Viene de Cuando un NO es una X
Callejeamos y compramos libros. En las tiendas de libros de todo Japón te forran los libros antes de entregártelos. Tienen forros de papel adaptables a todos los tamaños. Me pregunto si lo hacen para conservar los libros y que duren o si lo hacen para evitar que los demás sepan lo que lees, para evitar, en definitiva, que se sepa quien eres y lo que piensas.
No hablamos japonés, pero es igual: siempre que viajamos a un país intentamos comprar en su idioma original el libro representativo de la cultura nacional. Toca aquí Genji Monogatari, la obra de la escritora de la época Heian Murasaki Shikibu casi desconocida en España hasta que dos casas editoriales han decidido, al tiempo, publicar su traducción al castellano. Una de ellas, por cierto, ha decorado la portada del primer libro con imágenes de la época Edo. Sólo se ha equivocado cinco siglos. El “cuento” de Genji es extenso y nuestro japonés escaso, así que sólo conseguimos hacernos con un comentario de texto y uno de los capítulos que venden sueltos para escolares.
La búsqueda de libros de ikebana clásico resultó infructuosa: en el Japón actual parece que han olvidado el minimalismo de este arte floral y sólo publican libros de fotos llenos de tremendos repollos. Conseguimos, a cambio, un libro sobre los pasos, gestos y elementos de la ceremonia del té y una especie de agenda donde anotar cada ceremonia: fecha de celebración, asistentes, su posición en la casa de té, la taza utilizada en la ceremonia y el jarrón de ikebana empleado.
Ya sólo me queda aprender japonés.