planté con mi cabas de Hello Kitty en el cine en versión original más próximo a mi casa y me la tragué en perfecto japonés.
Adelanto que ese día una Omaita me había dado el té con pastas así que mi percepción de la película se vió sin duda influida por mi estado de cabreo. Adelanto también que llevo con más resignación que la media de los mortales los ritmos lentos, las rarezas de los japoneses, los cambios de tonalidades a lo «Muerte en Venecia» y las películas de Kurosawa. De todo esto tiene la película, así que si os ponen un poco nerviosos cada uno de estos elementos por separado u os sacan de quicio si aparecen combinados, ni piséis el cine.
Como yo he sufrido mucho cine de autor lo llevé bastante bien. Lo que llevé fatal fue el intento de Clint Eastwood de humanizar a los japoneses a base de mimetizarlos en americanos. Empeñado en contar una obviedad -que la guerra es mala- y emperrado en explicar, igual que en «Banderas..«, que se lucha por los compañeros y no por un vago ideal de patria, Clint dibuja a unos japoneses individualistas, bonachones y un tanto Lazarillo de Tormes.
Mientras el superviviente protagonista juega al escaqueiting y Watanabe a general afiliado a Amnistia Internacional, los soldados se hacen estallar con granadas de mano a falta de katanas o se convierten en minas anticarro humanas para reventar los tanques enemigos. Eso, los malos.
Eastwood, llevado por la clásica buena voluntad americana, cree que sólo se puede ser humano siendo occidental. Lo que parece no contemplar como posible es que la dureza de la educación japonesa les haga humanos de una manera diferente. Si no se sabe respetarla es mejor dejar que el ideal del japonés malvado siga siendo Toshiro Mifune.
Y yo sin mi respuesta.
4 de marzo de 2007 a las 11:49
No sé si Clint E tendrá un gran conocimiento de la sociedad japonesa, pero intentar mostrar una cultura diferene desde el punto de vista de la propia es el primer síntoma de que Clint Eastwood no ha hecho los deberes… También puede ser que sí conozca Japón y simplemente prefiera mostrar su «genuina y americana» visión del mundo cuyo sol son los EEUU.
Por cierto, «Muerte en Venecia» es una película que nunca puedo ver más de diez minutos seguidos porque las miradas platónicas entre el protagonista y el chico me da un poco de repelús; ya sé que la película en realidad utiliza la admiración del compositor por la belleza para explicar temas filosóficos, pero me es inevitable no sentirme incómodo mientras la veo.
4 de marzo de 2007 a las 23:17
Había pensado que tendría mucha mejor pinta, que sería una película con perspectiva japonesa sobre el tema y no occidentalizada como cuentas. De todas formas no la he visto todavía por lo que daré mi opinión en ese momento, por ahora sólo hago especulaciones 🙂
5 de marzo de 2007 a las 0:26
Gracias x la felicitacion 🙂
Bueno no puedo opinar xq no he visto esta peli, la verdad es que no me llama mucho xq el cine bélico no es de mis favoritos… pero me han hablado bien de ella, supungo q sera para gustos…
Muchos besitos
6 de marzo de 2007 a las 0:29
Yo al final me quedé con las ganas de verla, en mi país duró apenas una semana en cartelera :-s
16 de noviembre de 2008 a las 14:30
[…] de esta ciudad, de ritmo lento y sin risas, a que comience la conferencia sobre el libro “Cartas desde Iwo Jima” en perfecto sueco. Y se la traga enterita, con su power point y su canesú, la mar de […]