ALICIA RIVERA es periodista del área de ciencia del Diario El País
Camino de Plutón, un año después del descenso en el suelo de Titán
Una nave espacial automática, de media tonelada de masa, ha partido de la Tierra hace poco (el 19 de enero) y se dirige ya hacia Plutón. Tardará diez años en llegar al único planeta oficial del Sistema Solar que no ha recibido una visita en sus proximidades de los artefactos terrícolas. La nave, New Horizons, pasará cerca de Plutón (a unos 10.000 kilómetros) tomando datos, pero no descenderá allí, ni siquiera se pondrá en órbita. Ésas son maniobras que exigen desarrollos que la NASA no ha puesto en esta misión, pero seguro que New Horizons aportará conocimientos nuevos sobre extraño mundo helado. La que sí descendió en la superficie de un cuerpo lejano y desconocido, la luna Titán de Saturno, fue la sonda Huygens, de la Agencia Europea del Espacio (ESA). Fue hace un año, el 14 de enero de 2005. Viajó hasta las proximidades del planeta de los anillos, durante algo más de siete años años, enganchada a la nave Cassini de la NASA. Luego se soltó, cumplió en solitario el final del viaje hasta Titán y cayó por la atmósfera hasta el suelo allí, tomando datos y haciendo fotos. Para asombro de todos funcionó un buen rato en la superficie, una hora y diez minutos.
Plutón está, de media, a una distancia de casi 6.000 millones de kilómetros del Sol, Saturno (y Titán) a 1.430 millones de kilómetros de nuestra estrella, y la Tierra, a 150 millones de kilómetros. La luz tarda ocho minutos en viajar del Sol a la Tierra, cuatro o cinco horas en alcanzar Plutón y cuatro años en llegar a la estrella más cercana al Sol, Alfa Centauro. Lo recuerdo para tener una idea de lo enorme que es el universo. Lo más lejos que llegan los astronautas ahora es a unos 400 o 500 kilómetros de la superficie terrestre (altura de la Estación Espacial Internacional) y el record siguen siendo los viajes a la Luna, a 380.000 kilómetros, o 1,2 segundos-luz.
Me contó el director del centro de control de vuelos de la ESA, ESOC, en Alemania, que el día de la llegada de Huygens a Titán, la tensión y las lágrimas afloraron en la sala de control, pese a tanta historia y experiencia de misiones espaciales acumuladas por sus expertos. Se emocionaron.
Las primeras fotos del paisaje de Titán, allí en Darmstad, me produjeron alegría, asombro y fascinación. Pero incluso más que las imágenes, me conmovió el sonido, el ruido grabado por un micrófono de la Huygens durante su descenso vertiginoso por la atmósfera de ese mundo. Creo que es la primera vez que se ha registrado algo así. Las grabaciones, las fotos y mucha información sobre la misión están en internet.
Con la ciencia ficción, los videojuegos o el mucho más clásico recurso de soñar, es decir, con la imaginación, uno va a cualquier galaxia, explora planetas y viaja por el tiempo más o menos cómodamente a través de agujeros de gusano. Así que esto de ir a Plutón o posarse en una luna de Saturno, parece una vulgaridad, pura rutina. Pero hay una diferencia importante: estos viajes son reales. Y es muy difícil hacerlos. Exigen ingeniería, ciencia, dinero, y también sueños e imaginación, por supuesto. La hazaña de la sonda Huigens es un hito histórico que se recordará con asombro durante décadas; la misión a Plutón es una aventura única, por ahora. Y estamos viviendo todo esto en directo…
Misión New Horizons | Web oficial
Cassini-Huygens | Web oficial
NASA | Web oficial
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